El cáncer de la salud

Yohir Akerman
04 de noviembre de 2018 - 06:45 a. m.

El 12 de septiembre de 2017, el procurador general de la Nación, Fernando Carrillo, pidió la intervención de la entonces recién creada EPS Medimás, conformada por el consorcio que se quedó con los activos de Cafesalud y que heredó sus cinco millones de afiliados.

El jefe del Ministerio Público dijo en ese momento que la afectación de los derechos de los usuarios “no aguantaba un día más”.

Al mes y medio de funcionamiento de Medimás se presentaron 10.000 quejas por falta de atención. Cosas tan inhumanas como que a los pacientes con quimioterapia les fueron cancelados sus tratamientos y sus citas con el argumento de que la EPS no había firmado los contratos con los centros de salud encargados por su anterior prestador: Cafesalud.

El procurador advirtió que había que intervenir Medimás en ese momento. Lo dijo hace 13 meses y no ha pasado nada pese a que la situación sigue empeorando. Sobre esto se publicó una columna en enero titulada “Medimenos”. (Ver Columna).

La Defensoría del Pueblo había evidenciado la situación y en noviembre de 2017 le pidió a la Corte Constitucional que interviniera para proteger a los usuarios de Medimás. Pero esto no se hizo y el incumplimiento de quienes compraron Cafesalud precipitó la revocatoria de la venta.

Tal y como lo había denunciado Noticias Uno, a los médicos de Medimás solo les autorizaban tratar a las personas con acetaminofén.

El noticiero publicó un audio de WhatsApp en el cual el señor Gerardo Valenzuela, coordinador de los centros médicos de primer nivel de Medimás, cuestionaba a los profesionales de la salud que estaban atendiendo a los pacientes bajo los parámetros necesarios y con los debidos medicamentos.

El señor Valenzuela dijo: “Los profesionales no se han enterado de que esto cambió y ellos siguen creyendo que hay que pedir como locas perdidas y tienen la idea de pedir endoscopias, colonoscopias, ecocardiogramas, medicamentos no POS. O sea, me preocupa muchísimo eso, si seguimos con esa mentalidad no vamos a sobrevivir”. (Ver Noticias Uno, 21 de agosto de 2017).

Qué tal el descaro.

El mismo coordinador de los centros médicos de Medimás pidió, además, solo recetar medicamentos genéricos porque “el uso de medicamentos de marca se considera una mala práctica médica y hay evidencia de su impacto negativo”. (Noticias Uno, 27 de agosto de 2017).

Pues mientras eso pasaba con la prestación de sus servicios, el pasado 14 de junio la Contraloría encontró que $8.000 millones fueron pagados por Medimás a los mismos integrantes de su empresa sin que mediaran soportes legales de cobro. La auditoría señaló que $718.623 millones fueron pagados a diferentes proveedores médicos sin la existencia de soportes legales.

De la suma anterior, al cierre del periodo auditado, más de $280.000 millones, es decir, más del 39%, se encontraban aún pendientes por legalizar, y registraban vencimientos de más de 90 días. De igual forma, más de $261.000 millones, es decir, más del 36%, presentaban vencimientos de más de 60 días.

Quiere decir lo anterior que a 31 de diciembre de 2017 la EPS registró giros por concepto de anticipos que en cuantía superior a los $541.000 millones se encontraban sin legalizar, tratándose de dineros públicos en poder de terceros y sin que mediara ninguna justificación legal para tal fin.

Pese a eso, el desprendible de nómina de diciembre de 2017 del presidente de Medimás, Néstor Orlando Arenas Fonseca, muestra que este recibió por concepto de “bonificación no salarial por resultados” la suma de más de $22 millones, que provendrían de los recursos públicos de la salud.

Tras de gordo, hinchado.

El documento obtenido por el periodista Santiago Ángel deja en evidencia que no hay claridad sobre cuáles son los estándares tenidos en cuenta para avalar los resultados del presidente de Medimás que lo hicieron beneficiario del pago de ese bonito, teniendo en cuenta la crisis que afrontaba dicha EPS. (Ver Desprendible de nómina).

En parte por esto, la liquidadora de Saludcoop, Ángela María Echeverry Ramírez, informó el mes pasado a la Procuraduría General de la Nación la decisión adoptada por ella y por la Junta Directiva de Cafesalud de terminar el contrato de compraventa que habían celebrado para la operación de Medimás.

El documento en el que la liquidadora de Saludcoop notifica la decisión asegura que los privados que adquirieron Cafesalud, Prestnewco S.A.S., incumplieron sistemática y progresivamente las obligaciones “que en calidad de compradores adquirieron, no solo dinerarias sino en la aplicación efectiva de un modelo de atención integral en salud”. En esta columna ya se habían publicado las denuncias que llevaron al agente interventor de Saludcoop, Guillermo Enrique Grosso, tras las rejas (Ver A grosso modo).

Según la liquidadora, entre agosto y septiembre de este año Medimás ha dejado de prestar servicios de salud por el cierre de las clínicas en Medellín, Armenia, Pereira, Ibagué, Neiva, Villavicencio y Tunja, ciudades que presentan el mayor número de quejas y casos en crisis.

Al analizar los pasivos se encuentra que al proveedor de alimentos para los pacientes le están debiendo $6.466 millones; que al proveedor de servicios de imágenes diagnósticas le deben $12.880 millones; al proveedor de sistemas tecnológicos, $3.900 millones y al call center encargado de la asignación de citas, más de $2.000 millones.

Una platica.

Es por esto que desde la fundación de Medimás el 1º de agosto de 2017 a hoy, la EPS ha pasado de tener 5’600.000 afiliados a 4’200.000, múltiples peleas entre socios y, según lo muestran las actas ante la Cámara de Comercio de Bogotá, han cambiado de directivos constantemente notando presunto mal manejo administrativo, falta de experiencia y corrupción. (Ver Cambios Junta Directiva y renuncias).

Pese a todo esto, y a las advertencias de la Procuraduría, la Contraloría y la Defensoría del Pueblo, no pasa nada y la situación sigue empeorando. Incluso el senador del partido Alianza Verde Juan Luis Castro citó a un debate al ministro de Salud, Juan Pablo Uribe, para denunciar todas las irregularidades que hay en el caso de la EPS Medimás y lograr que el Gobierno tome acción.

Pese a que el debate estaba programado para el 16 de octubre de 2018 a las tres de la tarde, el presidente del Senado, Ernesto Macías Tovar, solo le concedió la palabra al senador Castro a las ocho de la noche y los senadores decidieron levantar la sesión por lo cual fue necesario pedir garantías para desarrollar el debate en otra fecha. Hasta ahora no se sabe cuándo ocurrirá, como tampoco se sabe cuándo el Gobierno asumirá el tema para seguir evitando este cáncer de la salud en el que se convirtió Medimás.

@yohirakerman

akermancolumnista@gmail.com

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar