De la trascendencia del producto o servicio

Poco se habla de qué tan relevante es el producto o servicio que las empresas venden u ofrecen. La mayoría de los análisis de mercado se basan en la penetración en el mercado del producto o servicio y la capacidad del mercado de comprarlo. Otros van más allá de ello y analizan la capacidad de compra y satisfacción del producto o servicio. Lo cierto del caso es que, si bien los dos son importantes para incrementar y sostener las ventas de los mismos, lo verdaderamente trascendental es qué tan positivamente impacta ese producto o servicio en la sociedad.

Muchos negocios nacen de oportunidades analizadas por emprendedores o por líderes empresariales con espíritu emprendedor, esto último conocido como emprendimiento corporativo o intraemprendimiento. En finanzas la máxima es que exista correlación entre el riesgo y la rentabilidad. Es decir que cuanto más riesgo exista en el negocio derivado de su producto o servicio mejor rentabilidad tendrá el producto o servicio y por ello la empresa. Esto se puede explicar fácilmente con los créditos otorgados por los bancos a sus clientes. Cuando los bancos analizan la capacidad de pago de los clientes, califican su nivel de riesgo. Así cuando un cliente tiene menor capacidad de pago mayor riesgo y consecuentemente mayor tasa de interés le cobrarán. No obstante, un negocio trascendental para la sociedad podría ser la financiación a bajo costo de los pequeños empresarios o emprendedores a fin de que éstos trasciendan en la sociedad. Lograr equilibrar el beneficio de los bancos o entidades crediticias versus el impacto positivo que tenga en los emprendedores hará de esa entidad financiera una con un verdadero sentido de responsabilidad social corporativa sin que ello lleve a esta entidad a percibir disminuciones de sus retornos.

Así las cosas, los productos o servicios ideados por emprendedores o aquellos que las empresas ya tengan establecidos y colocados en el mercado deberían tener un componente de responsabilidad social corporativa embebido. Esto significa que el producto o servicio sea ético. Y si de definición de ética se trata, debería el producto o servicio impactar positivamente a sus compradores, clientes o consumidores. Es por esto que al ofrecer un servicio o producto, no solo se debe analizar el retorno de inversión y la rentabilidad del mismo sino el impacto social que tiene el producto o servicio en la comunidad. Un ejemplo de esto son aquellos productos que conllevan a los conflictos familiares o que generan una dependencia negativa.

Es por esto que se vuelve vital para la permanencia de la empresa y la longevidad de la misma que cuando se analice el negocio desde su emprendimiento, se analice la trascendencia que el producto o servicio tiene en la sociedad. De la misma manera es necesario que en la producción de los productos o servicios se utilicen materias primas y mano de obra con altos estándares éticos. Especial cuidado se deberá tener al conocer cómo y con qué mano de obra y materia prima los proveedores producen las materias primas que compran los emprendedores para producir sus productos. Tener claro cuál es la huella que llevan todos sus interesados claves será el futuro de los análisis financieros y no financieros de los mercados. Buscar productos o servicios que impacten y trasciendan positivamente es la verdadera tarea de un emprendedor positivo.  

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