De una hija de Teófilo Forero

Cartas de los lectores
14 de marzo de 2019 - 05:00 a. m.

Soy Galia Forero Mora, hija de Leonilde Mora de Forero y Teófilo Forero Castro. Escribo porque al leer el texto en El Espectador (“En mi infancia había un muerto diario”, 27/02/19) donde se menciona a mi padre y madre, encuentro que está lleno de falsedades.

Por la memoria de mis padres y por el respeto que se merecen los lectores del prestigioso diario El Espectador, quiero pedir que se rectifiquen los siguientes hechos:

Mi madre, Leonilde Mora de Forero, fue la única esposa que tuvo mi padre Teófilo Forero Castro. Escriben que fue la primera esposa. Remítanse a las fuentes originales como son el semanario Voz y los hechos. Si mi madre fue a quien asesinaron al lado de mi padre, era porque ellos estaban casados y vivieron todo el tiempo juntos; adicionalmente, ese día iba a hospedarse en la casa de ellos el señor Antonio Sotelo, quien fue también dirigente del Partido Comunista de Córdoba y asesinado junto con ellos.

Sobre la supuesta pataleta de la niña Andrea, debe aclararse que en esos días mi padre Teófilo Forero se encontraba en el congreso del Partido Comunista, organizado por él. Precisamente por ese motivo era que se encontraba en Bogotá el señor Sotelo. Por lo tanto, esa supuesta pataleta es una falsedad.

La señora Andrea dice que nació en una cárcel, porque su madre estaba presa por repartir propaganda. Cabe recordar que en esa época no se tenían los recursos para repartir volantes; se utilizaban carteles que se pegaban en los postes. Pero eso no podía dar cárcel para que se tuviera una hija en ella; ella estuvo presa por falsificación de documentos que acreditaban algunos estudios que no realizó.

Cuando nació la señora Andrea, mi padre era concejal y nunca la tuvo adscrita a la seguridad social, lo cual demuestra otra vez esas mentiras.

Lo que todo el mundo sabe es que esa mujer fue una hija extramatrimonial con una señora que era enfermera y que siempre mi padre la ocultó, tanto a mi madre como a nosotros y a la familia en general. Solamente me enteré de la supuesta existencia de ella después del asesinato de mis padres. Ahora ella quiere tener protagonismo y quiere hacer figurar a su madre como la segunda esposa o compañera permanente únicamente porque quiere sacar provecho social, político y económico. Pero los hechos no mienten.

Es claro que nosotros tenemos pruebas documentales como testimoniales para aseverar todo lo anterior.

El caso de mis padres se encuentra en la OEA y todo esto puede considerarse una prueba amañada de la situación jurídica de la madre de la señora Andrea.

Galia Forero Mora.

Envíe sus cartas a lector@elespectador.com.

 

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