Del tú al usted

Fernando Araújo Vélez
02 de junio de 2018 - 02:48 a. m.

A veces, hablar o escribir de tú me parece tan cercano, tan amable e incluso tan dulce, que me siento hipócrita, uno más de los cientos de millones de amigos cercanos a los que bombardean con felicidad la televisión, las redes, las pancartas, la radio, los diarios y cuanta cosa pueda llevar un mensaje. Mensajes de amistad, mensajes de cercanía, mensajes de que la felicidad se puede comprar a la vuelta de la esquina y de que es alegre, una fiesta. Mensajes de colores vivos y formas queribles, con canciones pegajosas que invitan al amor, y que venden el amor, porque el amor con todas sus ramificaciones es el más grande de todos los negocios, y la soledad, su contraparte, su gran enemigo, el mayor de todos los peligros.

Hablar de tú es amoroso, creen los que hablan de tú. Hablar de usted es distante. El tú es solidaridad y afecto. El usted, barrera y autoridad, dicen. El tú, compañía. El usted, soledad. El tú es como esta moda de los besos, los abrazos y los diminutivos, que en el fondo no es más que una máscara para esconder el miedo a estar solos con el que nos ha bombardeado el sistema con todas sus armas. El usted, en cambio, es empezar a admitir que hay diferencias y distancias, que no es igual quien hizo una obra y se jugó la vida por esa obra, a quien se dedicó a coleccionar cartones de universidad, compró una camioneta último modelo y logró que otro tú lo nombrara en un alto cargo. El tú a veces me parece tan maquillado que elijo el usted como una declaración de principios.

El tú me va pareciendo un triunfar de cualquier manera, casi siempre, con zancadillas y puñaladas por detrás, y el usted, un poner en duda el triunfar, y concluir que si triunfar es la trampa, es preferible fracasar. El tú es llegar al otro lado de un jardín por la mitad, pisoteando todas las flores. El usted, dar el rodeo y ver las flores, por más salvajes que sean. El tú es la meta. El usted, el camino. El tú me suena a te quiero y quererte es el fin, y el usted, a lo valoro y voy más allá de mis frágiles y fáciles sentimientos para intentar ser justo. El tú es efectista. El usted, sugerente. El tú es la victoria del éxito, y el usted, la lealtad, la dignidad y esos valores que se han ido diluyendo. El tú es querer que te quieran sin darte cuenta de que por estos tiempos, los afectos son una fórmula. El usted es ir más allá de esa fórmulas.

Fernando Araújo Vélez

Por Fernando Araújo Vélez

De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com

 

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