Atalaya

Ludopatía y fútbol

Julián López de Mesa Samudio
07 de marzo de 2024 - 02:05 a. m.

Hace más de 150 años, uno de mis tatarabuelos del lado materno, un rico hacendado de la sabana de Bogotá, lo perdió todo jugando a las cartas: cosechas, pastizales, casas, fincas, dinero, animales… todo. Sus hijos, entre los que se contaba mi bisabuela, hubieron de vivir una juventud llena de penurias y necesidades después de haber nacido en la opulencia. En un santiamén fueron tan pobres que sólo los mayores pudieron ir a la escuela algunos años; los suficientes para aprender a leer y a escribir.

En los países y sociedades musulmanas, los juegos de azar están estrictamente prohibidos pues la adicción a estos es equiparable con la del alcohol y a la de las drogas. Pero el rechazo por los juegos de azar no es sólo del islam. Desde tiempos remotos las grandes religiones del mundo, desde el cristianismo hasta el budismo, miran con sospecha, cuando no con animadversión o franco rechazo, a las apuestas, incluso cuando no las prohíben del todo, por razones similares a las que esgrimen los musulmanes.

La ludopatía es un trastorno psicológico y una adicción clasificada dentro de los “trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos” en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales en su quinta y última edición. La adicción a los juegos de azar puede traer efectos devastadores tanto para los adictos como para sus entornos familiares y sociales. No hay matices. El estímulo que produce el juego para aquellas personas que padecen de la adicción es similar al placer que siente el cocainómano con su vicio. Por ello, en muchos lugares del mundo se considera un problema de salud pública.

En el Reino Unido, la Comisión de Juego informa trimestralmente sobre las estadísticas de prevalencia del juego y del juego problemático (ludopatía). En septiembre de 2022, encontró que el 44 % de la población del Reino Unido había apostado en las últimas cuatro semanas. Se estima que un total del 0,3 % de la población británica es jugadora problemática o está en riesgo de ludopatía. Esto equivale a alrededor de 200.000 de personas. Esta es sólo una estimación y el número real puede ser aún mayor ya que la ludopatía a menudo es un comportamiento secreto y oculto y ha sido históricamente difícil de estudiar.

A pesar de lo anterior, de un tiempo para acá la publicidad de las casas de apuestas por internet ha aumentado exponencialmente llegando a patrocinar los deportes profesionales más populares en el mundo, incluido el fútbol. Esta asociación ha traído mucho dinero a las arcas del futbol a costa de escándalos donde las apuestas, legales o ilegales, hacen su aparición y empiezan a horadar el deporte, como ya está sucediendo, minando de paso el espectáculo y la confianza de los aficionados.

Es de extrañar cómo se pudo eliminar la publicidad de cigarrillos de las actividades deportivas profesionales y se ha logrado imponerle restricciones a la publicidad de bebidas embriagantes en los espectáculos deportivos, pero poco se hace frente a las apuestas y su creciente injerencia en los deportes profesionales.

La publicidad de las casas de apuestas y los juegos de azar debería estar cada vez en la mira de los legisladores pues la frontera entre las apuestas legales e ilegales es difusa y los efectos de la ludopatía son los mismos sean legales o no las apuestas.

Por estas razones, los clubes y dirigentes de la Premier League de Inglaterra se han puesto de acuerdo para que, a partir de la temporada 2025-2026, ningún equipo de futbol tenga en su indumentaria publicidad alusiva a apuestas o juegos de azar, y desde mediados de 2021, en España sólo se permite la publicidad de apuestas y juegos de azar de 1 am a 5 am en cualquier plataforma pública.

Por eso es paradójico que en Colombia algunos sectores se indignen ante la posibilidad de la despenalización del uso recreativo del cannabis para adultos, y a su vez hagan todo lo que está a su alcance por banalizar las terribles consecuencias de la adicción a los juegos de azar y el impacto tremendamente nocivo que tienen en el fútbol.

@Los_Atalayas

 

ferdua(75853)29 de marzo de 2024 - 04:35 p. m.
gracias por hablar de un tema que nos afecta y que parece que nadie se da cuenta, al contrario lo aceptamos como algo normal.
Darío(12941)08 de marzo de 2024 - 01:54 a. m.
¿Más o menos cuántas son "200.000 de personas"?
Caliche(62305)07 de marzo de 2024 - 10:42 p. m.
Te apuesto que estás en el camino equivocado para los intereses de los medios de comunicación. Este problema ha tenido poca acogida en la agenda de los medios, incluso en el gobierno del cambio.
Alberto(3788)08 de marzo de 2024 - 12:14 a. m.
Muy pertinente.
Alejandro(27289)07 de marzo de 2024 - 08:56 p. m.
A los dirigentes del fútbol y a los dueños y directivos de los medios de comunicación esto no les importa. Lo único que interesa es el dinero que ingresa por publicidad.
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