¿Cómo debemos reaccionar a las acusaciones contra Ronaldo?

Por Pablo Mejía Sanclemente

Entiendo el debate que se propone en el editorial, ver las denuncias de abuso sexual desde la perspectiva del lector ayuda a entender mejor el contexto. Sin embargo, lo que no se vale —en mi opinión— es que un medio liberal no pueda tomar una postura seria sobre un movimiento cultural que está trabajando contra corriente para equilibrar la balanza de género.

El caso de Ronaldo y el caso de Brett Kavenaugh, este último de mayor impacto cultural, propone una reflexión muy relevante sobre el rol de la mujer en nuestra sociedad. ¿Son nuestros aparatos de justicia justos? ¿Qué rol jugamos como ciudadanos para evitar que el abuso sexual y la discriminación de genero se sigan manifestando de esta forma? ¿Cómo podemos exigir a nuestra sociedad y a nuestras instituciones un tratamiento equitativo sin discriminación alguna?

Lo anterior supone que la reflexión debe ser más profunda, no solo nos debe llevar a rechazar tajantemente cualquier indicio de abuso, nos debe llevar a pensar en cómo podemos desde nuestro terruño empoderar a las mujeres para denunciar —y cualquier persona en general— y a exigir a nuestras instituciones el debido tratamiento.

Independiente del inevitable juicio popular que sufren los protagonistas de estas historias y de la muchas veces injusta crítica y matoneo que dan las mayorías, lo que debe ser incuestionable es que por encima de lo que pensemos, debemos defender a muerte el derecho de cualquiera a denunciar el abuso y exigir con sangre el trabajo serio de nuestras instituciones para impartir justicia.

Por eso veo muy vago el editorial de El Espectador, porque lo encuentro superficial y porque como un medio liberal debe no solo informar con la mayor objetividad posible, sino también proponer reflexiones serias que nos ayuden a tener mejores debates promoviendo una sociedad cada vez más justa.