Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              20 de noviembre de 2009 - 07:26 p. m.

                                                                                                                              El destino trágico de Arias Trujillo

                                                                                                                              Leo ahora, 79 años después de su publicación, los editoriales que escribió Bernardo Arias Trujillo en “El Universal”, único diario liberal de Caldas en 1930, el cual fue fundado y dirigido por él con el fin de apoyar el gobierno de Enrique Olaya Herrera, iniciado ese año tras una larga hegemonía conservadora.

                                                                                                                              Esos editoriales fueron recogidos en 1991 en libro auspiciado por la Biblioteca de Escritores Caldenses, obra prologada por Néstor Gustavo Díaz Bedoya. El diario tuvo una efímera existencia de tres meses, del 3 de julio al 30 de septiembre de 1930, y aunque en la edición final dice el escritor que volverá a imprimirse cuando empiecen las jornadas electorales, nunca más volvió a circular.

                                                                                                                              En la despedida periodística, Arias Trujillo manifiesta lo siguiente: “Para esos días volveremos nuevamente a la carga, con los mismos ímpetus que han hecho de estas columnas una hoguera constante y con los títulos que hemos obtenido por haber batallado valerosamente y de buena fe a favor de nuestras ideas”. Como se ve, la expresión “a la carga” ya existía en labios del escritor caldense, mucho antes que Gaitán la pusiera en boga en el panorama nacional. 

                                                                                                                              Quien lea hoy tales editoriales, con la desaprensión con que yo lo hago, hallará en ellos una marcada pasión política, con acento sectario, que al tener como mira la defensa del régimen liberal que acababa de instaurarse, atacaba con vehemencia al partido contrario. Por eso, el editorialista define sus columnas como “una hoguera constante”, que en verdad lo fue, y anuncia su regreso a la brega partidista para el tiempo electoral.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Estos hechos reflejan la fiebre política que se vivía en aquellas calendas, y que ya había iniciado la larga y devastadora época de la violencia movida por el morbo del sectarismo, común a los dos partidos. Desde la página editorial del diario manizaleño se atizaban temas pugnaces dentro de la política regional, y en lo nacional sucedía lo mismo, sin dejar de tratar, en forma aislada, algunos asuntos de interés común, como el problema agrario o la carrera administrativa.

                                                                                                                              Llama la atención que Arias Trujillo, que ya había escrito sus primeras novelas cortas, no dijera ninguna palabra sobre la literatura. Ese no era el propósito de su periódico. De todas maneras, es importante la recolección de dichos editoriales por el carácter testimonial que tienen. Eso es historia.

                                                                                                                              El fugaz periodista estaba a pocos años de escribir su novela cumbre, “Risaralda” (1935), obra que lo inmortalizó. Debido a ella, su nombre adquirió alta resonancia nacional, aunque también gracias a su espíritu rebelde y contestatario, muy dado al choque con sus paisanos y con las altas figuras del país. Tradujo, de Óscar Wilde, “Balada de la cárcel de Reading”, y armó tremendo altercado con el maestro Valencia por la traducción que este hizo del mismo texto, ante lo cual expresó lo siguiente: “Merece más la horca don Guillermo Valencia por haber adulterado tan criminalmente la “Balada” de Reading, que el propio soldado Carlos T. Wooldridge ajusticiado en Reading”.

                                                                                                                              Otro gran alboroto lo produjo el libro “En carne viva”, crudo análisis de la vida nacional y de célebres personalidades, elaborado con un lenguaje fustigante y ácido. Esta obra le hizo ganar el ostracismo. Alejado cada vez más de la gente, y víctima de su enorme talento y su punzante inteligencia, se entregó a la vida bohemia y libertina.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Su declarado hedonismo, tan grave en aquellos días, lo volvió un réprobo de la sociedad y la religión. En este terreno se fue lanza en ristre contra las sanas costumbres de la época con el libro “Por los caminos de Sodoma”, subtitulado “Confesiones íntimas de un homosexual”, lo mismo que con el poema “Roby Nelson”. Además, hacía circular entre sus amigos sonetos de encendido erotismo.

