Corrupción en el paraíso

Jorge Iván Cuervo R.
20 de abril de 2018 - 02:30 a. m.

El departamento del Quindío es visto en el imaginario nacional como un paraíso, un lugar ideal para descansar e incluso para pasar los últimos años de la vida disfrutando de la pensión, como se puede ver en la migración reciente de jubilados de diversas regiones del país, especialmente a su capital, Armenia, la llamada Ciudad Milagro.

El paisaje, el clima, la cercanía de todo, la amabilidad de la gente, el costo de vida, hacen de esta tierra un verdadero tesoro ambiental que luego de la crisis del café se ha venido transformando en obligado sitio de turismo, una reconversión productiva que se ha dado sin ninguna planificación.

En este paraíso pasa desapercibida ante el país una clase política corrupta e incompetente que ha sido incapaz de impedir que se deterioren los indicadores económicos y sociales en el departamento, los cuales eran un ejemplo hasta hace unos años, seguramente como consecuencia de la inversión de la Federación Nacional de Cafeteros por medio de los comités de cafeteros, los cuales de alguna manera hicieron las veces de Estado en el Quindío. Con la caída de los precios del café, esa clase política quedó en evidencia y muchos de ellos prefirieron dedicarse al saqueo y al enriquecimiento personal y el de sus familiares y amigos, ante la indiferencia y desentendimiento de lo público por parte de la ciudadanía.

Esta semana la Fiscalía General de la Nación solicitó medida de aseguramiento contra la exalcaldesa de Armenia Luz Piedad Valencia, su esposo y cinco exsecretarios de la anterior administración, por los delitos de peculado, falsedad ideológica en documento público, concierto para delinquir, entre otros, por haber constituido una verdadera empresa criminal para defraudar a los ciudadanos de Armenia con recursos de valorización.

Por su parte, la Procuraduría General de la Nación destituyó e inhabilitó por diez años a la exgobernadora Sandra Paola Hurtado y a otros dos exgobernadores encargados, por realizar convenios administrativos como fachada para contratar empresas sin la solvencia técnica y administrativa necesarias, hechos que la Fiscalía viene investigando con pasmosa lentitud, esperemos que no sea por la filiación política de la exmandataria.

Es necesario recordar que el exalcalde de Armenia David Barros Vélez purga condena —en su finca— de 17 años por varios delitos, y tiene pendiente un proceso más por peculado y lavado de activos; y que la exgobernadora Amparo Arbeláez fue destituida e inhabilitada por la Procuraduría por contratación irregular, en la misma modalidad de generar fachadas para desviar recursos públicos.

Tanto Luz Piedad Valencia como Sandra Paola Hurtado vieron frustradas sus aspiraciones de llegar al Congreso de la República, y hoy sus reinados políticos parecen llegar a su fin, sin que se vislumbre una renovación de liderazgos donde se reivindique lo público más allá del fortalecimiento de otras redes clientelares que se han derivado de estas dos casas políticas y que se nutren del drenaje de recursos públicos, como se pudo ver en las elecciones para Congreso.

En el anuncio de los cargos a la exalcaldesa Valencia, el fiscal Martínez hizo un llamado a los quindianos por el tipo de liderazgos políticos que se habían apoderado del departamento hace ya más de una década, más interesados en el enriquecimiento personal y la politiquería que en la construcción de un Estado eficaz en la provisión de bienes públicos.

El visitante en Armenia advierte un desorden urbanístico y social que contrasta con la magnanimidad del paisaje, es como si no hubiera Estado, como si no hubiera el más mismo rasgo de gobernabilidad. Claro, esa clase política inescrupulosa lo ha reducido a su mínima expresión y lo ha convertido en su caja menor.

@cuervoji

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar