Temor a sonreír

Cartas de los lectores
24 de diciembre de 2021 - 05:30 a. m.

Sobre el artículo “Kim Jong-un prohíbe reír, entre otras nuevas restricciones en Corea del Norte”.

Kim Jong-un es el líder absoluto de Corea del Norte y el pasado viernes 17 de diciembre tomó la decisión unilateral de prohibirles a sus ciudadanos reír. Y, aunque parezca un chiste, es literal que los habitantes del norte de la península tienen prohibido reír, beber alcohol e incluso comprar comida durante 11 días.

Esta decisión la tomó el líder supremo con motivo de la conmemoración de los 10 años del fallecimiento de Kim Jong-il, su padre, quien gobernó en solitario y sin ningún contrapeso entre 1994 y 2011, año en el que falleció por una “fatiga física”, cediéndole el poder a su hijo Kim Jong-un, quien siguió la línea de la férrea dictadura que le enseñaron sus ancestros.

Corea del Norte es un país cerrado al mundo. Su sistema de gobierno es totalitario y su líder, Kim Jong-un, de apenas 37 años, es un tirano que controla todas las esferas de la vida pública y privada. Esta semana decretó luto nacional por el aniversario del fallecimiento de su padre y durante 11 días, entre el viernes 17 y el lunes 27 de diciembre, la nación entera, por orden irrefutable del jefe de Estado, tiene prohibido reír, celebrar cumpleaños, realizar actividades de esparcimiento, beber alcohol o comprar comida.

Incluso, aquel que luzca alegre o demuestre gestos de felicidad podría ser castigado con severidad por la policía del régimen. Kim Jong-un está en todas las esferas de la vida de las personas, es como un ser omnipresente que vigila permanentemente cada movimiento. Su figura y la de sus ancestros están en todos lados: en el tren, en las escuelas, en las empresas y en las calles. Es como si el cuadro del Corazón de Jesús, que hay en muchos hogares católicos, no llevara la imagen de Cristo, sino la del líder nacional.

Prácticamente en ese régimen totalitario no se mueve una aguja sin que el tirano lo autorice. El Estado, que él domina a su gusto por descendencia familiar, tiene el monopolio de la fuerza, de los medios de comunicación, de la economía y demás. En esa parte del mundo no hay respeto por los derechos ni la diferencia.

Todo lo que sucede en Corea del Norte es una excusa perfecta para volver a las páginas del libro 1984, una novela política publicada en 1949 por el autor británico George Orwell, en la que describe cómo es la vida en un régimen totalitario.

Ese escenario imaginario que plantea Orwell en su novela distópica es Corea del Norte en sí misma y el Gran Hermano de la actualidad es Kim Jong-un, un déspota que ha conducido a su país al hambre, la miseria y el hermetismo.

Posiblemente los ciudadanos de esa parte de la península volverán a sonreír en el nuevo año. Por lo pronto es necesario volver a las páginas de Orwell para considerar su obra una premonición y reflexionar sobre los riesgos de las dictaduras en el mundo actual.

Andrés Duque Gutiérrez. Medellín.

Envíe sus cartas a lector@elespectador.com.

 

PEDRO(90741)24 de diciembre de 2021 - 10:00 p. m.
Cuenta regresiva: faltan 226 días para que termine este gobierno derrochador de los recursos públicos. Colombia necesita unos dirigentes que sean honestos, transparentes y buenos administradores del erario.
Eduardo(26198)24 de diciembre de 2021 - 05:06 p. m.
andrés duque está como un bebé que apenas abre los ojitos : cree en todo lo que lee y le dicen. ¿ Qué edad tendrá ?
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