#DefendamosLaPaz

Luis I. Sandoval M.
23 de abril de 2019 - 09:00 a. m.

El país vivió una coyuntura crítica entre el plebiscito (octubre de 2016) y las elecciones para el cambio de gobierno (junio de 2018). Ahora, durante los meses que van de gobierno del Centro Democrático y aliados, el país vive una coyuntura trágica. Lo paradójico y a la vez alentador es que esa nefasta circunstancia no ha conducido al silencio y la pasividad sino a un extraordinario despertar ciudadano, social y popular. 

El miércoles 20 de febrero tuvo lugar un hecho de extraordinaria importancia en el Centro Cultural Gabriel García Márquez de Bogotá: la presencia amplia, multicolor, entusiasta, lúcida, convergente, de quienes, personas y colectivos, están decididos a no dejar morir la paz imperfecta iniciada por el gobierno anterior y sometida ahora al lecho de Procusto por el actual. Así surgió la iniciativa #DefendamosLaPaz

Colombia no viene de la experiencia de un gobierno progresista o de izquierda como otros países latinoamericanos, pero sí de un gobierno liberal democrático (2010-2018) que tuvo el valor y el acierto de diferenciarse de los sectores más conservaduristas al aceptar que en el país ha habido durante décadas un conflicto político armado y que de él es preciso salir mediante diálogos y acuerdos de paz.

Impedir a toda costa el cambio, así éste no sea sino una acotada reforma, es el objetivo de las fuerzas conservaduristas viejas o emergentes. Pero no tienen las derechas el camino totalmente despejado: ahí está el acuerdo de paz con su horizonte de transición modernizante y democratizante, ahí está la respuesta de movilización social sin precedentes, ahí está la confluencia electoral renovadora que ha alcanzado guarismos de altura inusitada y que se prepara para nuevos avances.

Hay una ola de acciones democráticas en ascenso. Tengo en la retina las marchas en el país y en el exterior por la paz y contra la impunidad, las mingas por la vida, la paz y el territorio, los velatones por la vida de los líderes sociales, los refugios humanitarios con asilatón, las protestas contra el Plan de Desarrollo repleto de micos regresivos, los congresos, asambleas y cumbres sociales que generan mandatos democráticos, los acuerdos en curso, región por región, para los comicios territoriales de octubre… Se conjugan deliberación, movilización, mandato y voto. 

La ciudadanía colombiana está mostrando, desde todos los ámbitos territoriales y sociales, una insospechada capacidad de indignación y resistencia al retroceso que, en todos los campos, conlleva para el país el gobierno instalado el 7 de agosto de 2018. No cumple acuerdos de Estado, desestima el justo reclamo social, renuncia a una elemental postura de autodeterminación y soberanía... 

Hay iniciativa, hay propuesta, hay acción ciudadana que configura el avance de un sujeto político plural que no se mueve en la perspectiva de una nueva polarización sino que plantea (algunos de sus actores lo han esbozado) un acuerdo sobre lo fundamental, un pacto político que haga viable el país, una agenda nacional de mínimos para encuadernar el país y abrirle amplio espacio al juego de pluralidad con garantías reales para todos: ¡sin violencia! 

Ni más ni menos: ¡monopolio garantista de la fuerza en un Estado social y democrático de derecho como lo prevé la Constitución Política! 

La iniciativa #DefendamosLaPaz forma parte de esa sorprendente explosión de iniciativas ciudadanas. “Quienes nos reunimos en este proyecto vamos (…) a asumir la paz como política de Estado y a contribuir a sumar nuevos logros que la consoliden definitivamente” (Declaración constitutiva), “desde la pluralidad que representamos les hacemos un llamado /a los comandantes del Eln/ a que cuanto antes anuncien a Colombia un cese unilateral del fuego y de hostilidades” (04.04.19), “expresamos nuestro total respaldo a la JEP” (11.04.19), “matar lideresas y líderes sociales es un crimen contra la paz” (14.04.19). 

Estos pronunciamientos tienen la autoridad de la enorme diversidad política, social, académica y regional que caracteriza al Movimiento Defendamos la Paz.  Textos completos: 

https://drive.google.com/drive/folders/14GcXt3JGLuz4sB68H9Z8Ut_zn6YxpDze?usp=sharing

La iniciativa #DefendamosLaPaz, si se mantiene y desarrolla, puede significar que el país cree una amplia fuerza de resistencia al retroceso instaurado por la derecha colombiana sintonizada con otras fuerzas y gobiernos de similar signo en el continente. La clave está en que el posacuerdo de paz se convierta en un auténtico proceso de reconciliación nacional. Colombia merece, en el año bicentenario de la Independencia, poner las bases de un nuevo comienzo. ¡Hay esperanza!

@luisisandovallucho_sando@yahoo.es 

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