Columna del Profe Montoya: Campeones de la Libertadores

“Un campeón es alguien que se levanta cuando no puede más”, Jack Dempsey.

A muchos equipos les cuesta hacer buenas presentaciones y conseguir resultados positivos al comienzo de los torneos. En ese sentido, Atlético Nacional y el Once Caldas, de Manizales —los únicos campeones de América por Colombia—, no han tenido sus mejores presentaciones en el arranque de la Liga y estarán analizando cómo mejorar. Por ahora hay tiempo, pero este va avanzando y rápido se culmina.

Las personas con mentalidad ganadora están siempre atentas a todos los aspectos para mejorar. Saben escuchar a los demás, procuran mantener unas relaciones interpersonales sanas y cordiales, utilizan la comunicación asertiva y constantemente están construyendo el éxito.

Desde finales del año pasado, Atlético Nacional cambió de cuerpo técnico, aunque creo que pudieron haberle dado continuidad al anterior. Llegó el profesor Autuori, campeón de Libertadores, con mucha experiencia para procurar construir un nuevo proyecto deportivo, teniendo como base los canteranos y rodearlos de jugadores experimentados. Está probando a los futbolistas, evaluándolos en la competencia para luego poder tener una nómina tipo para torneo local y Copa Libertadores. Lo importante es que los jugadores jóvenes aprovechen la oportunidad y vayan progresando personal y futbolísticamente. Por eso el equipo se ve tan irregular en el terreno de juego. Falta más colectividad, pero, con el transcurrir de los partidos, seguramente mejorarán. En cuanto a los jugadores nuevos, Cristian Zapata mostró su experiencia y Sergio Mosquera debe ratificar por qué fue contratado.

El Once Caldas, segundo campeón colombiano de Copa Libertadores, le dio continuidad al cuerpo técnico encabezado por Diego Corredor. Contrató jugadores de experiencia, como Andrés Correa, Sherman Cárdenas y a uno de la casa: Dayro Moreno, quien, como goleador, ya inició su tarea.

Tiene cómo competir. Le falta sincronizar más sus líneas, ser más colectivo, poner en la práctica la idea futbolística del entrenador, mentalizarse de que están jugando en un campeón de América y que su gran afición quiere y anhela volverlo a ver en los lugares de privilegio.