                                                                                                                              Esta agitada existencia no podía causar sino un insufrible desajuste emocional. Su rebeldía congénita chocaba con todo y contra todos. Nombrado secretario de la Legación de Colombia en Buenos Aires, el embajador plenipotenciario, José Camacho Carreño, lo pinta con estas palabras el día que lo conoció: “Tras de unos malhumorados aldabonazos, encontré un mozo dejativo y rudo, de franco mirar que sesgábase a veces con cierta cólera oblicua”.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Su existencia fue tan breve y tormentosa como la del huracán que se destroza contra las rocas a poco tiempo de haber nacido. Tenía 34 años cuando la muerte le dio en Manizales, el 4 de marzo de 1938, la estocada final. Sobre la causa de su muerte leo lo siguiente en los datos biográficos anotados al final del libro que guarda sus editoriales: “Derrame cerebral a consecuencia de su fuerte temperamento le originó el deceso, así como la afición que tuvo por un consumo maldito como el de la morfina. No faltaron las versiones comadreras que atribuían la muerte a un posible suicidio tal vez realizado en busca de emociones indescriptibles por parte de nuestro personaje”.

                                                                                                                              Ignoro quién es el autor de esta ficha biográfica, ni la fecha en que se escribió. Lo cierto es que las “versiones comadreras” de hace siete décadas, cuando ser homosexual representaba una afrenta social que había que ocultar, pueden considerarse el manto piadoso con que se arropó el cadáver de un impío homosexual. El sudario con que se cubrió la vergüenza pública.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              La verdad es esta: el escritor se suicidó con una sobredosis de morfina. Así lo certifica el médico Jaime Robledo Uribe, su amigo, quien lo atendió en la agonía: “Arias Trujillo se fue por la borda. El golpe lo dio con morfina en una dosis tan maciza que cuando el médico llegó no había posibilidad de hacer nada. Ya había puesto los dos pies en los estribos de la muerte (…) su complejo sexual lo estaba llevando a crueles ángulos de misantropía, por su lado, y de aislamiento, por parte de la sociedad. No le valieron ni consejos, ni súplicas, ni efectivas ayudas morales y materiales. Todo lo veía con criterio de náufrago”.

                                                                                                                              Si Bernardo Arias Trujillo no hubiera escrito “Risaralda”, hoy sería un don nadie, un pobre diablo. Lo salvó la literatura. 

                                                                                                                              gustavopaez@cable.net.co

                                                                                                                              Leo ahora, 79 años después de su publicación, los editoriales que escribió Bernardo Arias Trujillo en “El Universal”, único diario liberal de Caldas en 1930, el cual fue fundado y dirigido por él con el fin de apoyar el gobierno de Enrique Olaya Herrera, iniciado ese año tras una larga hegemonía conservadora.

                                                                                                                              Esos editoriales fueron recogidos en 1991 en libro auspiciado por la Biblioteca de Escritores Caldenses, obra prologada por Néstor Gustavo Díaz Bedoya. El diario tuvo una efímera existencia de tres meses, del 3 de julio al 30 de septiembre de 1930, y aunque en la edición final dice el escritor que volverá a imprimirse cuando empiecen las jornadas electorales, nunca más volvió a circular.

                                                                                                                              En la despedida periodística, Arias Trujillo manifiesta lo siguiente: “Para esos días volveremos nuevamente a la carga, con los mismos ímpetus que han hecho de estas columnas una hoguera constante y con los títulos que hemos obtenido por haber batallado valerosamente y de buena fe a favor de nuestras ideas”. Como se ve, la expresión “a la carga” ya existía en labios del escritor caldense, mucho antes que Gaitán la pusiera en boga en el panorama nacional. 

                                                                                                                              Quien lea hoy tales editoriales, con la desaprensión con que yo lo hago, hallará en ellos una marcada pasión política, con acento sectario, que al tener como mira la defensa del régimen liberal que acababa de instaurarse, atacaba con vehemencia al partido contrario. Por eso, el editorialista define sus columnas como “una hoguera constante”, que en verdad lo fue, y anuncia su regreso a la brega partidista para el tiempo electoral.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Estos hechos reflejan la fiebre política que se vivía en aquellas calendas, y que ya había iniciado la larga y devastadora época de la violencia movida por el morbo del sectarismo, común a los dos partidos. Desde la página editorial del diario manizaleño se atizaban temas pugnaces dentro de la política regional, y en lo nacional sucedía lo mismo, sin dejar de tratar, en forma aislada, algunos asuntos de interés común, como el problema agrario o la carrera administrativa.

