El apartamento

Yohir Akerman
25 de agosto de 2019 - 05:00 a. m.

El juez 29 de circuito de Bogotá dejó en libertad al exmagistrado Francisco Ricaurte Gómez ya que pasaron más de 240 días desde la detención del expresidente de la Corte Suprema y no había iniciado el juicio en su contra por los delitos de concierto para delinquir, cohecho, utilización indebida de información y tráfico de influencias.

Es indignante, ya que Ricaurte estaba preso por ser uno de los supuestos cerebros del Cartel de la Toga, caracterizado por negociar fallos de la Corte a cambio de miles de millones de pesos, especialmente, provenientes de congresistas acusados de tener nexos con estructuras paramilitares.

Dentro de las pruebas que ha recaudado la Fiscalía en esta investigación existen grabaciones que evidencian la entrega de sobornos representados en apartamentos, vehículos y lujosos regalos como relojes de alta gama.

Gracias a la lentitud de la justicia el exmagistrado logró volver a la comodidad de su apartamento. Por eso vale la pena darle una miradita a la historia de esa propiedad.

El 24 de febrero de 2009, dos días después de que estallara el escándalo de las chuzadas del DAS revelado por la revista Semana, el entonces magistrado Francisco Ricaurte le dijo a la Fiscalía que las líneas telefónicas de su hogar estaban a nombre del exfiscal Luis Camilo Osorio.

Esto de cara a una declaración para dar inicio a una investigación por las chuzadas a la Corte Suprema de Justicia.

“PREGUNTADO: ¿Está usted dispuesto a suministrar los números celulares, fijos y correos electrónicos que ha utilizado durante el último año, con el fin de llevar a cabo cotejo con la información que se pueda obtener en las diferentes salas de interceptación a cargo del DAS? De antemano, manifestándole que el resultado de este cotejo tiene carácter reservado.

FRANCISCO RICAURTE: Sí estaría dispuesto a suministrar los números telefónicos y el correo privado y oficial, aunque yo no tengo por costumbre comunicarme con mucha frecuencia con los correos electrónicos. Mi celular es 31532XXXXX – 30021XXXXX y los teléfonos fijos son 5629XXX y 5629XXX; los de la residencia son 6556XXX y 6556XXX, teléfonos que están a nombre del doctor Luis Camilo Osorio, exfiscal general de la Nación”. (Ver Formato Entrevista)

Pese a la situación en la que se encontraba la Corte, ya que funcionarios del gobierno de Álvaro Uribe Vélez habían ordenado al DAS chuzar a los magistrados, Ricaurte, en un perfil escrito por la periodista María del Rosario Arrázola, siempre se autodefinió como “un uribista reflexivo” y aseguró que votó en las dos ocasiones por el expresidente de las chuzadas a la Corte y a sus contradictores. (Ver Reflexivo).

Pero volvamos al apartamento que hoy recibe al exmagistrado después de su salida de prisión. ¿Por qué el expresidente de la Corte Suprema dijo el 24 de febrero de 2009 que las líneas de sus teléfonos estaban a nombre del exfiscal general de la Nación Luis Camilo Osorio?

Cuando Francisco Ricaurte era el presidente de la Corte Suprema de Justicia y magistrado de la sala laboral, vivía en arriendo ocupando un apartamento en el exclusivo sector ubicado sobre la carrera séptima con calle 83.

Tal y como lo determinó el periodista Julián Martínez, el inmueble en el que vivía Ricaurte pertenecía al exfiscal Osorio, a quien la Comisión de Acusación del Congreso investiga desde 2013 por una supuesta infiltración del paramilitarismo en la Fiscalía bajo su administración.

Gracias a un informe de la periodista Diana Durán en El Espectador publicado el 17 de agosto de 2017 se pudo establecer cuáles otros bienes tiene Ricaurte y, además, que en 2012 compró dicho apartamento en el que vivía en arriendo a Luis Camilo Osorio a través de un crédito bancario. (Ver Propiedades)

Es importante tener en cuenta que esa transacción se hizo en pleno momento cuando se estaban ejecutando las operaciones ilegales del Cartel de la Toga, por lo cual la justicia tiene que revisar si la compra de ese bien, que hoy puede llegar a costar unos $1.500 millones de pesos, se realizó con dineros provenientes de sobornos y corrupción judicial.

Eso al igual que las otras propiedades del expresidente de la Corte como el apartamento en el barrio La Cabrera, que compró Ricaurte en 2005, un año después de llegar a la Sala Laboral de la Corte Suprema, y que está ubicado a dos cuadras de la vivienda del exmagistrado José Leonidas Bustos.

Un enredo de intereses, apartamentos y ahora dilatación de los procesos, todo para seguir evadiendo la justicia.

@yohirakerman, akermancolumnista@gmail.com

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