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No basta una consulta que no consulta para fumigar

22 de enero de 2022 - 05:00 a. m.
Es justo que las comunidades más afectadas por la fumigación con glifosato puedan participar en la consulta previa, pero no había garantías. / Foto: Mauricio Alvarado Lozada
Es justo que las comunidades más afectadas por la fumigación con glifosato puedan participar en la consulta previa, pero no había garantías. / Foto: Mauricio Alvarado Lozada
Foto: Mauricio Alvarado Lozada

La consulta previa no es negociable, menos cuando se trata de fumigar con sustancias cuestionadas que pueden tener impactos ambientales y en la salud de quienes estén cerca a las zonas de influencia. En el 2020, en su afán por retomar la aspersión con glifosato, el Gobierno Nacional adelantó un proceso ilógico: una consulta previa virtual con poblaciones que tienen pésimas tasas de conectividad y de acceso a equipos electrónicos. El resultado es que dos años después la Corte Constitucional tumbó el Plan Ambiental para reanudar las fumigaciones, demorando aún más una estrategia inadecuada contra los cultivos ilícitos.

Sobre el glifosato son múltiples las discusiones. Para un sector ideológico, respaldado desde la Casa de Nariño, gran parte del problema actual de Colombia con los cultivos de coca es que no se ha podido emplear el químico. Otro punto de vista, que hemos defendido en estas páginas de El Espectador, dice que las fumigaciones se deberían prohibir porque debe operar el principio de precaución sobre sus daños a la salud, al entorno y a los demás cultivos; porque en realidad fumigar no soluciona el problema, debido a la creciente productividad y eficiencia en la producción de la cocaína, y porque lo único que se logra es enemistar al Estado con las comunidades cultivadoras y recolectoras de coca que están esperando un cumplimiento integral del Acuerdo de Paz.

Este último punto, el de la desconfianza producida por el Gobierno en las comunidades, está directamente relacionado con la decisión de la Corte Constitucional. La sentencia es el resultado de un cúmulo de peticiones de comunidades ubicadas en los seis núcleos pensados por el Gobierno para realizar la consulta previa, que abarcan 14 departamentos y 104 municipios. El objetivo de la administración de Iván Duque era lograr la aprobación del Plan Ambiental que creó la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) para el uso del glifosato, pero como estábamos en el pico de la pandemia se hicieron reuniones virtuales. El Ministerio del Interior también expidió una resolución diciendo que no procedía consulta previa con comunidades indígenas, negras, raizales y palenqueras. Todo eso fue tumbado por la Corte.

En la sentencia, el alto tribunal argumenta: “La Sala aclara que los medios digitales de transmisión, como los canales de YouTube y Facebook de la ANLA y de la Policía Nacional, pueden resultar idóneos en escenarios de difusión masiva para ciudadanos que cuentan con servicio de internet. Pero lo que no se comparte de dicha metodología es que se trata de un enfoque que excluye a toda la población que no cuenta con facilidades o ninguna posibilidad de tener internet fijo de banda ancha”. Tiene sentido, teniendo en cuenta que únicamente el 16,2 % de los colombianos tienen conexión en centros poblados y rurales dispersos. Es decir, aquellos más afectados por las fumigaciones tenían las mayores dificultades, en plena pandemia, para asistir a la consulta previa.

Es justo que las comunidades tengan voz y voto en una decisión tan importante como las fumigaciones. En efecto, el proceso de consulta previa que se realizó fue insuficiente. Adicionalmente, dado que estamos en año electoral, el Gobierno debería considerar posponer la decisión para que sea adelantada por quien llegue a la Casa de Nariño el próximo 7 de agosto, de tal modo que los colombianos puedan votar, también, por este tema en las urnas. La lucha contra las drogas está en mora de ser revaluada con un cambio rotundo de estrategia.

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PEDRO(90741)22 de enero de 2022 - 10:17 p. m.
Cuenta regresiva: faltan 197 días para que termine este gobierno de nada. El país necesita candidatos que ofrezcan un criterio propio. Es lo mínimo que merecemos los electores, independientemente de su lugar en el espectro político.
Alberto(3788)22 de enero de 2022 - 09:50 p. m.
Muy buen editorial. Excelente y esperada decisión de la Corte Constitucional, enhorabuena. Este régimen llegó al poder a través de la Trampa y a partir de ahí ese ha sido su vehículo para imponer sus torcidos deseos y propósitos, ser tramposo a diario.
Antonio(45414)22 de enero de 2022 - 08:03 p. m.
A quien le conviene seguir en la guerra, las más estúpida de todas, toda guerra lo es. Guerra que lo único que hace es mejorar las ganancias de los narcos, también la plata para poder corromper al ejército, la policía, los políticos. Igualmente llenar las arcas de las industrias de agroquímicos, armamentos y de los bancos porque las grandes cantidades de droga y dinero no la transportan las mulas.
Gilberto(54899)22 de enero de 2022 - 07:57 p. m.
Quienes propician el incremento de las drogas ilícitas son los gringos; los mayores consumidores del Planeta. Pero a los gringos, el Cerdo Inepto no los toca. Sólo destruye con el GLIFOSATO y el FRACKING, según ellos se lo ordenan . . . ¡¡¡
CarlosA(9314)22 de enero de 2022 - 04:42 p. m.
De acuerdo
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