Las realidades económicas terminarán imponiéndose

En los tres artículos pasados se han esgrimido una serie de argumentos para lograr una Colombia limpia en el 2035. Lograrlo, en caso de existir la voluntad política, no va a ser una tarea fácil, pero las realidades económicas terminarán imponiéndose. ¿Por qué no será una tarea fácil? Porque el poder mundial de los dueños e intermediarios de los combustibles fósiles es alto. En EE. UU., la meca del libre comercio y la competencia, “Big Oil” logró que Trump obligara a Rusia y Arabia Saudita a plegarse a la OPEP, cuya meta es restringir la oferta para mantener los precios altos. En otras palabras, lo que se fraguó con la aquiescencia del gobierno estadounidense es un complot para esquilmar al consumidor. Sobra decir que si EE. UU. produjera café, ya estaría clamando nuevamente por revivir un pacto cuyo objetivo sería subir artificialmente los precios.

En los tres artículos pasados se han esgrimido una serie de argumentos para lograr una Colombia limpia en el 2035. Lograrlo, en caso de existir la voluntad política, no va a ser una tarea fácil, pero las realidades económicas terminarán imponiéndose. ¿Por qué no será una tarea fácil? Porque el poder mundial de los dueños e intermediarios de los combustibles fósiles es alto. En EE. UU., la meca del libre comercio y la competencia, “Big Oil” logró que Trump obligara a Rusia y Arabia Saudita a plegarse a la OPEP, cuya meta es restringir la oferta para mantener los precios altos. En otras palabras, lo que se fraguó con la aquiescencia del gobierno estadounidense es un complot para esquilmar al consumidor. Sobra decir que si EE. UU. produjera café, ya estaría clamando nuevamente por revivir un pacto cuyo objetivo sería subir artificialmente los precios.

Pero Trump no es todopoderoso. A pesar de su manifiesto apoyo al carbón, hoy en día en EE. UU. se produce más electricidad producto de fuentes renovables que de carbón, por la sencilla razón de que es más barata. Es decir, las realidades económicas terminaron imponiéndose. El hecho es que el costo de la energía solar en los últimos ocho años se ha reducido en un 80 % y el de energía eólica, en dos terceras partes. Tesla anunció que pondrá en el mercado una batería que puede durar 1’600.000 kilómetros. Este año las de los carros convencionales han bajado un 23 %, mientras que las de carros eléctricos han subido el 18 %. El mundo está al borde de lograr que la generación de energías renovables y el transporte eléctrico sean más económicos que con combustibles fósiles. En ese momento, Trump o no Trump, OPEP o no OPEP, las realidades económicas se van a imponer.

¿Debe Colombia dejar que las realidades económicas sean las que dicten el camino energético a seguir? El país tiene todos los recursos para lograr que se multipliquen los proyectos renovables, ya sean solares, eólicos, geotérmicos o biocombustibles. Colombia, de sobra, tiene los terrenos óptimos para el desarrollo de las granjas solares y eólicas. Algunos argumentan que el peligro de la energía solar y eólica es que solo generan electricidad cuando hay luz o viento, desconociendo los enormes avances en baterías que se han hecho. Gigantes como Google han desarrollado algoritmos para que buena parte del consumo eléctrico relacionado con la tecnología de información se direccione a los momentos de generación pico de energía solar y eólica.

El Gobierno igualmente debería diseñar e implementar un modelo de desarrollo eléctrico que privilegie la generación de electricidad limpia y empiece a estudiar a escala nacional los incentivos para electrificar el trasporte, al igual que las necesidades de puntos de recarga en los ámbitos urbano y rural.

Apostilla. Los grandes fondos “buitre”, acompañados de las divisiones “buitre” de otros megafondos como BlackRock, alistan muchos centenares de miles de millones de dólares para comprar finca raíz que ha sufrido durante la pandemia del COVID-19. No puedo ocultar que el aprovecharse de una calamidad me parece repugnante y les deseo a estos fondos que fracasen en su codicia, fracaso que puede ser realidad por tres razones: 1. El comercio de ladrillo está seriamente cuestionado. 2. Los inquilinos ya no van a querer ni poder pagar arriendos onerosos. 3. Muy seguramente se va a necesitar menos espacio de oficinas que en el pasado.