De sindicalista a magnate: el nuevo presidente de Sudáfrica

Santiago Villa
19 de febrero de 2018 - 11:45 p. m.

Al tiempo que Ciudad del Cabo se queda sin agua, el Congreso Nacional Africano gana un poco de aire. Cyril Ramaphosa, el nuevo presidente de Sudáfrica, tuvo la esperanza de suceder a Nelson Mandela en 1998, pero sus rivales políticos lo echaron a un lado. 

Durante la década y media que estuvo alejado de la política, Ramaphosa se dedicó a hacer dinero.

Siempre escaló posiciones desde las marginalidades. La primera fue la pobreza. La infancia de Cyril, el segundo de tres hermanos, fue modesta. Fue hijo de un policía retirado, y su historia sigue la de aquellos personajes que se fortalece con la adversidad. Lo que se llama, tomando un anglicismo, la resiliencia.

En un país donde la etnicidad, a pesar del fin del apartheid, aún tiene una importancia desmesurada en la vida cotidiana, y todavía más en la política, es significativo que el nuevo presidente sea un miembro de la tribu venda, y no de las tribus con la población mayoritaria: la xhosa y la zulu. Durante su infancia, Ramaphosa era objeto de burlas por ser venda. Dado que es una tribu que se asocia con el trabajo rural, sus compañeros de ciudad solían tratarlo como un campesino venido a más, a pesar de haber nacido en la ciudad de Soweto, la gran barriada de trabajadores que colinda con Johannesburgo.

Estudió Derecho y desde la tercera marginalidad se hizo la actividad que lo llevó a la vida política: el sindicalismo. Durante los años 70 y 80, mientras llegaba a la alta dirigencia de los sindicatos nacionales y fundó el que llegó a ser el más grande de todos, el Sindicato Nacional de Mineros, Ramaphosa entraba y salía de la cárcel por delitos políticos.

Cuando el gobierno apartheid del Partido Nacional aceptó una transición política, Cyril Ramaphosa se convirtió en uno de los principales negociadores de los procesos que llevaron a una nueva constitución. Su trabajo como líder sindical le daba experiencia resolviendo desacuerdos en torno a una mesa.

El "Show de Roelf y Cyril" fue el nombre jocoso que se le dio a dos de las cabezas de las mesas negociadoras de transición política y económica: el sindicalista Cyril Ramaphosa y el empresario Roelf Meyer. Cuando las negociaciones estaban por hundirse, Cyril y Roelf tenían conversaciones directas, o iban a pescar —un a que comparten—, y encontraban un camino adelante.

Con sus ambiciones políticas frustradas, Cyril Ramaphosa pasó del bando de los sindicalistas al empresariado. A partir de 1997 creó varias compañías favorecidas por el nuevo sistema de Empoderamiento Económico Negro. Su gigante de telecomunicaciones, MTN, fue la más grande en Sudáfrica y opera en varios países africanos. Entre las empresas extranjeras que Ramaphosa representaba en Sudáfrica se hallaban, además, gigantes como McDonald's.

Las empresas mineras en las que tenía intereses suscitaron controversia. Dado que Ramaphosa nunca fue una persona demasiado alejada del poder político, se han hecho denuncias —que Ramaphosa insiste nunca han sido comprobadas— de que las empresas de carbón en las que tenía participación se vieron favorecidas por el gobierno.

Su cuestionamiento más fuerte es otro. La compa minera, Lonmin, de la que era miembro de la junta directiva, sobrellevó una larga huelga que terminó con un enfrentamiento directo entre los huelguistas y la policía. 16 huelguistas murieron en la que se conoce como la Masacre de Marikana. Se le ha acusado de hacer lobby ante el gobierno como miembro de la junta directiva para que se catalogara a la huelga como "criminal".

Cyril Ramaphosa tiene un pasado tan complejo como la nación que ahora lidera, y es el presidente que tiene la experiencia más rica para ocupar este cargo. Si bien tendrá la capacidad para estabilizar la imagen política y económica de un país sacudido por los escándalos de corrupción del presidente anterior, es difícil saber si Cyril Ramaphosa será la persona para luchar contra uno de los más duros retos de Sudáfrica: la desigualdad económica.

Twitter: @santiagovillach

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar