TRES PERIODISTAS ME confirman que un amigo del presidente Uribe contactó a un grupo de comunicadores para que escriban un libro en contra del periodista Daniel Coronell.
Al Gobierno no le basta con ponerles la lápida a quienes en Presidencia consideran sus enemigos, sino que ahora piensan acudir al expediente del “character assassination” usando periodistas para que se ensañen contra sus propios colegas.
El encargado del indecoroso trabajo, ¡oh sorpresa!, es Juan Gonzalo Ángel, quien a la sazón es íntimo amigo del Presidente de la República y quien cuenta entre su “honrosa” hoja de vida con el hecho de haber sido de la Junta Directiva de Medellín sin Tugurios, al lado del narcotraficante Pablo Escobar. Además, el ciudadano Ángel fue quien hace un par de meses, de la noche a la mañana, salió a decir que fue él quien prestó el helicóptero para recoger el cuerpo sin vida del padre del Presidente, justo cuando tamaño favor se le imputaba a Pablo Escobar.
Esta información no me sorprende, porque no es la primera vez que me entero del odio visceral que el señor Ángel tiene por Coronell; ese odio es compartido con Uribe, quien esta semana volvió a arremeter contra él diciendo que el periodista cometió un delito al guardar la entrevista donde Yidis Medina confiesa cómo le compraron su voto para conseguir la reelección. ¡Ahora resulta que los criminales son quienes denuncian los delitos y no quienes los cometen!
Quedamos pues notificados sobre el nuevo sistema para asesinar moralmente a los enemigos del Gobierno. En Palacio no les basta con que cientos de ciudadanos hayan sido físicamente eliminados, tal como ha ocurrido con decenas de opositores —la mayoría pertenecientes al sindicalismo—, sino que ahora también quieren comenzar la guerra sucia a través de las letras.
De todo esto lo que más me causa curiosidad es saber el nombre del “periodista” que se prestaría para escribir un libro en contra de Coronell, uno de los pocos periodistas que no han vendido su conciencia ante un gobierno con bajos instintos.
El Gobierno moribundo y espurio sigue dando muestra del desespero en que se encuentra, poniendo en evidencia cada vez más su peligrosidad frente a quienes lo denunciamos y criticamos.
Notícula: ¿Desde cuándo una congresista de provincia se convirtió en intima de los cacaos de Palacio? Nadie es tan pendejo como para creer que el embajador en Roma le metió viaje a Bogotá para concretar personalmente a los emisarios que hablarían con Yidis Medina aduciendo “razones humanitarias”. El doctor Pretelt debe renunciar y regresar a Colombia para explicar su conducta frente a las denuncias formuladas por Yidis y por los narcotraficantes Mejía Múnera, a quienes, según la revista Cambio, Pretelt personalmente les prometió la no extradición si le ayudaban al Presidente con la reelección.
Felipezuleta.blogspot.com
TRES PERIODISTAS ME confirman que un amigo del presidente Uribe contactó a un grupo de comunicadores para que escriban un libro en contra del periodista Daniel Coronell.
Al Gobierno no le basta con ponerles la lápida a quienes en Presidencia consideran sus enemigos, sino que ahora piensan acudir al expediente del “character assassination” usando periodistas para que se ensañen contra sus propios colegas.
El encargado del indecoroso trabajo, ¡oh sorpresa!, es Juan Gonzalo Ángel, quien a la sazón es íntimo amigo del Presidente de la República y quien cuenta entre su “honrosa” hoja de vida con el hecho de haber sido de la Junta Directiva de Medellín sin Tugurios, al lado del narcotraficante Pablo Escobar. Además, el ciudadano Ángel fue quien hace un par de meses, de la noche a la mañana, salió a decir que fue él quien prestó el helicóptero para recoger el cuerpo sin vida del padre del Presidente, justo cuando tamaño favor se le imputaba a Pablo Escobar.
Esta información no me sorprende, porque no es la primera vez que me entero del odio visceral que el señor Ángel tiene por Coronell; ese odio es compartido con Uribe, quien esta semana volvió a arremeter contra él diciendo que el periodista cometió un delito al guardar la entrevista donde Yidis Medina confiesa cómo le compraron su voto para conseguir la reelección. ¡Ahora resulta que los criminales son quienes denuncian los delitos y no quienes los cometen!
Quedamos pues notificados sobre el nuevo sistema para asesinar moralmente a los enemigos del Gobierno. En Palacio no les basta con que cientos de ciudadanos hayan sido físicamente eliminados, tal como ha ocurrido con decenas de opositores —la mayoría pertenecientes al sindicalismo—, sino que ahora también quieren comenzar la guerra sucia a través de las letras.
De todo esto lo que más me causa curiosidad es saber el nombre del “periodista” que se prestaría para escribir un libro en contra de Coronell, uno de los pocos periodistas que no han vendido su conciencia ante un gobierno con bajos instintos.
El Gobierno moribundo y espurio sigue dando muestra del desespero en que se encuentra, poniendo en evidencia cada vez más su peligrosidad frente a quienes lo denunciamos y criticamos.
Notícula: ¿Desde cuándo una congresista de provincia se convirtió en intima de los cacaos de Palacio? Nadie es tan pendejo como para creer que el embajador en Roma le metió viaje a Bogotá para concretar personalmente a los emisarios que hablarían con Yidis Medina aduciendo “razones humanitarias”. El doctor Pretelt debe renunciar y regresar a Colombia para explicar su conducta frente a las denuncias formuladas por Yidis y por los narcotraficantes Mejía Múnera, a quienes, según la revista Cambio, Pretelt personalmente les prometió la no extradición si le ayudaban al Presidente con la reelección.
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