Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              06 de enero de 2010 - 09:00 p. m.

                                                                                                                              La modernidad sin horizontes

                                                                                                                              DURANTE BUENA PARTE DE MI INfancia viví en Zipaquirá. Empero, mi rutina cotidiana se desarrollaba mayoritariamente en Bogotá, por lo que casi a diario debía hacer el recorrido entre las dos ciudades.

                                                                                                                              Los paisajes de mi niñez, aquellos idílicos horizontes que sirven de telón de fondo de las evocaciones más entrañables de nuestro pasado son, en mi caso, los panoramas que veía todos los días desde la ventanilla del auto o del bus. La ruta Bogotá-Zipaquirá se ha convertido en una parte importante de mi pasado y, si se me permite, en un reflejo del pasado y el presente de nuestro país.

                                                                                                                              Este fin de semana que pasó, tuve la fortuna de visitar Zipaquirá sin afanes, sin compromisos, sin un propósito definido; tuve la rara posibilidad de pasear (que no es algo distinto que un viaje que se sale de la cotidianidad y en el cual todo, los horarios, los sitios a visitar, los métodos de locomoción, etcétera, son a lo sumo difusos —cuando no del todo improvisados—). Este tipo de viajes son cada vez más raros en el mundo contemporáneo, pues éste nos exige una mayor planeación de nuestro tiempo y, por lo mismo ocuparlo, aún durante las vacaciones, de una manera eficiente; se ha vuelto un imperativo estar atareado a toda hora. Un paseo es sobre todo una anómala oportunidad para pensar, para percatarse del entorno en el que se vive y, ulteriormente, es un tiempo y un espacio de reflexión personal. En este paseo me di cuenta de que todo había cambiado dramáticamente. Hemos olvidado la capacidad de ser testigos de lo que sucede a nuestro alrededor, preocupados siempre por llegar rápido, por alcanzar “metas”.

                                                                                                                              Hasta hace no mucho, la sinuosa carretera tenía tan sólo un carril de ida y otro de vuelta. Hoy la vía es de dos, tres y hasta cinco calzadas (entrando a Bogotá) y el viaje, que duraba entre cuarenta y cinco minutos a una hora, ahora se hace en veinte minutos. De niño, el trayecto se sentía tan largo y tortuoso que uno no tenía más remedio que familiarizarse con la geografía circundante haciendo de cada monte, cada campo, cada floresta, cada cruz de curva, cada restaurante del camino, no sólo un mojón que marcaba el curso recorrido, sino también un compañero de viaje que alimentaba la imaginación infantil. Este paisaje también se percibía como algo distante y aún salvaje, campesino y bucólico, misterioso y, por lo mismo, sagrado. En los campos feraces salpicados de tréboles y dientes de león pastaba un ganado sin mucho pedigrí y, salvo por las ocasionales ventas a la vera del camino o algunas casas campesinas al pie de las colinas, todo parecía natural, esto es, sin mayor contacto humano. Antaño se iba más despacio; no solamente por las limitantes y estrecheces de la carretera sino también porque los autos eran más lentos; se iba más despacio porque el tiempo del recorrido obligaba a parar, necesariamente, un par de veces; porque la carretera entraba a los pueblos lo que no sólo ralentizaba el desplazamiento, sino que también nos ponía en directo contacto con gentes y experiencias distintas.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Llegando a Zipaquirá fui superado a toda velocidad por una moderna camioneta que seguía la misma ruta que yo. Como iba de paseo miré en su interior mientras me rebasaba. Una familia, padre, madre y dos hijos iban también de paseo. El conductor y el copiloto iban silenciosos, con la mirada clavada frente a sí, pendientes de la carretera. Atrás, los dos niños firmemente atados a sus asientos por confiables cinturones de seguridad, miraban embelesados el espaldar de los asientos de sus padres donde se hallaban empotradas dos pantallas de televisión en las que alcancé a ver dibujos animados.

                                                                                                                              Al parecer, ya no podemos estar en un lugar distinto al que carcome nuestros días; antes pasábamos lentamente por otros. Ahora simplemente vamos sin pasar por ningún lugar. Prolongamos nuestra ciudad a nuestros sitios de escape como una sombra que nos abraza con su soliloquio monótono.

