Ante la Constitución y las leyes, con excepción de participar en política y de poder elegir y ser elegidos en cargos de votación popular, los ciudadanos extranjeros residentes legalmente en Colombia no tienen restricciones en sus derechos. Discriminar a los extranjeros se llama chovinismo. Es entonces censurable que el Ministerio de Transporte haya emitido en forma caprichosa y sin justificación alguna una instrucción claramente chovinista según la cual el proceso de autenticación virtual ante el RUNT solo está habilitado para personas con cédula de ciudadanía, o sea que los extranjeros no pueden hacer diligencias ante esa entidad.
Eso implica que un extranjero no puede sacar o renovar su licencia de conducción porque no puede hacerse el examen médico obligatorio, o sea que si un extranjero se gana la vida manejando un taxi o cualquier otro vehículo, se ve privado de sus medios de subsistencia por no poder renovar su pase. Tampoco puede transferir ni comprar vehículos, ya que esto requiere inscripción en el RUNT. Curiosamente, tampoco puede pagar las multas de tránsito que pueda deber porque el sistema no admite a los extranjeros. Esta aberración debe ser corregida con urgencia ya que los perjuicios son claros y la discriminación, evidente.
Aquí hay otra de esas medidas caprichosas, como cuando encarcelaron a los mayores que llamaban peyorativamente “abuelitos” y fue necesaria una tutela para restaurar sus derechos. O cuando las autoridades que deben mejorar la movilidad la perjudican y aumentan los trancones en zonas de alto tráfico, con la alcaldada de crear ciclovías redundantes eliminando carriles de circulación de autos. Pero al menos en todo esto no hay el chovinismo que practica sin base, de manera inexplicada y tal vez ilegal el Mintransporte.