El cinismo de las Farc

Óscar Sevillano
12 de marzo de 2020 - 03:00 a. m.

No sé en qué pueden estar pensando los miembros de la exguerrilla de las Farc al presentarse a la Justicia Especial para la Paz (JEP) y declarar de manera genérica que “pudieron cometer excesos con las personas que estuvieron en la selva durante años bajo su poder en contra de su voluntad”, desconociendo el sufrimiento que puntualmente y de manera específica pudieron causarles,  pero de lo que sí puedo estar seguro es quE resulta bastante infame el no aceptar ni reconocer los vejámenes a los que fueron sometidos durante todos esos años.

Tienen razón quienes hablan con rabia al enterarse de algunas versiones de las Farc entregadas a la JEP porque lo que tuvieron que soportar no se iguala a unas vacaciones en la playa de Cartagena o San Andrés. Fueron años lejos de sus familias, encadenados, soportando largas caminatas, enfermos por las condiciones climáticas de las selvas, expuestos a la picadura de animales propios del lugar, obligados a pasar semanas enteras en condiciones infrahumanas.

Es esta verdad la que se les pide a las Farc y que al parecer se niegan a reconocer, dejando a la JEP en un escenario bastante complicado, porque le hacen quedar como una institución configurada para que los exguerrilleros acudan con el ánimo de lavar sus delitos, desconociendo que esto es un escenario de verdad, justicia y reparación.

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero debo reconocer que con todo y los errores que pudo tener el proceso de Justicia y Paz, este contó con más verdad y sinceridad de parte de los exparas, tanto, que el día menos pensando sus exjefes fueron extraditados a los Estados Unidos, hecho que truncó la verdad a la que tanto le ha temido Colombia.

Parece que las Farc no han caído en cuenta de que no basta con pedir perdón públicamente, porque esto es un proceso que debe reflejar el arrepentimiento y los deseos de trabajar por el bien de la sociedad a la que un día le hicieron daño. Que solo de esta manera podrán ganarse la confianza de todos los colombianos, porque desconociendo los hechos sucedidos durante la confrontación con el Estado a través de las armas lo único que logran es darle la razón a quienes se opusieron a la firma de la Paz.

Por supuesto que Ingrid Betancourt, Luis Eladio Pérez y todo aquel que estuvo en la selva en contra de su voluntad está en todo su derecho de exigir verdad en las declaraciones, al fin de cuentas es lo mínimo que se le pide a quienes dejaron las armas para reincorporarse a la vida civil sin pagar cárcel.

Por otro lado, a los magistrados de la JEP les corresponde hacer respetar la institución que representan, no permitiendo que quienes acudan a ella lo hagan con el ánimo de lavar sus penas contando lo que les conviene y evitando revelar los hechos que les compromete. Ya suficiente tenemos con la justicia ordinaria, que es toda una burla, como para ahora tener que soportar que una institución creada para hacer transición a la paz, se convierta en algo parecido a un circo por cuenta del cinismo de las Farc.

@sevillanoscar

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