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¿Creció el bicitaxismo y nadie se dio cuenta?

Óscar Sevillano
29 de julio de 2022 - 05:00 a. m.

Lo que sucede en Bogotá con el bicitaxismo es la prueba de que en este país solo se presta atención a los problemas cuando están fuera de control, es decir cuando las soluciones que se propongan no van a servir de nada.

Las primeras advertencias se hicieron durante la alcaldía de Luis Eduardo Garzón y ni él, ni Samuel Moreno, ni Gustavo Petro, ni Enrique Peñalosa pusieron atención.

En días pasados la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, dijo que no había razón para tanto bicitaxi porque ya existían las suficientes rutas de SITP en las diferentes localidades y no dudo que así sea, el problema es que los buses no llegan hasta las profundidades de los barrios donde los ciudadanos necesitan ir, lugares que en ocasiones quedan lejos del sitio donde los deja el transporte público.

Por supuesto que las personas en localidades como Bosa, Kennedy, Fontibón y en algunos barrios de Ciudad Bolívar van a tener motivos para tomar un bicitaxi no importa que hoy se cuente con el suficiente número de rutas de transporte público. Mientras existan ciudadanos dispuestos a utilizar este tipo de vehículos, estos no van a desaparecer así a la administración distrital no le guste.

Entiendo que hay razones para estar preocupado porque un bicitaxi no cuenta con la infraestructura necesaria para proteger al ciudadano en caso de un accidente y, por supuesto, ni su conductor ni mucho menos el dueño del vehículo van a responder.

También es claro que esto migró al uso de motor de gasolina, convirtiendo los bicitaxis en mototaxis, que no son más que agentes contaminantes, como también es cierto que una serie de mafias controlan este negocio y que determinan quienes y por donde deben conducir, además de cuánto deben pagar de cuota, algo que los conductores y dueños del vehículo deben aceptar porque tienen que llegar a sus casas con el alimento para sus familias.

Como vemos, este asunto no se resuelve colocando a la Policía a perseguir a los conductores de estos vehículos porque, insisto, el problema creció tanto que hoy por hoy cualquier solución resulta insuficiente. Además porque esto se convirtió en una manera de rebusque para sobrevivir en una ciudad donde la pobreza abunda.

El censo realizado por la Secretaría Distrital de Movilidad en 2019 revela que en Bogotá circulan al menos, 4.646 bicitaxis, concentrados principalmente en sectores del sur, como Bosa, Patio Bonito y El Tintal. También ruedan en algunos lugares de la autopista Norte, como el Portal de la 170 y por la avenida Boyacá. El 51 por ciento de estos, (2.369), funciona con motor de combustión.

Indiscutiblemente, hoy la cifra es mucho mayor y estamos pagando el haberlo dejado crecer, lo que obliga de paso a dialogar con estos actores para buscar una solución concertada, que no va a llegar al menos durante esta administración.

Cambiando de tema: No entiendo la razón para que los miembros del Centro Democrático estén tan intranquilos con el nombramiento de Iván Velásquez como ministro de Defensa. El es una persona respetuosa, decente y, sería incapaz de utilizar su cargo para hacer algo ilegal como ordenar chuzadas y perseguir a la oposición, periodistas y magistrados de las altas cortes.

@sevillanoscar

 

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