                                                                                                                              DURANTE BUENA PARTE DE MI INfancia viví en Zipaquirá. Empero, mi rutina cotidiana se desarrollaba mayoritariamente en Bogotá, por lo que casi a diario debía hacer el recorrido entre las dos ciudades.

                                                                                                                              Los paisajes de mi niñez, aquellos idílicos horizontes que sirven de telón de fondo de las evocaciones más entrañables de nuestro pasado son, en mi caso, los panoramas que veía todos los días desde la ventanilla del auto o del bus. La ruta Bogotá-Zipaquirá se ha convertido en una parte importante de mi pasado y, si se me permite, en un reflejo del pasado y el presente de nuestro país.

                                                                                                                              Este fin de semana que pasó, tuve la fortuna de visitar Zipaquirá sin afanes, sin compromisos, sin un propósito definido; tuve la rara posibilidad de pasear (que no es algo distinto que un viaje que se sale de la cotidianidad y en el cual todo, los horarios, los sitios a visitar, los métodos de locomoción, etcétera, son a lo sumo difusos —cuando no del todo improvisados—). Este tipo de viajes son cada vez más raros en el mundo contemporáneo, pues éste nos exige una mayor planeación de nuestro tiempo y, por lo mismo ocuparlo, aún durante las vacaciones, de una manera eficiente; se ha vuelto un imperativo estar atareado a toda hora. Un paseo es sobre todo una anómala oportunidad para pensar, para percatarse del entorno en el que se vive y, ulteriormente, es un tiempo y un espacio de reflexión personal. En este paseo me di cuenta de que todo había cambiado dramáticamente. Hemos olvidado la capacidad de ser testigos de lo que sucede a nuestro alrededor, preocupados siempre por llegar rápido, por alcanzar “metas”.

                                                                                                                              Hasta hace no mucho, la sinuosa carretera tenía tan sólo un carril de ida y otro de vuelta. Hoy la vía es de dos, tres y hasta cinco calzadas (entrando a Bogotá) y el viaje, que duraba entre cuarenta y cinco minutos a una hora, ahora se hace en veinte minutos. De niño, el trayecto se sentía tan largo y tortuoso que uno no tenía más remedio que familiarizarse con la geografía circundante haciendo de cada monte, cada campo, cada floresta, cada cruz de curva, cada restaurante del camino, no sólo un mojón que marcaba el curso recorrido, sino también un compañero de viaje que alimentaba la imaginación infantil. Este paisaje también se percibía como algo distante y aún salvaje, campesino y bucólico, misterioso y, por lo mismo, sagrado. En los campos feraces salpicados de tréboles y dientes de león pastaba un ganado sin mucho pedigrí y, salvo por las ocasionales ventas a la vera del camino o algunas casas campesinas al pie de las colinas, todo parecía natural, esto es, sin mayor contacto humano. Antaño se iba más despacio; no solamente por las limitantes y estrecheces de la carretera sino también porque los autos eran más lentos; se iba más despacio porque el tiempo del recorrido obligaba a parar, necesariamente, un par de veces; porque la carretera entraba a los pueblos lo que no sólo ralentizaba el desplazamiento, sino que también nos ponía en directo contacto con gentes y experiencias distintas.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Llegando a Zipaquirá fui superado a toda velocidad por una moderna camioneta que seguía la misma ruta que yo. Como iba de paseo miré en su interior mientras me rebasaba. Una familia, padre, madre y dos hijos iban también de paseo. El conductor y el copiloto iban silenciosos, con la mirada clavada frente a sí, pendientes de la carretera. Atrás, los dos niños firmemente atados a sus asientos por confiables cinturones de seguridad, miraban embelesados el espaldar de los asientos de sus padres donde se hallaban empotradas dos pantallas de televisión en las que alcancé a ver dibujos animados.

                                                                                                                              Al parecer, ya no podemos estar en un lugar distinto al que carcome nuestros días; antes pasábamos lentamente por otros. Ahora simplemente vamos sin pasar por ningún lugar. Prolongamos nuestra ciudad a nuestros sitios de escape como una sombra que nos abraza con su soliloquio monótono.

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar