Ya se presentía desde 2006, cuando la revista Time lo nombró a usted y a cada uno de nosotros como personaje del año para exaltar a los ciudadanos anónimos con presencia e influencia en la era de la información. Pero tomó forma cuando la icónica publicación eligió como personaje de 2011 al manifestante, para reconocer a los ciudadanos que salieron a las calles en la Primavera Árabe, en Wall Street, en Madrid y en Chile, nuestro ejemplo más cercano.
En 2017 fueron homenajeadas las mujeres del #MeToo con esa distinción, que un año después correspondió a los guardianes de la verdad, a los periodistas que han sufrido violencia a causa de su trabajo.
Sin duda, toda una saga de movilización social planetaria cansada y desilusionada del sinsentido de esta inhumanidad, cuyas banderas tomaron los protagonistas de este año: los jóvenes de edad, los jóvenes de corazón, los jóvenes deportistas, los jóvenes artistas, los jóvenes desclasados, despolarizados, despolitizados, pero no por ello menos activos en la causa de la recuperación de la dignidad. Esos jóvenes que cada día encuentran más razones en medio de la sinrazón de los descoordinados y abstraídos dirigentes que los ignoran y no dan pie con bola, como el presidente Duque invocando una tal lucha de clases.
Salga, presidente, vaya a la calle para que se sintonice con el clamor de esas voces que le piden que abra su oído a lenguajes impronunciables hasta hace poco, como el de la gramática del amor y la exigencia de la paz como derecho inalienable. Deje de ser la cara de la moneda de antipersonaje del año, cuyo sello ostenta, con arrogancia, su mentor, como lo gritan desde esas mismas voces en la calle hasta medios internacionales como The New York Times.
No caiga en la trampa de quienes le hablan al oído. No crea en la patraña de que la calma llega con las festividades y con el tiempo. Eso creyeron en Chile con la revolución pingüina hace 13 años y mire dónde van. Olvídese de la retórica de la evasión y póngase del lado correcto del camino si, como lo soñó, quiere ser alguna vez personaje de la historia.
@marioemorales y www.mariomorales.info
Ya se presentía desde 2006, cuando la revista Time lo nombró a usted y a cada uno de nosotros como personaje del año para exaltar a los ciudadanos anónimos con presencia e influencia en la era de la información. Pero tomó forma cuando la icónica publicación eligió como personaje de 2011 al manifestante, para reconocer a los ciudadanos que salieron a las calles en la Primavera Árabe, en Wall Street, en Madrid y en Chile, nuestro ejemplo más cercano.
En 2017 fueron homenajeadas las mujeres del #MeToo con esa distinción, que un año después correspondió a los guardianes de la verdad, a los periodistas que han sufrido violencia a causa de su trabajo.
Sin duda, toda una saga de movilización social planetaria cansada y desilusionada del sinsentido de esta inhumanidad, cuyas banderas tomaron los protagonistas de este año: los jóvenes de edad, los jóvenes de corazón, los jóvenes deportistas, los jóvenes artistas, los jóvenes desclasados, despolarizados, despolitizados, pero no por ello menos activos en la causa de la recuperación de la dignidad. Esos jóvenes que cada día encuentran más razones en medio de la sinrazón de los descoordinados y abstraídos dirigentes que los ignoran y no dan pie con bola, como el presidente Duque invocando una tal lucha de clases.
Salga, presidente, vaya a la calle para que se sintonice con el clamor de esas voces que le piden que abra su oído a lenguajes impronunciables hasta hace poco, como el de la gramática del amor y la exigencia de la paz como derecho inalienable. Deje de ser la cara de la moneda de antipersonaje del año, cuyo sello ostenta, con arrogancia, su mentor, como lo gritan desde esas mismas voces en la calle hasta medios internacionales como The New York Times.
No caiga en la trampa de quienes le hablan al oído. No crea en la patraña de que la calma llega con las festividades y con el tiempo. Eso creyeron en Chile con la revolución pingüina hace 13 años y mire dónde van. Olvídese de la retórica de la evasión y póngase del lado correcto del camino si, como lo soñó, quiere ser alguna vez personaje de la historia.
@marioemorales y www.mariomorales.info