Construir y no destruir

Víctor Muñoz
19 de noviembre de 2019 - 02:00 a. m.

El avance de la economía colombiana es evidente, y esto se observa realizando una comparación simple de las cifras del primer año del presidente Iván Duque con las del primer año del segundo mandato de Juan Manuel Santos; el país va por mejor camino de lo que queremos aceptar.

Los análisis se deben realizar con cifras y no con discursos o debates vacíos, es una comparación objetiva y no política.

Según las cifras del FMI (Fondo Monetario Internacional), el crecimiento durante 2019, primer año de gobierno completo de Iván Duque, será de 3,2 %, mientras que con Santos II en 2015 fue de 3,0 %. La inflación, que ha sido tan cuestionada por algunos analistas, con Duque cerrará en 3,9 %, mientras que en Santos II fue del 5 %. Según el Ministerio de Hacienda y el Banco de la República, el déficit fiscal con Duque en 2019 llegará a 2,4%, mientras que con Santos fue del 3 %. Respecto al incremento real del salario mínimo en Santos II fue del 0,94 %, y con Duque del 2,82 %. Es decir, salvo la cifra de desempleo en la que en el gobierno Santos II en su primer año llegó al 8,4 % y se estima que en el gobierno Duque esté alrededor del 10,2 %, en todo el resto de variables es claro que Colombia está obteniendo mejores resultados y su economía se comporta mejor en 2019 que en 2015.

El indicador de competitividad del Foro Económico Mundial ubica a Colombia en 2019, con Duque, en el puesto 57, mientras que en 2015 con Santos II estaba en el puesto 61; mejoramos cuatro puestos, lo que representa la mejor capacidad que tiene el país para afrontar los embates de una economía globalizada.

Estas cifras nos sirven para evidenciar que Colombia no está en crisis, somos un país que mejora en competitividad, aumenta la inversión extranjera y crece por encima de los países con las economías más grandes de la región, pero la pequeñez de los debates internos no nos permite ver que estamos mejorando y nos concentramos muchas veces en destruir.

Como país tenemos mucho trabajo por hacer y nadie puede estar contento con una tasa de desempleo del 10,2 %, pero es claro que si el consumo de hogares crece, el PIB crece, la inversión extranjera crece y la inflación está controlada, es cuestión de tiempo para que la tasa de desempleo baje y se estabilice alrededor del 8 %. Está más que demostrado que lo único que acaba la pobreza es el crecimiento económico, crecimiento que genera empleo digno y permanente, no las políticas asistencialistas basadas en subsidios insostenibles.

El paro convocado para el 21 de noviembre tiene una serie de menciones a noticias falsas como reformas pensional o laboral, de las cuales no hay siquiera documentos elaborados, venta de activos de la nación que no se han hecho o pago diferenciado de salarios que el Gobierno no ha avalado. No permitamos que las noticias positivas de la economía se pierdan en el paisaje por unos cuantos que quieren con ideas anárquicas sembrar miedo y desorden, invitamos a los que tienen preocupaciones por la tasa de desempleo y por mejorar las condiciones de equidad que hagan propuestas viables y que como país democrático a través de su institucionalidad debatamos sus implementaciones.

La protesta es un derecho, en el pasado la derecha y la izquierda han marchado para manifestar su inconformidad, pero debemos ser claros que SÍ a la protesta pacífica, SÍ a la protesta de ideas, NO a la violencia, NO a los infiltrados, NO a la permisividad que permite vandalizar y atacar el Esmad y los bienes privados y públicos.

La protesta debe ser el escenario del debate de las ideas, el debate de las propuestas, debemos construir y no destruir.

@vicmunro

 

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