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“Ese desastre hay que pararlo”

Sergio Otálora Montenegro
07 de febrero de 2022 - 05:00 a. m.

“Ese desastre hay que pararlo a como dé lugar”, le dijo Pachito Santos a El Espectador, en una patética entrevista, que podría ser incluso divertida si no fuera por la tragedia que hay por detrás de las palabras del exembajador de Colombia en Estados Unidos.

“El desastre” se llama Gustavo Petro, por supuesto. Y en eso andan todos: tratando de frenar al fantasma que recorre a Colombia, “a como dé lugar”. ¿A qué se refiere el experiodista y exvicepresidente de Uribe? ¿A la combinación de métodos legítimos e ilegítimos? En lo que va corrido del año, según lo informa El Espectador, han asesinado a 17 dirigentes populares. Ese es el tejido social desde donde se construye un nuevo país, donde se forman liderazgos y se moviliza a la gente.

Pachito dejó deslizar, además, otras ideas que reflejan el estado de ánimo de la extrema derecha colombiana: la mano invisible de su primo Juan Manuel que abarca todos los partidos y movimientos. La troika Rusia, China e Irán que podría estar detrás de esta ola de gobiernos de izquierda en América Latina. El desencanto con Duque, y el reconocimiento explícito de su fracaso en el manejo del orden público. Y el miedo.

Tienen prendido el botón de pánico. La gran esperanza es que logren crear un “muro de contención” en el Congreso para neutralizar la amenaza “populista”, como lo explicó Pachito. Y desde hace décadas ya sabemos cómo funciona la estrategia del muro: destruyendo, a sangre y fuego, y también por el clientelismo (que ahora llaman “mermelada”) los liderazgos regionales alternativos. Esa ha sido la fórmula para mantener a las castas regionales en el poder, con sus alineados satélites que legislan en Bogotá a su favor.

¿Qué pasa si el llamado “bloque dominante” pierde su influencia en el Parlamento? ¿Qué actitud van a tomar los pachitos, que en Colombia son legión, si se les sale de las manos el control político territorial? ¿A qué nos vamos a enfrentar este año convulsionado si, como todo parece indicar, el uribismo y sus aliados no han podido repuntar a sólo un mes y medio de las elecciones legislativas?

Los candidatos que salgan de las “primarias” de los tres grandes grupos políticos (Coalición Centro Esperanza, Equipo Colombia y el Pacto Histórico), más Rodolfo Hernández, Íngrid Betancourt y Oscar Iván Zuluaga (de pronto hay otro espontáneo), tendrán dos meses y medio de campaña para enfrentar la contienda presidencial del 29 de mayo. El tiempo apremia, no hay mucho espacio para recuperar el terreno perdido.

Nunca había estado tan fragmentada la derecha. Y es la primera vez en veinte años que el uribismo y su gran timonel registran lánguidas cifras en las encuestas. Lo cierto es que, a pesar de algún descontento, el Pacto Histórico (PH) seguirá unido, sumando apoyos, entre ellos la posibilidad de que el Partido Liberal y su malabarista estrella, César Gaviria, se monten en el aparente tren de la victoria.

Lo cual también sería inédito, y una jugada a tres bandas: controlar los ímpetus reformistas del PH desde su interior, mantener su tajada de poder, y remozar la desvencijada cara del liberalismo, mediante el rescate de su desaparecido perfil progresista, enterrado con Gaitán. Sería, por lo tanto, jugarse el todo por el todo, o mejor: del ahogado, el sombrero.

Y en este juego de supuestas alianzas, en dónde se va a parar o, mejor, a dónde irá a parar el famoso Centro de Fajardo, De la Calle, Gaviria (Alejandro), Galán y Robledo.

Es patético. Crearon unas reglas del juego que no aguantaron el primer debate de precandidatos con Betancourt abordo. Se les abrió Juan Fernando Cristo, Fajardo tuvo una triste presentación en el debate de El País, Caracol y La W, y el resto son pequeñas empresas electorales, con grandes egos a la cabeza. Es fácil predecir que, en la alta probabilidad de una segunda vuelta, se dividirán. Algunos asumirán la estrategia de Pachito: “parar a Petro a como dé lugar”, y aliarse en consecuencia con el otro candidato, que aglutinaría a todo el espectro “anti populista”.

Íñigo Errejón escribió en El País de España lo siguiente con respecto al triunfo de Gabriel Boric en Chile: “…Boric no fue un candidato reactivo, no hizo campaña “para frenar a la derecha”. Más bien la derecha hizo campaña para frenarle. La diferencia no es menor, es la que va de la defensiva a la ofensiva, de la alternancia a la superación”.

Ese podría ser el escenario en estas históricas elecciones de 2022.

 

Chirri(rv2v4)08 de febrero de 2022 - 09:05 a. m.
Nada puede detener la voluntad de un pueblo, en su gran mayoría, frustrado y medio comido. Como lo dijo Barrabás desde el balcón de la casa de la señora Genoveva una tarde en mi pueblo natal. Y agregó; Si la derecha está asustada, que se busque su Petro. Pero no olviden, hijos míos: lo más digno, de Uds. es ser parte de las mayorías que han de llevar a Petro a la presidencia en la primera vuelta.
javier(96673)08 de febrero de 2022 - 02:55 a. m.
El tenebroso Pachito no va a amedrentarnos. Pacto Histórico. Petro Presidente.
Victor(52867)08 de febrero de 2022 - 12:43 a. m.
Col está despedazada, y todo su Proyecto de País hecho trizas. Estamos igual, o peor (por virtud de las masacres, el desplazamiento y el hambre) que Vz, Haití o Guatemala, e incluso casi tan infernal como Siria (gracias al CD y su perfil mafioso). Para alcanzar velozmente gobernabilidad y gobernanza es imperativo sumar fuerzas con liberales de ímpetu social y dispuestos a enmendar El Apertu-ISMO
Alberto(3788)07 de febrero de 2022 - 09:52 p. m.
Y no olvidar que al frente de la registraduría está un oscuro y avieso individuo Vega que impuso un "sofware" ídem.
Alberto(3788)07 de febrero de 2022 - 09:39 p. m.
Muy buena columna, muy interesante análisis. No en vano Pachito fue el promotor inicial y co creador del sanguinario y criminal "bloque capital", hecho documentado y comprobado por el que, obvio, jamás ha respondido ante la justicia. Se trata de un sujeto peligrosísimo.
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