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Dignidad

Aura Lucía Mera
13 de abril de 2021 - 03:00 a. m.

Es inconcebible que, por miserables tres votos, la Cámara de Representantes (no sé representantes de quién) haya hundido la regulación sobre la eutanasia y la muerte digna en Colombia. O, viéndolo bien, era de esperarse... Un país donde ni la vida ni la muerte se respetan no conoce la palabra “dignidad”.

Ni dignidad para vivir. Somos uno de los países más inequitativos del mundo, donde la pobreza, la miseria, los tugurios y la mendicidad forman parte del paisaje; donde los ríos llevan arrastrando cadáveres hinchados sin que nadie se inmute; donde se practicó con arte el “corte de franela”; donde se juega fútbol con la cabeza de un niño; donde se asesina sistemáticamente a líderes sociales; donde se han cometido a mansalva miles de falsos positivos en los que paramilitares y Ejército se confabularon para desaparecer a jóvenes inocentes y arrastrarlos disfrazados de guerrilleros a la muerte; un país que tuvo una guerrilla inmisericorde durante décadas.

Un país donde el mayor proyecto del actual Gobierno es “hacer trizas la paz”, donde siguen apareciendo fosas comunes... Un país que se opone a la Jurisdicción Especial para la Paz, un país que se salta los derechos humanos o no se los salta porque jamás han existido.

Un país en el que la vida no significa nada tiene la doble moral de vetar la muerte digna. Tres votos y ya está. La eutanasia para evitar sufrir indignamente y sin esperanza queda sin regulación.

España, el país del que heredamos todo lo perverso del catolicismo, ya aprobó la ley. Y aquí, donde la muerte salvaje y violenta es lo normal, no se deja que un ser humano decida dejar de sufrir y entrar al cielo o a la gusanera por voluntad propia.

Como dicen en España: “No nos hagamos los estrechos que nos cabe un piano”.

Yo, personalmente y en pleno o uso de mis facultades, llevo desde hace varios años en mi billetera mi carné del DMD: Derecho a Morir Dignamente. Dos de mis hijos firman como testigos. Quiero cerrar los ojos en mi casa, en mi cama y no ser víctima de la “encarnización médica” que pretende usar toda la tecnología para mantener al paciente intubado, lleno de mangueras y bolsas, aislado de sus seres queridos, como si fuéramos conejillos de indias.

La tecnología médica ha deshumanizado la medicina. Las llamadas “especializaciones” son la cereza del helado. Y el “paciente” no es un ser humano integral, sino que se lo trocea: al del hígado le importa un carajo el páncreas, el de la columna no sabe dónde queda el corazón, el de la vesícula no sabe qué es el cerebro. Así vivimos y morimos en pedacitos, como un rompecabezas. Los médicos generales que ven el panorama real, el esqueleto completo con todos sus órganos, desaparecieron del mapa. Ya estamos como la paz, vueltos trizas. El juanete no tiene nada que ver con la otitis... ni siquiera con el peroné. Además están los tubos, los electrodos, las mangueras y bolsitas.

Tuve la fortuna de ver morir a mis seres más queridos, papá, mamá, hermana, en sus camas, en sus casas. Dolorosas despedidas que dejan hueco eterno en el alma, pero sin tubos, sin aislamientos, sin visitas reguladas.

¡Sí al derecho a morir dignamente! ¡Sí al derecho a la eutanasia! ¡Sí al derecho a vivir dignamente! ¡Sí a la paz! No más violencia. No más asesinatos de líderes. No más feminicidios. ¡No más sangre!

Posdata. Los interesados en su carné con la última voluntad pueden acudir a la Fundación Derecho a Morir Dignamente (DMD). Fundación que lleva trabajando y asesorando en Colombia más de 40años. Este se renueva cada año. Vida digna, muerte digna. Es su decisión.

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Ewar(6960)14 de abril de 2021 - 01:09 a. m.
Ese congreso se parece a los taurófilos, prefiere que los seres humanos al igual que los toros, mueran en la lucha, babeando, sangrando, bramando, etc.
jairo(31960)14 de abril de 2021 - 01:01 a. m.
muy bien. tambien soy asociado
UJUD(9371)14 de abril de 2021 - 12:55 a. m.
En este momento estamos condenados sin vacunas.
rodrigo(82201)13 de abril de 2021 - 10:46 p. m.
Cierto estuvimos cerca pero lo mejor no hay que buscar los votos que faltaron en la caverna , fueron delo llamados liberales que antes votar un proyecto miran su coto electoral no por principios si no el devengar y seguir mamando del estado hay que apoyar estos valientes y que lo vuelvan a presentar seguro que va pasar eso no hay duda por eso hay que fijarse mucho por quien se va a votar
Libardo(10892)13 de abril de 2021 - 10:09 p. m.
La eutanasia se aplica en Colombia a los niños excluidos, enfermos terminales de carencias fundamentales absolutas. La dignidad, valga recordar, la transmiten las madres con los calostros. Nuestros dirigentes no mamaron, tal vez por eso succionan, sin rubor, al prójimo o a las arcas del Estado.
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