El gobierno Brasil está cumpliendo

Antieditorial
27 de abril de 2020 - 05:00 a. m.

Por Luís Antonio Balduino Carneiro* 

En respuesta al editorial del 23 de abril de 2020, titulado “La peligrosa arrogancia del populismo”.

Con respecto al editorial titulado “La peligrosa arrogancia del populismo”, publicado el 23 de abril, que contiene ataques irrespetuosos e intemperados al presidente Jair Bolsonaro y no presenta un cuadro coherente con lo que está ocurriendo en Brasil, aclaro que el gobierno brasileño viene adoptando todas las medidas necesarias para enfrentar la pandemia de COVID-19 y proteger a la población de esta grave enfermedad.

Como ha planteado el presidente Jair Bolsonaro, que fue elegido en un proceso de votación democrático y legítimo, el enfrentamiento del nuevo coronavirus debe orientarse por un necesario equilibro entre las medidas de salud y las consecuencias económicas y sociales de la crisis, particularmente en los países que tienen una parte significativa de sus ciudadanos en condiciones de vulnerabilidad.

En materia de salud, el gobierno federal lleva a cabo un intenso esfuerzo de fortalecimiento de la infraestructura hospitalaria. Aunque el país disponga del mayor número de respiradores en América Latina, el Ministerio de Salud está en negociaciones junto a proveedores para incrementar el suministro de esos aparatos, así como de los equipos de protección individual (EPI) para médicos y enfermeros.

Como parte de una gran operación logística, deberán llegar al país en las próximas semanas alrededor de 960 toneladas de EPI provenientes de fabricantes chinos. De igual modo, el ministro de Salud, Nelson Teich, anunció la compra de 46 millones de pruebas de detección, lo equivalente a poco menos que la población total de Colombia.

En coordinación con los estados y los municipios, el gobierno federal realiza el monitoreo constante de la ocupación de la red hospitalaria, además de apoyar la construcción de hospitales de campaña. Es importante recordar que Brasil cuenta con un sistema de salud de acceso universal, el Sistema Único de Salud (SUS), que garantiza a todos los ciudadanos el derecho a la atención integral en los hospitales públicos.

Ese esfuerzo se completa con una serie de medidas, que suman más de 130.000 millones de dólares, destinadas a sostener la actividad económica, mantener los empleos y apoyar los sectores sociales más vulnerables. Además de la apertura de líneas de crédito y de la concesión de exenciones tributarias, el gobierno hará aportes al sueldo de los trabajadores cuyos contratos sean temporalmente suspendidos, lo que beneficiará más de 24 millones de personas y asegurará la preservación de sus empleos.

En el campo social, la principal iniciativa es el “Auxilio de Emergencia”, que garantizará un beneficio financiero, por tres meses, a trabajadores autónomos e informales, microemprendedores individuales y desempleados. Hasta el momento más de 30 millones de brasileños han recibido el primer pago del auxilio, que puede alcanzar el valor de aproximadamente 330 dólares mensuales por familia.

Con ese conjunto de iniciativas, el gobierno brasileño busca preparar el sistema de salud para el fuerte impacto de la pandemia y, al mismo tiempo, atenuar sus efectos económicos y sociales, con el anhelo de que Brasil pueda regresar a la normalidad lo más pronto posible, como gradualmente lo hacen los países que han superado la etapa más grave de la crisis.

* Embajador de Brasil en Colombia.

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