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Copa Mustang

Iván Mejía Álvarez
07 de febrero de 2009 - 06:20 a. m.

Vuelve el fútbol casero, el de domingo a domingo, vuelve la Copa Mustang y se antoja más emotiva y más competitiva que en los últimos años, pues los equipos han hecho un esfuerzo por armarse, dentro de los limitados moldes económicos que la recesión plantea.

Hoy todos son campeones y todos se sienten aptos para las finales. La realidad indica que el favoritismo sigue siendo limitado a unos cuantos que han movido fichas para intentar mantenerse en la cresta de la ola.

Sobre el papel, se ve bien armado al Júnior que orienta Comesaña. Ciciliano puede ser un magnífico socio para Giovanny, ignorado por Lara en la última convocatoria, y si el central Ceballos responde, el elenco dará que hablar. Berbia es más que Muñoz en el arco.

El Cali apuesta por un recambio a solicitud de ‘Cheché’ Hernández, quien tiene la oportunidad de volver a tomar decisiones luego de ser un pasivo asistente de las locuras y terquedades de Pinto en la selección. Blásquez y Herrón, refuerzos extranjeros, deberán cambiar la historia de los últimos foráneos verdiblancos que han sido un fiasco absoluto. Andrés Pérez, Luis Ómar Valencia y Jamell Ramos aportarán sus condiciones.

El campeón América mantiene la base, sigue apostándole al fútbol veloz y fluido por las bandas, a lo que hagan Arango, Ramos y Cortés corriendo, luchando y haciendo algo diferente. Sus refuerzos no son del otro mundo y el panameño Torres debe pelear el puesto de titular. En cambio Medellín, con un esquema táctico diferente, parece haber superado los traumatismos que significaron la salida de varios jugadores importantes. Su paso por la previa de la Santander Libertadores fue arrasador y sólido.

En Santa Fe, Hernán Darío Gómez quiere apostarle a un fútbol más ofensivo y menos táctico sin perder el orden. La llegada de Ómar Pérez, un exquisito manejador de pelota, con Quintero le puede dar el toque y la posesión de bola que no tuvo durante el torneo anterior. Millos le apuesta a la misma base y el argentino Marinelli y el chocoano Valencia deben ser la inyección para intentar hacer un papel digno que redima los últimos fracasos.

Traer de regreso a Aldo Leao y confiar en la sapiencia  de Luis Fernando Suárez parece ser la fórmula de Nacional, que viene de un gran fracaso.

La Copa Mustang tiene además el retorno de Pinto al banco del Cúcuta; el regreso del Real Cartagena a  la primera división; los esfuerzos del Envigado por ser grande; la seguridad del trabajo siempre coherente de La Equidad; la pelea de Pimentel y Camargo para que Chicó y Tolima salgan bien, tras superar sus shows verbales y sus amenazas de no competir.

Vuelve el fútbol casero, el del día a día, gol a gol, escándalo tras escándalo. Hay torneos mejores, pero ajenos.

 

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