Publicidad

Dos técnicos

Iván Mejía Álvarez
11 de noviembre de 2008 - 02:28 a. m.

Fue un llamado de urgencia con un mensaje perentorio: Julio, venga y sálvenos del descenso. No se le pedía nada más, en ese momento lo único importante para gran parte de la afición de la Costa era evitar irse a la serie B.

Y Julio lo hizo, lo consiguió, reconstruyó el equipo y el Júnior se queda en la A y atención, no lo duden, es un serio candidato al título en un torneo donde no hay grandes equipos, donde no hay un gran candidato. Cualquiera puede ganar, esa es la gran verdad.

Claro, como dicen algunos, Júnior no debió ponerse nunca en esa difícil circunstancia de ser candidato al descenso, de pelear todo el año para evitar la segundona, como dicen en Brasil. Pero los errores se pagan caros y la familia Char ya debe tener bien delimitado qué hicieron mal, dónde cometieron errores, a quiénes le entregaron el equipo durante los últimos años y por qué llegó en un momento en que se veía a los tiburones en la B.

Comesaña es un hombre experto y conocedor del fútbol. Lleva tantos años en Colombia y quiere tanto al país, él y su familia, que se le siente como un colombiano más. Y adora a Barranquilla y guarda recuerdos de gratitud con la familia Char. Julio y El Zurdo López son como de la casa Char, pertenecen al inventario de las supertiendas y la familia sabe que cuando los necesitan, Julio y López están ahí, listos para servir, para aportarle al Júnior.

Sosegado y maduro, aunque todavía a ratos pela el cobre guerrero que le acompañó siempre cuando jugó al fútbol, Comesaña le agradece a la vida que le sigue dando oportunidades, tras pasar por una difícil situación personal de la que afortunadamente salió bien. Es serio, trabajador,  conocedor de todos las minucias del fútbol y en este momento es más un gran mánager, inclusive un presidente en potencia que un técnico.

Resulta bien curiosa la historia de Santiago Escobar, quien llegó a principios de año a Barranquilla y fracasó en forma rotunda y total en el comando del elenco rojiblanco. Su labor fue un desastre absoluto y los partidos perdidos en serie pusieron al Júnior en esta difícil situación.

Cuando arrancó en el Medellín parecía que la historia se repetiría y que Santiago tampoco sería capaz en el cuadro rojo. Hoy, el Medellín es uno de los mejores equipos de Colombia y un pretendiente al triunfo. Sachi logró cambiar la imagen, su equipo juega bien a la pelota, tiene un gran mediocampo, su afición está feliz y la dirigencia que se la jugó por él en un momento difícil tiene derecho a cobrar.

Comesaña y Escobar, dos buenos tipos, dos buenos técnicos, dos tipos que merecen un aplauso por lo que están haciendo.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar