En las pugnas políticas “todo se vale”. Pero eso de dar albergue a las
Farc se les está devolviendo, cual boomerang, a Chávez y Correa, que
empiezan a sentir el “síndrome del computador”. Por su parte Uribe, sin
hecatombe, se va a ver abocado a su segunda reelección.
En medio del impacto del narcotráfico, lo que ha vivido Colombia es una pugna política, vale decir, por el poder. Pero no teníamos antecedentes de que los vecinos se entrometieran tanto en nuestros asuntos. Tal vez por eso, tampoco estaban preparados para afrontar las consecuencias de sus actos, que observan hoy en día con visible preocupación.
No parece anormal que en un mundo globalizado y con unas fronteras tan vivas como las nuestras con Ecuador y Venezuela, existan problemas comunes. Pero eso de afirmar en coro que” limitamos con las Farc” y no con el Gobierno que han escogido los Colombianos, se entiende ahora como un argumento para justificar un hecho que la muerte de Reyes puso en evidencia: que los actuales gobiernos vecinos sabían de la presencia de las Farc en su territorio y les ayudaban mucho mas de lo que hasta ahora se conoce. Se puso en claro que, por el contrario, Colombia limitaba con unas Farc que estaban establecidas en el Ecuador.
Los reclamos de gobiernos extranjeros por las muertes de sus Nacionales me parecen increíbles. ¿Que hacían estas personas en medio de una selva que solo produce coca, con intensas operaciones militares, con el numero dos de una organización armada que ha cometido actos como secuestrar civiles, asaltar aviones en vuelo y hacerlos aterrizar en carreteras publicas, lanzar granadas contra inermes ciudadanos que departen en Paz, como en la zona Rosa, y asesinarlos con bombas, como en el nogal?
Las recientes declaraciones de un Ministro Ecuatoriano acerca del conocimiento que tenían sobre las actividades ilegales del ciudadano del hermano país que murió junto a Reyes dejan mas dudas que las que resuelven.¿ Y que mas sabían? La cosa es tan evidente que no hace falta ver el contenido del computador de Reyes que ha puesto tan nervioso a un Chávez que no debe estar mas tranquilo al conocer su contenido completo pero, al menos, ahora sabe lo que de él se sabe.
A estas alturas nadie sabe como van a reaccionar las Farc ante la propuesta del gobierno de despenalizar los delitos atroces cometidos por miembros de ese grupo, para facilitar las cosas en la intención de liberar a Ingrid y los demás secuestrados. Es sin duda el giro más importante que ha dado el gobierno en la búsqueda de un acuerdo humanitario, ahorrando pretextos para una zona de distensión. También es una muestra de voluntad política. Y sin duda pone otra vez el balón en el campo de unas Farc, ahora más impredecibles, acabándoles de dejar sin argumentos.
Pero todo este escenario en que se ha llegado a hablar de denunciar al Presidente Uribe ante la Corte Penal Internacional, cosa que no pueden hacer mientras esté en el cargo, abre el camino para su segunda reelección, sin que se produzca lo que el mismo llamó “hecatombe”. El asunto se vuelve uno de sobrevivencia personal y no solo de su proyecto político y de la seguridad democrática.
La situación del país, medida por encuestas, ratifica permanentemente el respaldo mayoritario a Uribe. Hace más de un año dije en esta columna que otra reelección no dependía más que de él mismo, de su decisión personal. Creo que el fantasma de lo que harían algunos por conseguir el poder y no solo el de la continuidad de su proyecto, tarde o temprano lo van a llevar a presentarse nuevamente.
Las Farc y el “gobierno” Pastrana, fueron grandes impulsores de la primera y segunda reelección de Uribe. Correa, Chávez y las actitudes desmedidas de sus amigos aquí, están llevando a los colombianos y al mismo Uribe hacia su segunda reelección.
En las pugnas políticas “todo se vale”. Pero eso de dar albergue a las
Farc se les está devolviendo, cual boomerang, a Chávez y Correa, que
empiezan a sentir el “síndrome del computador”. Por su parte Uribe, sin
hecatombe, se va a ver abocado a su segunda reelección.
En medio del impacto del narcotráfico, lo que ha vivido Colombia es una pugna política, vale decir, por el poder. Pero no teníamos antecedentes de que los vecinos se entrometieran tanto en nuestros asuntos. Tal vez por eso, tampoco estaban preparados para afrontar las consecuencias de sus actos, que observan hoy en día con visible preocupación.
No parece anormal que en un mundo globalizado y con unas fronteras tan vivas como las nuestras con Ecuador y Venezuela, existan problemas comunes. Pero eso de afirmar en coro que” limitamos con las Farc” y no con el Gobierno que han escogido los Colombianos, se entiende ahora como un argumento para justificar un hecho que la muerte de Reyes puso en evidencia: que los actuales gobiernos vecinos sabían de la presencia de las Farc en su territorio y les ayudaban mucho mas de lo que hasta ahora se conoce. Se puso en claro que, por el contrario, Colombia limitaba con unas Farc que estaban establecidas en el Ecuador.
Los reclamos de gobiernos extranjeros por las muertes de sus Nacionales me parecen increíbles. ¿Que hacían estas personas en medio de una selva que solo produce coca, con intensas operaciones militares, con el numero dos de una organización armada que ha cometido actos como secuestrar civiles, asaltar aviones en vuelo y hacerlos aterrizar en carreteras publicas, lanzar granadas contra inermes ciudadanos que departen en Paz, como en la zona Rosa, y asesinarlos con bombas, como en el nogal?
Las recientes declaraciones de un Ministro Ecuatoriano acerca del conocimiento que tenían sobre las actividades ilegales del ciudadano del hermano país que murió junto a Reyes dejan mas dudas que las que resuelven.¿ Y que mas sabían? La cosa es tan evidente que no hace falta ver el contenido del computador de Reyes que ha puesto tan nervioso a un Chávez que no debe estar mas tranquilo al conocer su contenido completo pero, al menos, ahora sabe lo que de él se sabe.
A estas alturas nadie sabe como van a reaccionar las Farc ante la propuesta del gobierno de despenalizar los delitos atroces cometidos por miembros de ese grupo, para facilitar las cosas en la intención de liberar a Ingrid y los demás secuestrados. Es sin duda el giro más importante que ha dado el gobierno en la búsqueda de un acuerdo humanitario, ahorrando pretextos para una zona de distensión. También es una muestra de voluntad política. Y sin duda pone otra vez el balón en el campo de unas Farc, ahora más impredecibles, acabándoles de dejar sin argumentos.
Pero todo este escenario en que se ha llegado a hablar de denunciar al Presidente Uribe ante la Corte Penal Internacional, cosa que no pueden hacer mientras esté en el cargo, abre el camino para su segunda reelección, sin que se produzca lo que el mismo llamó “hecatombe”. El asunto se vuelve uno de sobrevivencia personal y no solo de su proyecto político y de la seguridad democrática.
La situación del país, medida por encuestas, ratifica permanentemente el respaldo mayoritario a Uribe. Hace más de un año dije en esta columna que otra reelección no dependía más que de él mismo, de su decisión personal. Creo que el fantasma de lo que harían algunos por conseguir el poder y no solo el de la continuidad de su proyecto, tarde o temprano lo van a llevar a presentarse nuevamente.
Las Farc y el “gobierno” Pastrana, fueron grandes impulsores de la primera y segunda reelección de Uribe. Correa, Chávez y las actitudes desmedidas de sus amigos aquí, están llevando a los colombianos y al mismo Uribe hacia su segunda reelección.