El megaconejo de las Farc

Especialistas en mentir, en engañar, en pasar de agache y demás actitudes fariseicas, las desmovilizadas Farc —para obtener al arrodillamiento del Estado— juraron sobre mármol que cumplirían con el Acuerdo de Paz y en especial con la reparación a las víctimas.

Sin embargo, como era de esperarse, esta exguerrilla no ha honrado su palabra —¿cuándo lo ha hecho?—, haciendo gala de su cinismo e importaculismo y saliéndose por la tangente —como siempre lo ha hecho—, y sigue burlándose de la justicia, del Estado y de los colombianos, sin que nadie la ponga en cintura y la obligue a cumplir lo prometido (de acuerdo con lo denunciado por las senadoras Paloma Valencia y María del Rosario Guerra en días pasados).

Cito algunos ejemplos con el ánimo de que, si faltan a la verdad, por favor me desmientan y —repito— no nos envuelvan con su dialéctica y su cháchara barata.

De los $12.000 millones que se comprometieron a entregar solo aparecen $2.000. De los 722 inmuebles reportados, solo han devuelto ocho, que resultaron en su mayoría ser terrenos baldíos de la nación. Por otra parte, como si fuera poco, de los $964.000 millones, solo han reintegrado $30.000. Además, la Fiscalía señala que hay $2,5 billones en bienes que están en proceso de extinción, labor que durará los años de Matusalén.

Las disculpas absolutamente increíbles no se han hecho esperar: las Farc juran, también sobre mármol, que el 50 % del dinero del inventario inicial o lo incautaron o se volvió humo. El hecho es que no aparece por ningún lado. Y la cereza del pastel: los muy caraduras advirtieron que de los 136 inmuebles que habían prometido devolver, no será entregado ni uno solo y punto.

Y qué tal estas perlitas: la famosa caleta de oro con 112.000 gramos se dio por perdida y de los otros 440.000 gramos que anunciaron devolver, solo han entregado 2.540, e igual sucede con las 24.456 cabezas de ganado, de las que dicen les robaron (¿?) 16.739, devolviendo tan solo 226.

La mal llamada exguerrilla de las Farc cuenta con más de 4.000 miembros, de los cuales el 65 % están armados, operan en 20 departamentos distribuidos en 32 grupos y se benefician de las 160.000 narcohectáreas que tienen sembradas en el sur y el oriente de nuestra geografía.