Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              01 de octubre de 2016 - 08:45 p. m.

                                                                                                                              Atrapado entre las páginas de un libro

                                                                                                                              Fernando Araújo Vélez

                                                                                                                              Editor de Cultura

                                                                                                                              Estuve atrapado varios años entre las páginas de un libro, escribiendo y escribiéndome, convencido de que ese libro era la verdad, de que sus personajes existían y de que en el capítulo siguiente podría hablar con ellos. Algunas veces los sentaba en la sala de mi casa, y otras salía a pasear con ellos, o con algunos de ellos, y por momentos me hablaban y en ocasiones me gritaban. Odié como debía odiar a un hombre, pues por el poder había arrasado con todo y con todos y seguiría humillando, pisando, acuchillando, más allá de la última hoja del libro. Me enamoré de alguna mujer a la que quise ver desnuda y estar desnudo con ella, desnudos los dos, sin más temor que el temor a no sentir más, sin más huidas que huir hacia nosotros mismos, sin más deseo que el deseo de vencernos.

                                                                                                                              Inventé calles, voces, casas, pueblos e historias, vi traiciones, deslealtades, hipocresía, amor y desamor, olvido. Me encerré durante días y semanas para no dejarme contagiar de las voces de la gente de todos los días, ni de sus conversaciones de dinero y más dinero, ni de sus modas, y apagué televisores y radios y escondí todos los libros que había en la casa para que no me influyeran. Viví por y para el libro. Me sumergí entre sus palabras. Escribí, cambié, borré. Comprendí que el miedo es el infierno y que en el infierno vivimos todos, como víctimas, como victimarios y como los dos. Entendí que despreciamos el enamorarnos y el amar los caminos y el caminar, por ir tras metas y perfecciones que son sólo ilusión y por eso nos matan.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Comprendí que inventar, descubrir, transformar, romper y jugar eran los motivos para levantarme todas las mañanas, y agradecí la posibilidad de seguir descubriendo y rompiendo. La obra es lo importante, dije una y mil veces, para convencerme de que en esa obra no cabían mis vanidades ni mis caprichos, ni favores ni peticiones, y que en lugar de juzgar debía comprender, y que detrás de la historia de cada personaje había mil razones. Ellos, nosotros, fuimos y somos consecuencia de un pasado, de unas palabras y unas imposiciones, de los vecinos y de las circunstancias, del hambre y del dolor y buscamos a nuestra manera algo que, nos dijeron, se llamaba y se llama felicidad.

                                                                                                                              Atrapado entre las páginas de un libro cobré venganzas, aunque los blancos de mis venganzas nunca lo supieran. Sufrí, reí, lloré y soñé allí, con mis personajes, y los llevé de mi mano para que hicieran lo que yo nunca fui capaz de hacer. Amaron y desamaron, robaron y mataron. Murieron, pero después del final del libro siguieron viviendo. Mintieron, pero sus mentiras me convencieron de que hay más verdades detrás de una mentira que de una verdad. Vivieron a sol y sombra y entre lluvias, y engañaron y se engañaron y fueron víctimas de sus locuras. Fueron ellos, ni malos ni buenos, ni mejores ni peores, simplemente ellos. Por olvidar que eran mortales se creyeron inmortales, y buscaron poder, amor, placer y la aprobación y el aplauso de los demás, relegando lo esencial. Fueron vividos por el qué dirán y cuando quisieron vivir ya era muy tarde.

                                                                                                                              Fui personaje, fui lector, fui escritor y me creí parte de una novela mientras investigaba y escribía, y me hospedé en hoteluchos de media estrella, como si fuera el protagonista derrotado de la novela, y hablé con quien quisiera hablar y tuviera algo que contar. Atrapado entre las páginas de un libro, constaté que todas las personas eran susceptibles de ser escritas, sobre todo si encontraba la motivación que los llevaba a los hechos, porque los hechos suelen repetirse, pero los móviles cambian siempre, aunque intentemos aprisionarlos bajo las definiciones de un diccionario. No hay un amor, hay miles de amores. No hay una venganza, hay miles de venganzas. Y definitivamente no hay inspiración, hay motivaciones y sentarse a contar la historia, y pensarla en el bus, y llenar y llenar papelitos con frases e ideas, a las cinco de la tarde o a las tres de la mañana. Por eso tampoco hay literatura, hay escritores, y ningún escritor puede dar lo que no tiene.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Inmerso entre las líneas de un texto, una noche le puse punto final, llevado por la idea de que las metas son esenciales, pero después del punto final llegaron el vacío y el no tener una motivación para levantarme todas las mañanas. Después del punto final, los personajes que habían vivido tantos años conmigo se convirtieron en estatuas, y las historias, en letra muerta.

