Predicciones

José Fernando Isaza
03 de enero de 2019 - 05:00 a. m.

Antes de los desarrollos de las leyes de la ciencia, que permiten un cierto poder predictivo, para conocer el futuro se recurría a los augures, quienes lo hacían con métodos a veces asquerosos, como observar las entrañas de las aves o la forma y consistencia de las heces fecales de los gobernantes. En el califato de Bagdad se recurría a interpretar las voces que, se suponía, emitían las cabezas de los decapitados. Otro método cruel y desagradable consistía en sumergir en toneles de aceite de oliva a un condenado, alimentándolo de dátiles y ciruelas, al morir se rompía la tinaja y se examinaban sus restos; los historiadores no informan mucho sobre el fétido olor que debía desprenderse. La astrología, otra forma de predicción tan acertada como las anteriores, es ampliamente utilizada y genera buenos ingresos a quienes escriben los horóscopos. Algunas personas afirman que conversan con Dios o con los ángeles, pero la información que obtienen no es muy relevante; hay que ser piadoso, amar a todos, no fornicar, etc. No hay evidencia de que les hayan dicho, por ejemplo, la combinación ganadora del próximo Baloto. Hace unos años, en un departamento al norte de Cundinamarca, un gerente de la lotería sí tenía la capacidad de predecir el número ganador; les transmitía este dato a sus familiares, las autoridades no le creyeron y pasó unos días en la cárcel. De tiempo en tiempo, al abrir un bagre o un bocachico se encuentra un número que rápidamente se difunde y así los locales ganan el “chance”.

La numerología es método tan respetable como los anteriores; el problema para el año 2019 es que no es un número muy interesante; no es primo, no es un número perfecto, no es un número amigo, no pertenece a una terna pitagórica. Un análisis más sofisticado permite algunas predicciones. En números romanos se escribe MMXIX, que puede leerse como que después de la M sigue M-19, es decir que una coalición de Antonio Navarro con Claudia López puede ganar la Alcaldía de Bogotá.

Este año que se inicia será el 1440 de los musulmanes y el 5780 de los judíos; sumando los años de las tres religiones abrahámicas se tiene 9.239, que multiplicado por 2 da 18.478. A primera vista no parece muy prometedor; sin embargo, se acerca a uno de los llamados números amigos. Dos números son amigos si tienen igual suma de sus divisores, por ejemplo, las parejas 220-284; 1.184-1.210; 17.296-18.416. La diferencia entre 18.478 y el número amigo 18.416 es 62. Sergio Fajardo tendría 62 años durante los primeros meses del 2019, por lo cual se puede deducir con la precisión de un astrólogo que tendrá un buen año.

El calendario chino del año 2019 corresponde al Año del Cerdo; cada 12 años se repite el ciclo. Este es el año de los nacidos en 1935, 1947, 1959, 1971, 1983, 1995 y 2007. El horóscopo chino se refiere en buenos términos a las personas pertenecientes al símbolo del cerdo: perfeccionistas, trabajadores, amables, generosos, apasionados, cariñosos, un poco inseguros, etc. Por extensión puede aplicarse el horóscopo del cerdo a quienes no nacieron en los años anteriores, pero que sus amigos o malquerientes identifican con este animal. Será un buen año para las personas del cerdo ampliado.

El poder predictivo de la ciencia está limitado por el fenómeno de no linealidad (caos) y por el principio de incertidumbre de Heisenberg, el físico, no el químico de Breaking Bad.

 

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