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El país sigue avanzando en la promoción de los derechos a la salud, sexuales y reproductivos de los colombianos. El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, publicó esta semana la circular 07 de 2018, que incorpora 1.645 presentaciones comerciales de medicamentos al régimen de control de precios. En la práctica, esto significa la reducción del precio de estos fármacos en un 50 % en promedio y un ahorro anual de $366.000 millones para el sistema de salud y los pacientes.
De las seis circulares de precios expedidas por el Ministerio de Salud desde el 2013, esta tiene una particularidad: abarca medicamentos que son adquiridos directamente por los usuarios en las droguerías y tiene un énfasis especial en la categoría de anticonceptivos —89 presentaciones comerciales—, además de aquellos para tratar la hipertensión y algunas enfermedades mentales como la esquizofrenia y la depresión.
En ocasiones anteriores, la mayor parte de los medicamentos de precio regulado eran de alto costo y entregados a los pacientes por medio de su EPS o administrados directamente en clínicas u hospitales. Por ello, la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos y Dispositivos Médicos realizó un análisis en el cual detectó un alto nivel de ventas de anticonceptivos y decidió incluir estos productos en el régimen de control de precios. Como le explicó el ministro Gaviria a Noticias 1: “Hicimos un trabajo previo y encontramos una desviación importante en anticonceptivos que tenían precios muy altos en comparación con 17 países que tenemos de referencia. Por ejemplo, Yasminiq —uno de los más utilizados por las colombianas— actualmente cuesta $58.000, pero con la nueva regulación bajará a $25.500, un ahorro del 56 %”.
Más allá de los beneficios económicos, la medida significa un reconocimiento de que los anticonceptivos son de especial interés e impacto para la salud pública, y de la importancia de superar las barreras de acceso a los servicios de anticoncepción, que es uno de los propósitos consignados en el Plan Decenal de Salud Pública 2012-2021.
La última Encuesta Nacional de Demografía y Salud, realizada en 2015, encontró que la mitad de los embarazos en Colombia no son deseados, y según cifras del DANE de 2016, este porcentaje alcanza el 60 % entre las embarazadas menores de 19 años. Medidas como estas, en conjunto con la tarea pendiente de una mejor y más temprana educación sexual, resultan cruciales para combatir las altas tasas de embarazo adolescente y no deseado en el país.
Es la primera vez que el Ministerio de Salud le apunta a regular medicamentos de uso tan masivo como los anticonceptivos, pero no podemos perder de vista que quienes se verán beneficiadas en mayor medida son las mujeres y adolescentes más vulnerables, que muchas veces no pueden acceder a estos fármacos o deben interrumpir la planificación familiar por el costo que implica. Aún queda mucho camino por recorrer, pero eliminar barreras sólo nos puede llevar en la dirección correcta.