Publicidad

Pensemos en lo importante

Columnista invitado EE: Mijael Lacher Sigal*
18 de marzo de 2022 - 05:30 a. m.

Escuché en estos días, para mi sorpresa, durante un debate presidencial, la pregunta sobre la adopción gay. Algunos candidatos están de acuerdo, otros no. Claro, tienen el derecho a tener sus razones. Pero con ese derecho viene una responsabilidad y esta es la de informarse y analizar el porqué de su postura ante la temática.

Hace unos años, una figura pública habló de “familia óptima” como concepto religioso para justificar la dominación heternormada de la familia como la única opción viable para que un menor crezca sano: con mamá y papá. Decía que eso es lo que Dios manda, que está en la Biblia.

Interesante, porque la primera familia bíblica es la de Adán y Eva y sus hijos, Caín y Abel. Familia en la cual hay secretos de pareja, graves secretos. Y, aún peor, un hermano que mató al otro. Pero, bueno, quizás otra familia bíblica represente el ideal. ¿La del patriarca Abraham? Pues bien, a pedido de su esposa, Sara, la cabeza del hogar echa a su concubina a vivir en el desierto, con quien tuvo a su primogénito, Ismael, de tan solo 13 años.

Importante aclarar que no existe prohibición sobre la adopción en la Biblia. Incluso la prohibición más cercana a una relación gay está dirigida al varón, en Levítico 18:22, la cual establece que “no te acostarás con un hombre como lo haces con una mujer”.

Pues bien, no hay forma de hacer eso, porque ahí está la cuestión: no hay cómo hacerlo con un hombre de igual manera que con una mujer. Y, aún más, la prohibición está dirigida al varón, mas no a la mujer.

No pretendo criticar la Biblia y las creencias que de esta emanan; por el contrario, está claro que la interpretación actual no es original, sino que data de la Edad Media.

Si la justificación es psicológica, el tema es mejor... o peor. Los estudios serios demuestran que una familia homoparental no tiene desventaja alguna respecto a la clásica de hombre y mujer.

Por eso invito a quienes se oponen a la adopción por parte de parejas del mismo sexo a que se pregunten por qué lo están. Que tengan claro que no hay argumento religioso, clínico, psicológico ni ético que justifique su arcaica posición.

Será de costumbre, pero las costumbres son dinámicas, como nuestras sociedades. Hasta no hace mucho estaba prohibido el matrimonio entre negros y blancos en los Estados Unidos. Hoy nadie diría que es abominación. Es que nunca lo fue.

Volviendo a la adopción y a los candidatos presidenciales, es importante que sepan que en Colombia la proporción entre familias que quieren adoptar y menores de edad con sentencia de adoptabilidad es muy desfavorable para estos últimos, habiendo un gigantesco déficit de familias dispuestas a adoptar. Incluso la apertura étnica —es decir, la voluntad de adoptar a un menor afro o indígena— se reduce aún más, perpetuando el racismo social. Sean conscientes también de que existimos familias homoparentales con hijos e hijas felices y sanos, y somos contribuyentes de esta sociedad, como cualquier otra familia.

Ojalá que en este tema se pase de página y podamos enfocarnos en que todos los menores del país tengan una familia que los ame, proteja y les dé un hogar. Eso espero, sinceramente.

* Rabino y politólogo.

Por Mijael Lacher Sigal*

 

Magdalena(45338)19 de marzo de 2022 - 04:15 a. m.
Tiene toda la razón,estamos atrapados en esta sociedad rezandera y mogjigata que cree su maldad , y descomposición moral la limpia leyendo la Biblia.
Mar(60274)19 de marzo de 2022 - 01:27 a. m.
La gente no sabe manejar ni el sexo entre hombres y mujeres, imagínese lo que piensan de la adopción de niños por parejas gays o lesbianas, lo raro es que se hagan los locos con la pedofilia de los curas, que sí es una perversión, además de un delito.
Hernando(58851)19 de marzo de 2022 - 12:37 a. m.
Sería bueno y sano para la humanidad el poder hacerles seguimiento a niños adoptados por parejas homosexuales; es posible que la homosexualidad, además de genética, pueda ser aprendida?
PEDRO(90741)18 de marzo de 2022 - 04:56 p. m.
Cuenta regresiva: faltan 142 días para que termine este gobierno de doble moral. Vende una versión internacional donde dice que todo marcha con respeto a la constitución y las leyes y cuya realidad doméstica es bien distinta y llena de errores.
Atenas(06773)18 de marzo de 2022 - 01:25 p. m.
Y el rabino defiende su causa homoparental, y como tal litiga en autoelogio, cosa q’ los demás no sabemos, pero q’ si entendemos q’ pa los humanos solo es bello lo q’ tenemos como propio: ergo, su causa es emotiva y tiende a perder perspectiva. Q’ haya libertad plena de derechos pa la mujer es toda una fiesta. Mas q’ haya adopción gay, ¿con todo ese cúmulo de desajustes emocionales q’ cargan? Uy!
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar