Dos cartas de los lectores

Cartas de los lectores
26 de febrero de 2020 - 05:00 a. m.

La entrada a las universidades por parte de la Fuerza Pública

La Policía Nacional puede ingresar a los claustros universitarios a controlar la presencia de encapuchados que siembran y propagan la violencia en las universidades. Los campus universitarios no constituyen espacios vedados para la Policía Nacional.

Los recientes desmanes violentos ocurridos en la Universidad de Antioquia y Distrital de Bogotá demuestran que la presencia de encapuchados, quienes no son universitarios, son los que propagan la violencia en los campus universitarios.

El diario El Espectador del sábado 22 de febrero, en la página 7, señala que “encapuchados se tomaron el día anterior la Universidad Distrital”. Lo anterior indica que los claustros universitarios han sido infiltrados por terroristas, quienes no son estudiantes.

Las manifestaciones terroristas en los campus universitarios, con el uso de artefactos explosivos (papas bomba, tatucos), las realizan delincuentes, que ahora constituyen bandas organizadas, como se ha detectado.

El ciudadano del común, los familiares de estudiantes universitarios, se preguntan: ¿cómo evitar que la violencia y el terrorismo se apoderen de las universidades? ¿Qué mecanismos utilizar para prevenir esta clase de desmanes?

General Luis Enrique Montenegro

Sobre la respuesta de las Farc al secuestro

¿“Retenciones ilegales y errores”? No, eso se llama secuestro. Las Farc no quieren aceptar que el secuestro es un crimen de lesa humanidad, y por ello deberían haber pagado cárcel. La “lucha armada”, como ellos la llaman, fue una guerra cruenta que lanzó al lodazal a todo el pueblo colombiano; nada bueno nos quedó de ella; por el contrario, hoy por hoy estamos en un laberinto en que los grupos fascistas, los traficantes de droga y las mal llamadas “guerrillas” tienen el control de todos hilos de la ilegalidad y del crimen organizado. Las Farc destruyeron a Colombia, como lo hicieron los paras, un grupo neomafioso y fascista. Esa es la herencia de las Farc: la podredumbre en la que sumió a Colombia. Por eso no los perdono y por eso no olvido.

Berta Lucía

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