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Comunidad y desarrollo

Dos años de gobierno: Iván Duque y Marta Lucía Ramírez

Uriel Ortiz Soto
19 de agosto de 2020 - 05:00 a. m.

Con el debido respeto por la alcaldesa Claudia López, debería dedicarse a gobernar dentro de lo que es su jurisdicción y no inmiscuirse en asuntos nacionales, que son competencia del presidente de la República.

De continuar con tantos desafíos y animadversiones contra el presidente Duque, ella misma está generando vientos de revocatoria, en la mente de miles de bogotanos.

El pasado 7 de agosto se cumplieron dos años de gobierno del presidente Iván Duque Márquez y la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, quienes le están demostrando al país una forma de gobierno serio y honesto, comprometido en sacar adelante planes y programas de desarrollo para todos los sectores urbanos y rurales de la población colombiana.

Desde luego que no la han tenido fácil, pues recibieron una administración al garete, desordenada y corrupta —tal cual lo vienen señalando respetables medios de comunicación—. La administración Santos se caracterizó precisamente por eso, por corrupta, sin escrúpulos hasta más no poder. Sin embargo, como en este país no hay justicia, nada ha pasado. Los pillos y ladrones de cuello blanco que se lucraron con los saqueos, chanchullos y peculados están libres, disfrutando de inmensas fortunas y extravagante vida privada, todo a costa del sufrido contribuyente que se encuentra pagando los platos rotos con el sudor de su trabajo por los dineros mal habidos de los funcionarios corruptos del gobierno Santos.

La lucha contra la corrupción en el actual gobierno ha sido una campaña sin cuartel, con el fin de desestabilizar una serie de grupos integrados por funcionarios de cuello blanco en la administración pública. Esperamos que esta lucha continúe, pues la corrupción en la administración pública de nuestro país viene de muchos años atrás, con ramificaciones en todos los entes regionales y municipales.

No obstante las dificultades iniciales, el gobierno de Iván Duque y Marta Lucía Ramírez continúa adelante, dando buenos resultados. Aun a los más escépticos les parece que es un gobierno bienintencionado, responsable y honesto, con el propósito de continuar luchando por el país. Los programas de vivienda y territorio se están implementando en casi todos los departamentos y son miles las familias beneficiadas con vivienda de interés social.

Hay que abonarle que, a escaso año y medio, apareció la pandemia del COVID-19, que ha colocado a Colombia y al mundo en un estado de postración tal, que las economías y todas las actividades se encuentran más que colapsadas.

Aunque muchos lo critiquen, desde hace meses viene librando una campaña de concientización y motivación por los principales medios de comunicación, acompañado de grupos de expertos en el tema del COVID-19, con el fin de ilustrar a los colombianos sobre las responsabilidad individuales y colectivas que deben guardarse mientras dure la pandemia.

Con su programa en los tiempos de pandemia, todos los días a las seis de la tarde, ya los colombianos tenemos mucha conciencia sobre cómo debe ser la reactivación económica y la forma de reiniciar la vida productiva, siguiendo los protocolos fijados por los ministerios de Salud y del Interior, en coordinación con las administraciones regionales y municipales.

La generosidad del gobierno Duque-Ramírez en estos tiempos tan difíciles ha beneficiado a millones de colombianos, que han logrado sortear las dificultades gracias a las ayudas que vienen recibiendo desde hace meses.

Las líneas de crédito en condiciones muy favorables para las pequeñas y medianas empresas son otro de los programas que se están implementando, con el fin de impedir la quiebra de miles de ellas que, debido a la cesación temporal por la pandemia, se han visto en la penosa necesidad de cerrar.

Esperamos confiados que en los dos años de gobierno que faltan se puedan continuar desarrollando otros programas en beneficio de las clases menos favorecidas de nuestro país.

Desde luego, aprovechamos la oportunidad para hacer un llamado al actual gobierno sobre la reactivación del sector rural. Mucho lo hemos dicho en columnas anteriores: se requiere hacer un censo de los auténticos campesinos, definirlos como debe ser, carnetizarlos e iniciar cuanto antes un programa de desarrollo rural integrado, varias veces propuesto en esta columna.

De otra parte, se requiere aumentar el potencial alimentario y exportador de los productos del sector agropecuario, con el fin de conocer realmente los inventarios de productos agrícolas y proceder a su adecuado manejo de conformidad con los mercados de la oferta y demanda.

urielos@telmex.net.co

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