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De sainete

Piedad Bonnett
13 de septiembre de 2020 - 05:00 a. m.

El lunes 7 de septiembre, el periódico El Tiempo anunciaba, en lugar destacado en primera página, que el Gobierno tenía —por fin— un plan de acción contra las masacres. Se le abona a ese diario el uso de este término, que tiene las connotaciones de horror que ahora el Gobierno aspira a dulcificar con el eufemismo “homicidios colectivos”. Como se han venido clamando desde distintas instancias medidas urgentes frente a este tipo de violencia, que viene creciendo de modo aterrador, decidí leer con atención —y esperanzada— en qué consisten las estrategias con las que la policía judicial, Dijín, aspira a enfrentar las masacres. Y me encontré con algo increíble, frente a lo cual no sé si reír o llorar.

Resulta que nuestro inefable ministro de Defensa anunció la creación de una unidad especial para este fin, al frente de la cual está el coronel Gelber Hernando Cortés, encargado de anunciar a la prensa siete variables que ese cuerpo élite tendrá en cuenta para llevar a cabo su tarea. Ya el hecho de que el mencionado coronel se sume a la denominación “homicidios colectivos” deja claro que está en la misma tónica de su jefe. Apenas natural. Pero cuando uno lee punto por punto en qué consiste lo novedoso de lo que van a hacer, se queda boquiabierto. ¿Por qué? Porque es lo mismo que se ha hecho siempre, pero dicho de manera rebuscada. Perdone, pues, el lector que tenga que transcribir lo que el coronel contesta cuando le preguntan qué es lo nuevo:

1) “Reporte del incidente a las entidades responsables”. (Valga la pena anotar que “incidente”, según el diccionario, se aplica a algo sin mucha importancia, o a una riña o pelea. Por supuesto no a una masacre).

2) La caracterización de los hechos connotados como homicidio colectivo. (En palabras simples, me imagino que debe ser descripción de los hechos).

3) “Y de mucho cuidado”, anota el general, “la preservación del lugar de los hechos”. ¡Qué novedad! No manipular nada en la escena del crimen.

4) “El desarrollo de los llamados actos urgentes”, que, según explica, no es otra cosa que decidir quiénes serán los miembros de policía científica y criminalística que estarán al frente del caso.

5) y 6) “se basan en las actuaciones, en la indagación e investigación, que tienen que llevar a la identificación y captura de los actores criminales”. Mejor dicho, el meollo de la cuestión, pero sin contenidos estratégicos visibles, ni nada que amerite creer que ahora sí, por fin, van a poder dar con los perpetradores y detener las masacres.

Y 7) “la microgerencia”. Punto. ¿Qué será eso? Averígüelo, Vargas.

Ante una situación gravísima, pues, la propuesta avalada por Carlos Holmes Trujillo parece de sainete. Como lo es también un gobierno en el que al presidente lo que se le ocurre decir a raíz de la muerte del abogado Javier Ordóñez a manos de la Policía es que “hemos visto hechos dolorosos el día de hoy, pero hemos visto también la actitud gallarda, férrea no solamente de los comandantes de la Policía sino también del ministro de la Defensa y de toda la institucionalidad”; mientras que el coronel Borja, encargado del caso, usando el lenguaje de moda, lo que propone es “suspender de la actividad operativa y pasar a administrativo a los policiales inmersos en los hechos”. Ufff.

 

Adrianus(87145)17 de septiembre de 2020 - 08:44 p. m.
Sin más palabras: un gobierno fascista.
Oscar(5340)15 de septiembre de 2020 - 06:10 a. m.
Es el lenguaje ....cástrense !
Tayrona(31467)13 de septiembre de 2020 - 05:12 p. m.
Ah pacatos, petardos peleles!. Nunca aprenderán lo que es el dolor de un pueblo!.
Orlandal(56030)13 de septiembre de 2020 - 12:44 p. m.
Lo que resulta evidente es que las masacres u homicidios colectivos como se quieren adornar con floricultura, revivieron desde cuando comenzó el gobierno de Iván Duque y arreciaron desde el momento en que apresaron a su padrino. ¿Alguna duda?
  • Alicia(1840)14 de septiembre de 2020 - 01:34 p. m.
    Verdad de a puño, don Orlando. Todavía son muy visibles las cicatrices en las víctimas de las décadas 40, 50 y 60 y en la psiquis de todos su descendencia. Niños, a estudiar Historia Patria e Historia Universal, ojalá con personas como la doctora Dianita Uribe. Muchas gracias, señora Piedad.
Atenas(06773)13 de septiembre de 2020 - 12:17 p. m.
Olvida la desmemoriada poetisa y escritora Bonnet q' esto es un voraz incendio de proporciones mayúsculas q' dejó prendido el nefasto Santos, cuya intensidad alimenta el combustible del narcotráfico. ¡Ahh!, pero eso qué importa a quienes viven en la capital, allá hacen sus retorcidos diagnósticos mientras en la provincia padecen la mortal criminalidad. Fácil labor la de estos opinadores.
  • -(-)14 de septiembre de 2020 - 01:08 p. m.
    Este comentario fue borrado.
  • Alvaro(14090)13 de septiembre de 2020 - 08:26 p. m.
    Otro de la bodega "uribista", nefasto su grado de entendimiento"atenas 06773"
  • Orlandal(56030)13 de septiembre de 2020 - 12:50 p. m.
    Estudiar historia no le hace mal a nadie sino, por el contrario, ayuda a aclarar las entendederas. El último incendio que aún no se ha podido extinguir lo inició Mariano Ospina Pérez en connivencia con su jefe Laureano Gómez en 1946 en su afán sectario de eliminar de raiz al liberalismo con el manido cuento de evitar que el comunismo se tomara el poder.
  • -(-)14 de septiembre de 2020 - 01:33 p. m.
    Este comentario fue borrado.
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