Sobre el metro de Bogotá y la junta directiva de Ecopetrol
Un mejor metro para las futuras generaciones
No estoy de acuerdo con su editorial del 20 de marzo, titulado “El alcalde tiene razón, ni un paso atrás con el metro contratado”.
Cuando algo está mal, uno tiene dos alternativas: levanta la mano o se queda callado. Levantar la mano, para mí, es mejor siempre que quedarse callado. El presidente Petro presentó un estudio de una entidad técnica sobre la posibilidad que tenemos hoy de mejorar una obra que afectará a las futuras generaciones de bogotanos.
Ese metro por la Caracas está mal; lo han dicho todos los técnicos desde el principio. La ciudad perderá a largo plazo. Ahora, lo que usted llama pragmatismo es más bien facilismo, es la incapacidad de algunas personas de integrar pensamientos diversos en la construcción de una idea, de una visión conjunta.
Que los bogotanos votamos por esa idea. Si es por eso, el entonces alcalde Peñalosa debió haber continuado con el metro subterráneo por el que habíamos votado los bogotanos cuando elegimos a Petro.
Esta obra afectará profundamente el futuro de la ciudad y debería ser la mejor obra posible. Debería ser el legado de nuestra generación a las generaciones del futuro. Como vamos, las generaciones del futuro posiblemente van a decir: ¿a quién se le ocurrió que para hacer un transbordo tengamos que subir o bajar doce pisos?
Ricardo Cárdenas, arquitecto
Respuesta a una columna
Salomón Kalmanovitz, en su columna del 25 de marzo titulada “Ecopetrol en riesgo”, considera que los cambios en la junta directiva de Ecopetrol, con especial referencia al nombramiento de la viceministra de Ambiente, Lilia Tatiana Roa, quien se ha manifestado en contra del fracking, afectarán la actividad económica de esa empresa estatal. Para el columnista, la experticia y el conocimiento de este método de extracción de la ingeniera Roa, permiten pronosticar que el futuro de Ecopetrol será sombrío si ella logra imponer su visión ambientalista en los otros miembros de la Junta. Considero que esta posición es sesgada y podría ser modificada si Kalmanovitz supiera de la trayectoria académica y profesional de la doctora Roa. Su título profesional es Ingeniera de Petróleos de la Universidad Industrial de Santander, magíster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Andina Simón Bolívar de Quito y candidata al título de doctora. Por ende, su formación y su perfil académico le permiten conceptuar acerca de los impactos ambientales generados por el método de extracción por fracking de la roca.
Henry Corredor
Envíe sus cartas a lector@elespectador.com
Un mejor metro para las futuras generaciones
No estoy de acuerdo con su editorial del 20 de marzo, titulado “El alcalde tiene razón, ni un paso atrás con el metro contratado”.
Cuando algo está mal, uno tiene dos alternativas: levanta la mano o se queda callado. Levantar la mano, para mí, es mejor siempre que quedarse callado. El presidente Petro presentó un estudio de una entidad técnica sobre la posibilidad que tenemos hoy de mejorar una obra que afectará a las futuras generaciones de bogotanos.
Ese metro por la Caracas está mal; lo han dicho todos los técnicos desde el principio. La ciudad perderá a largo plazo. Ahora, lo que usted llama pragmatismo es más bien facilismo, es la incapacidad de algunas personas de integrar pensamientos diversos en la construcción de una idea, de una visión conjunta.
Que los bogotanos votamos por esa idea. Si es por eso, el entonces alcalde Peñalosa debió haber continuado con el metro subterráneo por el que habíamos votado los bogotanos cuando elegimos a Petro.
Esta obra afectará profundamente el futuro de la ciudad y debería ser la mejor obra posible. Debería ser el legado de nuestra generación a las generaciones del futuro. Como vamos, las generaciones del futuro posiblemente van a decir: ¿a quién se le ocurrió que para hacer un transbordo tengamos que subir o bajar doce pisos?
Ricardo Cárdenas, arquitecto
Respuesta a una columna
Salomón Kalmanovitz, en su columna del 25 de marzo titulada “Ecopetrol en riesgo”, considera que los cambios en la junta directiva de Ecopetrol, con especial referencia al nombramiento de la viceministra de Ambiente, Lilia Tatiana Roa, quien se ha manifestado en contra del fracking, afectarán la actividad económica de esa empresa estatal. Para el columnista, la experticia y el conocimiento de este método de extracción de la ingeniera Roa, permiten pronosticar que el futuro de Ecopetrol será sombrío si ella logra imponer su visión ambientalista en los otros miembros de la Junta. Considero que esta posición es sesgada y podría ser modificada si Kalmanovitz supiera de la trayectoria académica y profesional de la doctora Roa. Su título profesional es Ingeniera de Petróleos de la Universidad Industrial de Santander, magíster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Andina Simón Bolívar de Quito y candidata al título de doctora. Por ende, su formación y su perfil académico le permiten conceptuar acerca de los impactos ambientales generados por el método de extracción por fracking de la roca.
Henry Corredor
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