                                                                                                                              Estuve atrapado varios años entre las páginas de un libro, escribiendo y escribiéndome, convencido de que ese libro era la verdad, de que sus personajes existían y de que en el capítulo siguiente podría hablar con ellos. Algunas veces los sentaba en la sala de mi casa, y otras salía a pasear con ellos, o con algunos de ellos, y por momentos me hablaban y en ocasiones me gritaban. Odié como debía odiar a un hombre, pues por el poder había arrasado con todo y con todos y seguiría humillando, pisando, acuchillando, más allá de la última hoja del libro. Me enamoré de alguna mujer a la que quise ver desnuda y estar desnudo con ella, desnudos los dos, sin más temor que el temor a no sentir más, sin más huidas que huir hacia nosotros mismos, sin más deseo que el deseo de vencernos.

                                                                                                                              Inventé calles, voces, casas, pueblos e historias, vi traiciones, deslealtades, hipocresía, amor y desamor, olvido. Me encerré durante días y semanas para no dejarme contagiar de las voces de la gente de todos los días, ni de sus conversaciones de dinero y más dinero, ni de sus modas, y apagué televisores y radios y escondí todos los libros que había en la casa para que no me influyeran. Viví por y para el libro. Me sumergí entre sus palabras. Escribí, cambié, borré. Comprendí que el miedo es el infierno y que en el infierno vivimos todos, como víctimas, como victimarios y como los dos. Entendí que despreciamos el enamorarnos y el amar los caminos y el caminar, por ir tras metas y perfecciones que son sólo ilusión y por eso nos matan.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Comprendí que inventar, descubrir, transformar, romper y jugar eran los motivos para levantarme todas las mañanas, y agradecí la posibilidad de seguir descubriendo y rompiendo. La obra es lo importante, dije una y mil veces, para convencerme de que en esa obra no cabían mis vanidades ni mis caprichos, ni favores ni peticiones, y que en lugar de juzgar debía comprender, y que detrás de la historia de cada personaje había mil razones. Ellos, nosotros, fuimos y somos consecuencia de un pasado, de unas palabras y unas imposiciones, de los vecinos y de las circunstancias, del hambre y del dolor y buscamos a nuestra manera algo que, nos dijeron, se llamaba y se llama felicidad.

                                                                                                                              Atrapado entre las páginas de un libro cobré venganzas, aunque los blancos de mis venganzas nunca lo supieran. Sufrí, reí, lloré y soñé allí, con mis personajes, y los llevé de mi mano para que hicieran lo que yo nunca fui capaz de hacer. Amaron y desamaron, robaron y mataron. Murieron, pero después del final del libro siguieron viviendo. Mintieron, pero sus mentiras me convencieron de que hay más verdades detrás de una mentira que de una verdad. Vivieron a sol y sombra y entre lluvias, y engañaron y se engañaron y fueron víctimas de sus locuras. Fueron ellos, ni malos ni buenos, ni mejores ni peores, simplemente ellos. Por olvidar que eran mortales se creyeron inmortales, y buscaron poder, amor, placer y la aprobación y el aplauso de los demás, relegando lo esencial. Fueron vividos por el qué dirán y cuando quisieron vivir ya era muy tarde.

                                                                                                                              Fui personaje, fui lector, fui escritor y me creí parte de una novela mientras investigaba y escribía, y me hospedé en hoteluchos de media estrella, como si fuera el protagonista derrotado de la novela, y hablé con quien quisiera hablar y tuviera algo que contar. Atrapado entre las páginas de un libro, constaté que todas las personas eran susceptibles de ser escritas, sobre todo si encontraba la motivación que los llevaba a los hechos, porque los hechos suelen repetirse, pero los móviles cambian siempre, aunque intentemos aprisionarlos bajo las definiciones de un diccionario. No hay un amor, hay miles de amores. No hay una venganza, hay miles de venganzas. Y definitivamente no hay inspiración, hay motivaciones y sentarse a contar la historia, y pensarla en el bus, y llenar y llenar papelitos con frases e ideas, a las cinco de la tarde o a las tres de la mañana. Por eso tampoco hay literatura, hay escritores, y ningún escritor puede dar lo que no tiene.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Inmerso entre las líneas de un texto, una noche le puse punto final, llevado por la idea de que las metas son esenciales, pero después del punto final llegaron el vacío y el no tener una motivación para levantarme todas las mañanas. Después del punto final, los personajes que habían vivido tantos años conmigo se convirtieron en estatuas, y las historias, en letra muerta.

                                                                                                                              Por Fernando Araújo Vélez

                                                                                                                              De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com
                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar