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El color del gato no nos debería importar

Cartas de los lectores
07 de junio de 2023 - 02:05 a. m.

Ante la apertura social y democrática de Colombia, la “oposición inteligente” de extrema derecha ha querido encasillar equivocadamente en el comunismo o socialismo al nuevo gobierno, que es de una corriente diferente a las tradicionales.

Comunismo y socialismo son sistemas de gobierno por demás desaparecidos. Rusia nación que hemos creído socialista, es una república federal semiparlamentaria y provee al resto de Europa de materias primas básicas, desde trigo y cereales hasta petróleo, gas natural y carbón, así como bienes de producción y fertilizantes para la producción de alimento. China, ese otro monstruo de la economía mundial, conocida comúnmente como la “Tienda del Mundo” es una mezcla de socialismo, comunismo y capitalismo con una economía de mercado que trasciende las fronteras de ese sistema económico propio de las sociedades industriales y burguesas que marcó el final del feudalismo y que desplazó a la aristocracia como clase social dominante. Ese Estado ya no se puede estereotipar en ninguna de estas formas de gobierno. Esos mismos personajes que hablan del comunismo o socialismo y que alardean de un capitalismo que ni ellos mismos logran entender, llevan en sus bolsillos un celular iPhone o Samsung “hecho en China” y en su casa tienen una nevera que, aunque de marca Whirlpool, en la mayoría de sus componentes dice “Made in China” y un Smart TV Sony, Samsung, Panasonic, LG, Olimpo o de cualquier otra marca “hecha en China”. Aún peores son aquellos que en apoyo a la industria nacional alardean con sus bolsos de Mario Hernández, o sus faldas o zapatos Studio F o el electrodoméstico Imusa en cuyo interior están impresas las palabras “Made In China”. Entonces deberíamos aceptar que no nos debe importar el color del gato, tal cual como lo manifestara en la década del 80 Deng Xiaoping y quien, además, diera inicio a la revolución industrial y comercial de esa nación de Oriente que en muy pocos años sacó de la pobreza a la mitad de su población… y vaya qué población. Necesitamos cambiar. Todos. Los negros, los blancos, los amarillos, incluso aquellos que, como yo, no sabemos cuál es nuestro color o si tenemos alguno. También los políticos, los empresarios, el pueblo en general. Necesitamos ser uno solo en procura de luchar al unísono por una Colombia mejor, de convivencia pacífica y responsable, más igualitaria y respetuosa de las diferencias sociales, políticas, y de raza, credo y color. Aquí lo importante es que el gato cace ratones… bueno y ¡también una que otra rata!

Magno

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JOSE(mpvhd)07 de junio de 2023 - 01:49 p. m.
Qué bueno lo que el periodista quiere hacer entender: el gobernante, no importa qué ideología o credo tenga, lo que importa es que sea eficiente en proporcionar las condiciones sociales para que cada uno desarrolle sus capacidades humanas. En Colombia pegamos los afectos o desafectos a las etiquetas de izquierda o derecha, uribista o santista... Aún los que mojan papel tratan de contagiarnos de sus odios o de sus amores. Eso es lesivo y destructor. Así "no vamos a ningún Pereira".
Daniel(rvd59)07 de junio de 2023 - 01:42 p. m.
Muy amena y formativa su carta. Tenemos el pensamiento encasillado y nos negamos a salir de él. Amamos el morbo de los chismes y perdemos de vista el objetivo primordial: Que el gato cace ratones y tenga cuerda para hacer caer muchas ratas.
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