Los trapos al sol en Venezuela

El Espectador
05 de diciembre de 2019 - 05:00 a. m.
El daño a la oposición venezolana ya está hecho, mientras en el Palacio de Miraflores se frotan las manos con satisfacción. / Foto: EFE
El daño a la oposición venezolana ya está hecho, mientras en el Palacio de Miraflores se frotan las manos con satisfacción. / Foto: EFE

El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, vive un momento crítico tras conocerse graves acusaciones contra diputados de la oposición dentro de la Asamblea Nacional (AN), que él preside. Lo anterior se suma a la destitución de su embajador en Colombia, Humberto Calderón Berti, quien hizo fuertes señalamientos sobre el entorno de Guaidó y casos de corrupción como el de la ayuda humanitaria en Cúcuta. Esta situación golpea de manera directa la credibilidad de una oposición disminuida y a un líder que lucha por sobrevivir frente a una dictadura atornillada al poder.

Una de las principales banderas opositoras ha sido la lucha contra la corrupción de Nicolás Maduro y su entorno. Ejemplos sobran. Desde la participación activa en el narcotráfico hasta el saqueo sistemático de las finanzas públicas. Ahora, las acusaciones señalan a asambleístas de varios partidos de la oposición. Armando.Info, un reconocido portal de periodismo investigativo, mencionó con nombre propio a varios miembros de la AN, casi todos de la Comisión de Contraloría. Según la investigación, ellos habrían beneficiado a personas señaladas de participar en el caso de corrupción de los llamados CLAP, es decir, la importación con sobrecostos de productos de primera necesidad que luego se entregaban a los seguidores del régimen.

Según el portal, utilizaban su posición para “avalar” la idoneidad de personas investigadas por hechos delictivos ante autoridades de otros países. Tal es el caso del colombiano Carlos Lizcano, vinculado a las CLAP y socio de los también colombianos Álvaro Pulido y Álex Saab, sancionados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Para tratar de paliar los daños, Juan Guaidó destituyó a los diputados involucrados y anunció una investigación independiente. Los partidos Primero Justicia, Voluntad Popular (VP) y Un Nuevo Tiempo expulsaron de sus filas a los involucrados. En este ambiente crece la incertidumbre sobre el futuro inmediato del movimiento opositor y la continuidad de Juan Guaidó al frente del mismo. En enero del 2020 deberá escogerse el nuevo presidente de la Asamblea Nacional y, por distintos motivos, las cosas no están fáciles para Guaidó. Lo cierto es que el daño ya está hecho, mientras en el Palacio de Miraflores se frotan las manos con satisfacción.

En el caso Calderón Berti las cosas son más complicadas. El exembajador decidió prender el ventilador y señalar con nombre propio al mentor de Guaidó, Leopoldo López, reconocido líder opositor y cabeza de VP. Denunció que las investigaciones internas que él llevó a cabo para establecer responsabilidades por actos de corrupción en Cúcuta apuntaban a personas vinculadas a VP. Dicho proceso está en manos de la Fiscalía en Colombia, que deberá pronunciarse al respecto. “¿Quién inventó lo de Cúcuta? ¿Qué les dijeron a los presidentes que se trasladaron a Cúcuta? (…) ¿Quién inventó la hazaña militar del puente de Altamira? ¿Quién inventó los diálogos a espaldas de todos sus compañeros de la oposición y la comunidad internacional? Él, Leopoldo López. ¡Que dé la cara, que responda!”. De esta manera es más que evidente que la ropa sucia de las intrigas políticas y la disputa por el poder dentro de la oposición se está lavando en público.

Mientras tanto, en Bogotá, el martes anterior se llevó a cabo una nueva reunión de consulta de cancilleres del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que adoptó medidas adicionales para sancionar internacionalmente a personas vinculadas al régimen dictatorial del país vecino. Lo anterior, en medio de un peligroso ambiente de xenofobia generado en Colombia por una campaña de desinformación en las redes que vincula a migrantes venezolanos con actos de saqueo y vandalismo en los días iniciales del paro. Cerca de 70, del casi millón y medio que hay en el país, fueron detenidos por las autoridades y expulsados a Venezuela. No se puede generalizar irresponsablemente y acusar a toda una comunidad.

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