El 21 yo marcho

Mar Candela
19 de noviembre de 2019 - 09:53 p. m.

Son mucho más de 100 razones para marchar.

Todas escalofriantes: desde el desempleo, pasando por el empobrecimiento a razón del robo de los impuestos y de ideas brillantes como pagarles mucho menos a los jóvenes y proponer modelos laborales donde nadie se va a pensionar, hasta llegar a los resultados de la maldita guerra donde el presidente de la República, Iván Duque, aceptó como parte legítima de los enfrentamientos armados el asesinato de menores víctimas de reclutamiento forzoso: oficialmente son ocho, Noticias Uno nos indicó que pueden ser entre 16 y 18 y que a tres  los masacraron; al ministro de la Guerra --digo, al ministro de Defensa-- lo despidieron de su cargo con bombos y platillos, todo homenaje.

Marcho porque las madres más pobres y con menos oportunidades  sociales, educativas y laborales son las que están pariendo hijos para la guerra; marcho  por una educación de calidad que nos enseñe a pensar antes que a obedecer.

Marcho por el derecho a una vida digna por el derecho a vivir sin miedo; marcho en contra de las dictaduras, de todo tipo de dictadura, porque radicalmente digo: ¡Dictadores ni de izquierda, ni de derecha! 

Actualmente Colombia tiene la dictadura de la indiferencia, de la guerra, la dictadura del miedo, la dictadura de la miseria impuesta (ciudadanías empobrecidas por el sistema). No necesitamos mesías salvadores, necesitamos políticas justas, necesitamos empatía. Y por eso también marcho, por empatía por con cada una de las familias de los líderes sociales y de cada muerto en este país por motivos injustificables. Yo marcho el 21.

Por ahí dicen que esta marcha es para “tumbar a Duque”. Estoy segura que millones que marchamos no queremos tumbar a Duque; todo lo que queremos el que el señor se digne a gobernar porque no ha entendido que es gobierno para toda la ciudadanía y no solo para sus votantes, y que es hora de de demostrar que sí es el presidente y no un subpresidente con jefe.

Y por lo que he estado leyendo de parte de opinadores del uribismo, puedo pensar que si alguien quisiera tumbar a Duque serían los uribistas, y si pudieran subir a alguien, subirian a un militar. Yo no marcho para desprestigiar a la derecha, ella sola se ha desprestigiado. Tampoco marcho para apoyar a la izquierda que tanto señala y poco resuelve.

Yo marcho clamando por mujeres putamente libres, yo marcho  por un país putamente libre. 

Soy consciente de que en la libertad no hay ninguna garantía de perfección, que siempre hay riesgo de perder o de perdernos. Sin embargo, en la libertad vivimos en nuestros términos 

Yo siempre quiero vivir en un mundo donde pueda decidir sobre mi propia vida, así sea una perdida. Yo quiero eso, quiero un país de ciudadanias libres, por eso marcho. 

¡Dictadores ni de izquierda, ni de derecha! Actualmente Colombia tiene la dictadura de la indiferencia, guerra y miedo, de la miseria impuesta (ciudadanías empobrecidas por el sistema). No necesitamos mesías salvadores, necesitamos políticas justas, empatía.

* Ideóloga de Feminismo Artesanal

 

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