Cuatro cartas de los lectores

Sobre el juez antirrestitución (I)

De lamentar y repudiar lo acontecido, mas es otro claro ejemplo de la extrema polarización en que hemos caído, aunque de momento se ignora si este juez forma parte de algún movimiento político de derecha. Del otro lado, igual, las altas cortes trancan con rigor exegético grandes decisiones del Gobierno, como la Ley de Financiamiento y los procesos judiciales de personajes de este espectro político son juzgados con mayor severidad. Entonces, en el ajedrez de nuestra locura colectiva y de donde menos se espera, surgen actos de este caletre y mucho peores, de lado y lado.

Carlos Morales.

Sobre el juez antirrestitución (II)

Atenta contra los derechos de las víctimas, precisamente, un juez que defiende y justifica la causa de los despojadores. Es una muestra de la entrega que tienen algunos jueces para favorecer a quienes han causado mal. ¿Como así que hay un proyecto de María Fernanda Cabal que justifica su acción? Ahí está la respuesta.

Fernán K.

Sobre Chile

Mientras exista desigualdad y las políticas las dicten desde afuera de los países y no buscando resolver que la mayoría de pobres tengan al menos sus necesidades básicas satisfechas, existirá el caldo de cultivo para que el populismo se aproveche de él y se presenten estas respuestas. A ver si algún día entienden lo que está por estallar si siguen pensando en salarios mínimos del 75 %, reformas pensionales porque no hay dinero y, por otro lado, siguen robándose la plata todos los días.

Luis M.

Sobre empanadas y multas

La banalidad y los asuntos intrascendentes ocupan la agenda de tanto legisladores como de la Rama Judicial, entretenida con este tipo de leyes. Cuando no es haciendo “jugaditas” o sesionando por debates como el de declarar patrimonio colombiano, mediante ley, la morcilla u otros similares. Perdió seriedad el Congreso (se volvió un circo y muy pocos tienen preparación), al igual las cortes se desgastan en sentencias que solo hacen anuncios o suavizan proyectos de ley mal tramitados, como la tal Ley de Financiamiento, la cual finalmente aceptan que es una reforma tributaria y los magistrados no fueron a fondo para señalar lo inconstitucional que era esto. Siguen perdiendo majestad y credibilidad las cortes.

David T.

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