Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              11 de marzo de 2017 - 08:40 p. m.

                                                                                                                              Mercenarios

                                                                                                                              Fernando Araújo Vélez

                                                                                                                              Editor de Cultura

                                                                                                                              Empezamos a ser mercenarios muy de niños, cuando bailamos o cantamos o hablamos ante los mayores a cambio de una torta de chocolate, y desde entonces no lo dejamos de ser. Fuimos mercenarios al dar una lección o llenar una hoja de examen a cambio de una nota, y fuimos mercenarios cuando en un oscuro rincón de la escuela le dimos las respuestas de un parcial a un compañero del salón de clases a cambio de unos pesos. Fuimos mercenarios a los cinco, a los 10 y a los 15 años, y ya jamás dejamos de serlo, aunque les pusiéramos a nuestros actos otros nombres, como graduación, negocio, futuro, inteligencia, astucia.

                                                                                                                              Con los años, seguimos colgándole nombres al mismo hecho, y con esos nombres nos justificamos, porque jamás iba a ser bien visto alardear de nuestro mercenarismo. Yo trabajo por un salario, decíamos. Esto es un contrato, gritábamos. El agua y la luz y el arriendo no se pagan con ganas y letras bonitas, les respondíamos a quienes nos hablaban de ideales. Y así nos fuimos amoldando, y así nos fuimos engañando, y lo peor de todo, así nos fuimos convirtiendo en unos seres que iban por la vida pidiendo siempre algo a cambio, sufriendo horarios, escritorios, imposiciones, marcando tarjetas y gastando nuestra única vida por un sueldo.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Nos volvimos mercenarios, y nos inundamos de mercenarismo, hasta el punto de tasar la supuesta felicidad por cantidad de monedas, y el amor por futuras monedas en compañía. Al trabajo lo ensuciamos con un precio, como decía una canción, y los momentos felices los medimos por lo que nos costaron. Respetamos a alguien por su vestido, su carro, su barrio y sus joyas, y por el poder del dinero construimos infinitas relaciones verticales en las que nosotros, aunque no lo queramos aceptar, estamos casi en el último lugar, o en el último lugar. Como mercenarios pensamos, actuamos y sentimos. Como mercenarios nos aprobamos, nos planeamos y nos proyectamos. Como mercenarios, acabamos inmersos en un remolino que nos va tragando, rodeados de nuestras monedas y pertenencias y de otros millones de mercenarios, y entre mercenarios, así estemos muriendo, nos tememos, nos escupimos, nos odiamos y matamos, pues el otro, los otros, son ante todo rivales. Siempre rivales.

                                                                                                                              Empezamos a ser mercenarios muy de niños, cuando bailamos o cantamos o hablamos ante los mayores a cambio de una torta de chocolate, y desde entonces no lo dejamos de ser. Fuimos mercenarios al dar una lección o llenar una hoja de examen a cambio de una nota, y fuimos mercenarios cuando en un oscuro rincón de la escuela le dimos las respuestas de un parcial a un compañero del salón de clases a cambio de unos pesos. Fuimos mercenarios a los cinco, a los 10 y a los 15 años, y ya jamás dejamos de serlo, aunque les pusiéramos a nuestros actos otros nombres, como graduación, negocio, futuro, inteligencia, astucia.

                                                                                                                              Con los años, seguimos colgándole nombres al mismo hecho, y con esos nombres nos justificamos, porque jamás iba a ser bien visto alardear de nuestro mercenarismo. Yo trabajo por un salario, decíamos. Esto es un contrato, gritábamos. El agua y la luz y el arriendo no se pagan con ganas y letras bonitas, les respondíamos a quienes nos hablaban de ideales. Y así nos fuimos amoldando, y así nos fuimos engañando, y lo peor de todo, así nos fuimos convirtiendo en unos seres que iban por la vida pidiendo siempre algo a cambio, sufriendo horarios, escritorios, imposiciones, marcando tarjetas y gastando nuestra única vida por un sueldo.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Nos volvimos mercenarios, y nos inundamos de mercenarismo, hasta el punto de tasar la supuesta felicidad por cantidad de monedas, y el amor por futuras monedas en compañía. Al trabajo lo ensuciamos con un precio, como decía una canción, y los momentos felices los medimos por lo que nos costaron. Respetamos a alguien por su vestido, su carro, su barrio y sus joyas, y por el poder del dinero construimos infinitas relaciones verticales en las que nosotros, aunque no lo queramos aceptar, estamos casi en el último lugar, o en el último lugar. Como mercenarios pensamos, actuamos y sentimos. Como mercenarios nos aprobamos, nos planeamos y nos proyectamos. Como mercenarios, acabamos inmersos en un remolino que nos va tragando, rodeados de nuestras monedas y pertenencias y de otros millones de mercenarios, y entre mercenarios, así estemos muriendo, nos tememos, nos escupimos, nos odiamos y matamos, pues el otro, los otros, son ante todo rivales. Siempre rivales.

                                                                                                                              Por Fernando Araújo Vélez

                                                                                                                              De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com
                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar