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Un milagro en el Guaviare

13 de junio de 2023 - 02:00 a. m.
El trabajo conjunto del Ejército con la Guardia Indígena muestra la importancia de la colaboración por un bien común.
El trabajo conjunto del Ejército con la Guardia Indígena muestra la importancia de la colaboración por un bien común.
Foto: EFE - Mauricio Duenas Castaneda

Entre todas las historias que se pueden contar sobre los cuatro niños rescatados en una selva virgen del Guaviare, una que no puede perderse es la de la colaboración armoniosa y esencial del Ejército Nacional con la Guardia Indígena. Después de años de discursos estigmatizadores desde los gobiernos de turno y prejuicios en los pronunciamientos de líderes políticos, al finalizar la semana pasada escuchamos algo inédito: en RTVC, el brigadier general Pedro Sánchez, comandante del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de Colombia, dijo, refiriéndose a los guardias indígenas, que “ellos son los héroes. El reconocimiento es para ellos”. Ocurren milagros cuando los colombianos decidimos superar las trincheras ideológicas para trabajar juntos por un objetivo común.

La noticia principal, claro, fue que después de 40 días de un accidente de avión, Lesly Jacobombaire (13 años), Soleiny Jacobombaire Mucutuy (nueve), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (cuatro) y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy (un año) fueron encontrados con vida. De allí se desprenden lecciones sobre la importancia de la educación contextual, pues su supervivencia se debió a los conocimientos que tenían. También, y en esto nos queremos concentrar, muestra cómo la cooperación con la Guardia Indígena, con sus conocimientos y maneras de proceder, logró un éxito y produjo un verdadero milagro.

Hablando con El Espectador, Fabián Ulcué, uno de los 40 indígenas del Cauca que se unieron a los soldados para buscar a los niños, dio pistas de cómo los encontraron: “Por la frescura de las huellas determinamos que nos llevaban de ventaja apenas dos días. Eso lo determinamos según la lluvia. Si había llovido mucho, sabíamos que la huella debía estar muy llena; si había llovido poco, debía estar medio fresca, y si no había llovido, el rastro debía estar más consistente”. Los conocimientos del territorio y de la selva fueron esenciales para acompañar al Ejército en una búsqueda incansable. “Teníamos compañeros que nunca habían oído el sonido de un jaguar ni habían visto culebras tan grandes. Toparse con esos animales les generó mucho estrés y desespero”, dijo. Por fortuna, no estaban solos.

Haber encontrado a los niños es una muestra de cómo la resiliencia colombiana, forjada en años de conflicto y en la terquedad de apostarle a la creación de una sociedad en paz a pesar de la violencia, es clave para la construcción de país. Es fácil encontrar una reflexión que no por eso pierde fuerza: cuando trabajamos en conjunto por el mismo objetivo, podemos lograr lo imposible.

Históricamente, el Ejército ha tenido fuertes tensiones con la Guardia Indígena, azuzadas por un discurso político agresivo. Por eso, el simbolismo de lo ocurrido debe trascender el caso puntual del Guaviare. Bajar la violencia, sea retórica o física, abre muchas oportunidades. En la apuesta por la paz, este es un paso que tenemos que dar. Ya que ocurrió un milagro producto del tesón del Ejército y la Guardia, Colombia debe escuchar sus aprendizajes.

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Hugo(14000)13 de junio de 2023 - 06:10 p. m.
No repetir hasta la saciedad la palabra"milagro",que tiene una connotación religiosa,sobrenatural.Fue una hazaña,un hecho admirable por una educación elemental apropiada,muestra de la resistencia,la adaptabilidad,el instinto de sobrevivencia humana de esos niños.También merece reconocimiento la capacidad de soldados e indígenas, que además de su entrenamiento pudieron utilizar y afortunadamente los había disponibles, medios modernos para su asistencia.Una epopeya feliz de seres humanos.
Luis(04584)13 de junio de 2023 - 05:03 p. m.
Que contraste entre este editorial y el del Domingo
@HerbólogaRaquel(46037)14 de junio de 2023 - 07:56 p. m.
Qué bello análisis. Le oí una apreciación así a la historiadora Diana Uribe. Es un primer hecho dentro de la paz que queremos construir.
Celyceron(11609)13 de junio de 2023 - 03:10 p. m.
¿Milagro? Que llueva para arriba. Bueno sería que reconociéramos el trabajo mancomunado y la planificación para hacer la búsqueda de los niños. Agradecer a los indígenas y a los militares, es lo justo. Aquí le dejo lo que dice el diccionario de milagro: "Hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino". Cosa que aquí no ocurrió.
Florentino Florez(02861)13 de junio de 2023 - 01:56 p. m.
Mire usted. En la noche del triunfo del actual presidente la celebración se hizo en el movistar arena y la vigilancia estuvo a cargo de la guardia indígena. Sin metralletas, ni tanquetas, sólo con el bastón de mando y todo pasó en completa calma. Ojalá el 20 de julio se le asigne un espacio o varios espacios a la guardia INDÍGENA PARA QUE DESFILE SOLAMENTE CON EL BASTÓN DE MANDO Y NO CON TANQUETAS NI METRALLETAS.
  • Celyceron(11609)13 de junio de 2023 - 03:11 p. m.
    TOTALMENTE de acuerdo.
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