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Tomografía axial computarizada

Cartas de los lectores
25 de noviembre de 2021 - 05:00 a. m.

En la edición impresa del domingo 31 de octubre anterior, los columnistas Rodrigo Uprimny, Humberto de la Calle y Ramiro Bejarano Guzmán, brillantes profesionales del derecho y analistas del acontecer nacional, se ocuparon en sus artículos del mismo tema con el prisma y los intereses de cada uno: la visita a Bogotá de Karim Khan, fiscal de la Corte Penal Internacional, para anunciar el “cierre condicionado” de la investigación preliminar que desde hace 17 años cursaba en esa Corte contra Colombia por crímenes de guerra y lesa humanidad (puede leerse por falsos positivos), y de paso agradecer a Colombia por el voto a su favor para ocupar el cargo.

El primero de ellos hace un análisis ponderado, técnico y juicioso del asunto, recordándonos que lo que hubo entre las partes fue un acuerdo de cierre condicionado, de un lado, y del otro, un compromiso de no interferencia estatal y gubernamental contra la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), garantizar el suministro de recursos económicos que se requieran y no modificar el marco jurídico, so pena de abrir casos formales, o sea, ahí sí, investigar en serio.

Explica el doctor Uprimny que el acuerdo pudo ser prematuro y lo negativo que significaría que el susodicho quedara atrapado en la maraña de las confusas controversias electorales. No obstante, rescata y resalta elementos positivos que contiene, como por ejemplo el reconocimiento por ambos (CPI y Gobierno) de que la JEP con su quehacer está desmitificando la falsa afirmación de impunidad monstruosa que los enemigos le endilgan al Acuerdo de Paz del Colón, y la posible incompatibilidad que existiere entre las sanciones de esa jurisdicción con el derecho internacional. Concluye diciendo que el hecho de que el presidente haya firmado significa que reconoce y acepta la legitimidad de la JEP y lo insta a que lidere el retiro del acto legislativo que pretende derogarla.

El segundo, artífice del Acuerdo de Paz de La Habana-Colón y político en campaña, comienza su escrito adjetivando —con razón— de increíble el timonazo del Gobierno Nacional frente a la JEP a raíz del Acuerdo con el fiscal de la CPI y lo celebra como triunfo (al fin ganamos), del Acuerdo de Paz de La Habana con las Farc. A renglón seguido advierte que no pretende réditos electorales y aclara que lo ve como oportunidad para consolidar la ruta de la paz, no obstante el partido de gobierno siga en el empeño de hacerlo trizas con su proyecto de derogar la JEP. Duda de la veracidad de lo dicho por la vicepresidenta y el presidente y acusa de propagandístico un artículo de prensa, citando autor y medio, que afirma que la reforma rural en marcha en Colombia une a la derecha e izquierda, por diversas razones, y desmiente eso de que “todos estamos trabajando por la reforma”.

Termina el doctor De la Calle diciendo que el timonazo frente a la JEP debe ser aprovechado y exige a la vicepresidenta retractarse públicamente por los insultos y calumnias de que han sido objeto los defensores de esa jurisdicción y las víctimas del conflicto, y que entienda y acepte que ante sus estrados deben comparecer todos los victimarios. Concluye, al igual que el doctor Uprimny, urgiendo a que los presagiadores del mal de su partido archiven el proyecto contra la JEP; de lo contrario, dice, el doble juego del Gobierno sería evidente. Optimista que es el doctor Humberto...

El tercero y último, menos neutro, nada político y más frentero, desde el título mismo sale del partidor lanza en ristre contra el acuerdo Gobierno-Fiscalía-CPI calificándolo de tramposo, clientelista, antiético e inmoral. Se refiere al señor Karim Khan como astuto pero agradecido con el voto del Gobierno colombiano a su favor para ocupar esa fiscalía y, en contraprestación, no investigar por lo menos “los casos potenciales registrados de diciembre de 2020…” y así pasen a la Fiscalía colombiana, lo que hace una diferencia enorme.

La nuez del artículo del doctor Bejarano Guzmán consiste en denunciar la farsa de la perogrullada del planteamiento de ellos, porque “no es posible continuar algo que no se ha iniciado”, porque el Gobierno no ha apoyado “los procesos pertinentes ante las diferentes instancias judiciales interesadas…”. Dice también que el recurso del Gobierno y su partido ha sido eludir la justicia, para concluir que ese intercambio de favores entre los protagonistas y un tercero, que se salieron con la suya, causa un inmenso daño al país.

Tuvimos pues los lectores de El Espectador un abanico de tres aspas girando a partir y en torno de un mismo eje, una suerte de tomografía axial computarizada que inequívocamente, como lo hace un TAC, nos grafica las aberraciones que padecemos como sociedad.

J. Esteban Eusse Escobar. Tunja.

Envíe sus cartas a lector@elespectador.com.

 

Gilberto(54899)26 de noviembre de 2021 - 12:28 a. m.
El vergonzante régimen dictatorial uriBESTIA, pegado de una tabla de salvación obtenida espúreamente...¡¡¡
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