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El comercio de las armas en el mundo según Sipri

Santiago Villa
17 de marzo de 2015 - 05:00 a. m.

El último informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo arroja algunas sorpresas para América Latina y el mundo.

Al tiempo que las finanzas públicas de Venezuela colapsan, su gasto militar aumenta. El país peor administrado de América Latina, el es decimocuarto importador de armas más grande del mundo, después del reino de Marruecos, y el segundo importador más grande de armas en la región de las Américas, después de Estados Unidos. Esto, sin embargo, puede no ser una sorpresa para un régimen que depende para su supervivencia de la lealtad de sus fuerzas militares, y por lo tanto de su corrupción.

El último informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri, por sus siglas en inglés), arroja que el aumento más significativo en la compra de armas se está dando en Asia. La gran sorpresa es India, cuyo comercio internacional aumentó a 15% entre el 2010 y el 2014, con respecto al 7% que tuvo entre el 2005 y el 2009. Esto probablemente refleja el hecho de que, al tiempo que procura fortalecer su posición como poder en la región, no ha logrado establecer una industria propia de armamento. Las importaciones de India fueron el doble que las de su rival más directo, Pakistán.

Sea como fuere, los países asiáticos aumentan considerablemente su armamento, al tiempo que las tensiones se intensifican en una región potencialmente explosiva. Para mencionar algunos ejemplos de lo que hacen difícil a esta región, está el conflicto interno de Myanmar que amenaza con involucrar a China; las fricciones diplomáticas que Beijing también tiene a causa de las disputas territoriales con Taiwán, Filipinas, Vietnam, Malasia y Japón; la amenaza perpetua de Corea del Norte; y ahora la potencial presencia de ISIS (EI), que parece haberse extendido a países como Afganistán, Pakistán e incluso China.

Sin embargo, ninguno de los países en esta región, con la posible excepción de Corea del Norte, es particularmente guerrerista. Además China, a pesar de haberse convertido en el tercer exportador de armas más grande del mundo, parece más interesado en impedir guerras que en fomentarlas.

No puede decirse lo mismo del segundo exportador más grande de armas en el mundo: Rusia. La enorme industria de armamento heredada de la Guerra Fría alimenta los principales conflictos bélicos actuales. El de Ucrania, Siria e Irak.

Lo mismo puede decirse de la otra gran potencia guerrerista del mundo: Estados Unidos, que es además el primer exportador de armas en el mundo, y que según Sipri representa el 31% del mercado. Las exportaciones de Estados Unidos aumentaron, además, 23% para el 2010 a 2014, con respecto al periodo que va del 2005 al 2009.

Y mientras se publican estas cifras, en el puerto de Cartagena se sigue meciendo al ritmo de las olas el buque DaDanXia, de bandera hongkonesa, procedente de Shanghai, que llevaba toneladas de explosivos y miles de municiones para Cuba. Si bien estas armas, no habrían entrado en las cifras del Sipri, por no ser grandes armas convencionales, sí hacen parte de una enorme dimensión del comercio internacional de las armamento: la que se mueve en las sombras y jamás queda registrada. Si este comercio quedara plasmado en las tablas de Sipri, sin duda el mundo estaría todavía más alarmado.


@santiagovillach

 

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