El foro de drogas y el editorial

Un tema que debiera preocupar a todos los colombianos: el tratamiento que ha de darse al problema de la droga.

Lo que hasta ahora se ha hecho reprimir violentamente el comercio ilícito, no ha contribuido a resolver la situación ni a crear conciencia del problema entre la población; muy por el contrario, pareciera que nos mantuviera anestesiados como frente a algo contra lo cual nada efectivo se puede hacer.

Seguramente también sea una táctica de los grandes capos en el mundo para conservar incólume su negocio.

Nuestro gobierno, para enfrentar el consumo en el país, quiere recurrir únicamente a la represión. Lo que en el fondo es un problema de salud pública, complicado en algunos sectores por la pobreza, se quiere resolver con cárcel, en un país donde los presos están hacinados y donde la cárcel en lugar de regenerar es escuela del delito.

En buena hora el doctor César Gaviria y otros líderes continentales están organizando un foro latinoamericano para estudiar ambas cuestiones: el narcotráfico y el consumo de las drogas ilícitas. Infortunadamente me parece que se hará a espaldas de la población, a menos que se esté pensando en encontrar la manera de crear una audiencia ampliada.

La radio puede ser el camino. Organizaciones como Caracol Radio han logrado programas que atraen la atención del público a temas de interés general; algo así podría pensarse frente a las drogas ilícitas: hacer del conocimiento del público en general el desarrollo del foro del doctor Gaviria, para impulsar su participación.

Yo quiero sugerirles que El Espectador paralelamente promueva, con el concurso de personalidades y de entidades que se interesen en el tema, la divulgación de pronunciamientos fundamentados, sus pros y sus contras sobre la legalización, la represión y otras opciones para combatir este flagelo (las que cada uno considere más apropiadas) y por ese medio los colombianos nos informemos adecuadamente sobre el tema, contando otra vez con la radio para llegar a un mayor número de colombianos.

Complementariamente sería interesante que bajo el mismo auspicio se invite a la prensa del mundo a hacer lo propio y se abra un debate global sobre el tema.

Colombia, en mi opinión, no puede someterse a seguir poniendo muertos y gastando importantes recursos para combatir las drogas ilícitas, sin encontrar apoyo efectivo internacionalmente. Y las drogas tienen que ser combatidas.

Ha habido muchos pronunciamientos individuales de personas que con autoridad han propuesto la legalización del comercio de la droga, tanto en Colombia como en el exterior, pero tengo la impresión de que nunca se ha hecho de una forma que la opinión pública en Colombia y en el mundo tome cartas en el asunto.

El porcentaje de lectores de las columnas de opinión en Colombia es bajísimo y sospecho que no sea muy distinta la situación en países como los Estados Unidos. Las personas escuchan la radio y por la radio misma tal vez se enteren de lo que se plantea al respecto.

 Javier Concha. Cali.

La reapertura del caso Del Río

La Procuraduría General ha encontrado pertinente solicitar a la H. Corte Suprema de Justicia que, con base en la acción de revisión, se ordene reabrir la investigación contra el general Rito Alejo del Río, en atención a que se cuenta con nuevas evidencias derivadas de testimonios de alias H.H., Mancuso y alias El Iguano, que para la fecha de la providencia no se contaba con ellas.

En su momento se tomó la decisión con base en los mismos elementos que sirvieron a la Procuraduría para el archivo, en dos oportunidades, de investigaciones por los mismos hechos, contra el general Del Río.

 Luis Camilo Osorio. México, D.F.

Saludo

Reciban un efusivo saludo de un lector que, aunque no tan fiel por motivo de la economía, sí aprecio y admiro el periódico tabloide que ustedes están haciendo. Aunque soy uno más, sí les digo que la calidad literaria y de redacción me parece una maravilla, a diferencia de otros medios escritos que son más faranduleros y se apartan del motivo central de la información. A mí me gusta mucho la literatura y hago ensayos de escribir, pero me falta trabajo de redacción y estructura del escrito. Por eso admiro que ustedes proyecten este periódico en un estándar de alta calidad. Suerte y buen trabajo.

 Andrés Felipe Leal Quintero. Aguachica, Cesar.

Que los hay...

Intenta su columnista Francisco Gutiérrez el jueves último burlarse de los complots, a propósito de los que ahora rondan nuestra realidad política y justiciera nacional. Respeto la opinión de Gutiérrez, pero recuerden que las revoluciones francesa, norteamericana y latinoamericanas fueron inspiradas por masones. Washington, Bolívar y San Martín eran masones. Ellos armaron sus complots también. En Buenos Aires, París y Washington hay obeliscos. En Washington hay un busto en honor a George Washington, a la vista de todos, que dice: Masón y Presidente de los Estados Unidos.

En la película El buen pastor aparece un ritual de una sociedad secreta, si no estoy mal es la skull and bones. Todo esto no son fantasías de paranoides, como nos trata de convencer el columnista. Todo eso existió y existe. Me parece hasta irresponsable y ofensivo, las dos cosas a la vez, que nos trate de poco inteligentes a quienes buscamos y muchas veces descubrimos lo que hay detrás de las cosas y que nos llame a ir por la vida de la mano de la ingenuidad. Tengan cuidado.

 Andelfo Celis. Tunja.

Envíe sus cartas a lector@elespectador.com.