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Con su mismo

Camilo Herrera
03 de enero de 2010 - 04:00 a. m.

COMO MAGOLA CARICATURIZÓ A COmienzo del año pasado en este diario, 2009 fue el año del “consumismo”: con su mismo carro, con su mismo vestido, con sus mismos zapatos y con su mismo mercadito.

El año de la inflación más baja en más de sesenta años, también será recordado como el año del guayabo del consumo y de las promociones, porque nunca en la historia se había visto tantas en el mercado al mismo tiempo. Básicamente todo el año estuvimos en oferta y con el cansancio de haber comprado mucho en los años anteriores. Sin duda 2009 será un caso de estudio para el mercadeo nacional.

Una inflación cercana al 2%, un aumento del efectivo en el mercado de 5,4% (diez puntos por debajo del promedio), una caída en el comercio, un inesperado aumento de la capacidad de compra del salario por encima del 4% y una sobreoferta de producto local no exportado, dejaron ver un problema ya ampliamente comentado desde esta columna: no existe una política económica para el consumo interno.

Mientras la política económica siga focalizándose en la oferta, las finanzas públicas y las variables monetarias, el consumidor seguirá siendo un convidado de piedra en las decisiones económicas del Gobierno Central.

Es fundamental comprender que al mismo tiempo que somos ciudadanos somos consumidores, porque participamos activamente del mercado y con toda seguridad esta participación es más alta que la que tenemos como votantes. Reconocer a las personas como consumidores es comprender su dimensión de necesidades y de gustos, los cuales son comúnmente eliminados en los análisis sociales.

Todos los días consumimos pero no todos los días participamos en política, por eso es mucho más real y democrático considerarnos como consumidores que como ciudadanos, ya que los segundos exigen derechos y olvidan sus deberes, mientas actuando como consumidores hacemos valer nuestros derechos todos los días.

El año pasado también será recordado por la gran regulación al consumo, que va desde el Pico y Placa extendido en Bogotá hasta la prohibición de fumar bajo techo; todas estas regulaciones dejan ver que nuestra sociedad comienza la inflexión del reconocimiento de la nueva ciudadanía: el consumidor responsable.

El año 2009 nos debe mostrar que las empresas deben planear mejor sus crecimientos de mercado interno considerando las tasas de nacimiento y de renovación, que la base de la pirámide es un mercado olvidado que Asia está colonizando y que el Gobierno Nacional sólo ve al consumidor como fuente tributaria. El mundo entero mira hace mucho en otra dirección y es momento de que el país despierte: el consumo es el camino más democrático al desarrollo y la equidad social. Esperemos que esta piedra mueva el estanque.

*Presidente de Raddarcamiloherrera@raddar.net colombiador.blogspot.com

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