                                                                                                                              Llama la atención que Arias Trujillo, que ya había escrito sus primeras novelas cortas, no dijera ninguna palabra sobre la literatura. Ese no era el propósito de su periódico. De todas maneras, es importante la recolección de dichos editoriales por el carácter testimonial que tienen. Eso es historia.

                                                                                                                              El fugaz periodista estaba a pocos años de escribir su novela cumbre, “Risaralda” (1935), obra que lo inmortalizó. Debido a ella, su nombre adquirió alta resonancia nacional, aunque también gracias a su espíritu rebelde y contestatario, muy dado al choque con sus paisanos y con las altas figuras del país. Tradujo, de Óscar Wilde, “Balada de la cárcel de Reading”, y armó tremendo altercado con el maestro Valencia por la traducción que este hizo del mismo texto, ante lo cual expresó lo siguiente: “Merece más la horca don Guillermo Valencia por haber adulterado tan criminalmente la “Balada” de Reading, que el propio soldado Carlos T. Wooldridge ajusticiado en Reading”.

                                                                                                                              Otro gran alboroto lo produjo el libro “En carne viva”, crudo análisis de la vida nacional y de célebres personalidades, elaborado con un lenguaje fustigante y ácido. Esta obra le hizo ganar el ostracismo. Alejado cada vez más de la gente, y víctima de su enorme talento y su punzante inteligencia, se entregó a la vida bohemia y libertina.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Su declarado hedonismo, tan grave en aquellos días, lo volvió un réprobo de la sociedad y la religión. En este terreno se fue lanza en ristre contra las sanas costumbres de la época con el libro “Por los caminos de Sodoma”, subtitulado “Confesiones íntimas de un homosexual”, lo mismo que con el poema “Roby Nelson”. Además, hacía circular entre sus amigos sonetos de encendido erotismo.

                                                                                                                              Esta agitada existencia no podía causar sino un insufrible desajuste emocional. Su rebeldía congénita chocaba con todo y contra todos. Nombrado secretario de la Legación de Colombia en Buenos Aires, el embajador plenipotenciario, José Camacho Carreño, lo pinta con estas palabras el día que lo conoció: “Tras de unos malhumorados aldabonazos, encontré un mozo dejativo y rudo, de franco mirar que sesgábase a veces con cierta cólera oblicua”.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Su existencia fue tan breve y tormentosa como la del huracán que se destroza contra las rocas a poco tiempo de haber nacido. Tenía 34 años cuando la muerte le dio en Manizales, el 4 de marzo de 1938, la estocada final. Sobre la causa de su muerte leo lo siguiente en los datos biográficos anotados al final del libro que guarda sus editoriales: “Derrame cerebral a consecuencia de su fuerte temperamento le originó el deceso, así como la afición que tuvo por un consumo maldito como el de la morfina. No faltaron las versiones comadreras que atribuían la muerte a un posible suicidio tal vez realizado en busca de emociones indescriptibles por parte de nuestro personaje”.

                                                                                                                              Ignoro quién es el autor de esta ficha biográfica, ni la fecha en que se escribió. Lo cierto es que las “versiones comadreras” de hace siete décadas, cuando ser homosexual representaba una afrenta social que había que ocultar, pueden considerarse el manto piadoso con que se arropó el cadáver de un impío homosexual. El sudario con que se cubrió la vergüenza pública.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              La verdad es esta: el escritor se suicidó con una sobredosis de morfina. Así lo certifica el médico Jaime Robledo Uribe, su amigo, quien lo atendió en la agonía: “Arias Trujillo se fue por la borda. El golpe lo dio con morfina en una dosis tan maciza que cuando el médico llegó no había posibilidad de hacer nada. Ya había puesto los dos pies en los estribos de la muerte (…) su complejo sexual lo estaba llevando a crueles ángulos de misantropía, por su lado, y de aislamiento, por parte de la sociedad. No le valieron ni consejos, ni súplicas, ni efectivas ayudas morales y materiales. Todo lo veía con criterio de náufrago”.

                                                                                                                              Si Bernardo Arias Trujillo no hubiera escrito “Risaralda”, hoy sería un don nadie, un pobre diablo. Lo salvó la literatura. 

                                                                                                                              gustavopaez@cable.net.co

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar