¿Conversaciones significativas?

Catalina Uribe Rincón
21 de marzo de 2019 - 05:30 a. m.

En enero del año pasado Mark Zuckerberg notificó a los usuarios de Facebook de un cambio en su algoritmo. Con el objetivo de “unir más a las personas”, el magnate decidió cambiar el objetivo de la red social y enfocarse en ofrecerles a los usuarios contenido relevante que ayude y propicie las “interacciones sociales significativas”. La decisión la tomó basado en estudios que concluyen que entre más conexiones tenga la gente, mayor bienestar tendrá. Para ello el algoritmo les empezó a dar importancia a las conversaciones que más reacciones e interacciones tuviesen.

Después de un año, un artículo de la Nieman Foundation for Journalism mostró que el algoritmo terminó dándoles prioridad a noticias que provocaran enojo o indignación, impulsando así temas polémicos como el aborto, la religión y las armas. El emoticón furioso fue uno de los más usados poniendo a Fox News, la cadena de derecha, en el top de quienes más indignación produjeron y por lo tanto de los más vistos. A pesar de esto, como lo quería Facebook, la participación en la red aumentó significativamente. En el 2018, hubo más publicaciones compartidas, con comentarios, con “me gusta” o con algún tipo de reacción.

Facebook no ha sido el único que ha priorizado “conversaciones”. Twitter e Instagram también buscan que entre más interacciones haya, la publicación tenga más popularidad. De ahí que la fotografía más compartida en Instagram sea la de un huevo en su cáscara, porque aparentemente a 53 millones de personas les urge decir algo sobre un huevo, o que Twitter se haya vuelto un nido de agresiones porque quien más provoca más seguidores genera. Pero ¿son la banalidad de un huevo o la violencia de un insulto interacciones significativas?

De aquí dos opciones: o que estas conversaciones sean de hecho significativas, o que no sean conversaciones. Si sí son significativas, pareciera que la experiencia de conversar que tenemos es realmente una sola sosería, pero en la vida real la tontería se disfraza por la presencia de los cuerpos y se camufla en el olvido. Si no son conversaciones, estas mal llamadas “interacciones significativas” no son más que un grito al vacío de partículas parlanchinas que se disgregan en el ciberespacio. Extrañamente, da más susto lo primero que lo segundo.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar