Publicidad

El mundo del trabajo patas arriba

Juan Manuel Ospina
10 de diciembre de 2020 - 03:00 a. m.

Tanto en la economía como en general en la vida/actividad humana, la incertidumbre y lo efímero tienden a ser hoy la norma en un ambiente de posmodernidad donde las verdades absolutas y las reglas de un comportamiento estandarizado desaparecieron. Es de alguna manera el reinado del “aquí y ahora”.

En el mundo del trabajo no es distinto. Desapareció la meta de la estabilidad y la seguridad laboral, con su contraparte en el mundo del capital donde se impuso la especulación, la ganancia inmediata. Flexibilización del trabajo y del capital. Crece la necesidad social e individual del trabajo en servicios, la llamada economía del cuidado que adquiere visibilidad y renovada importancia luego del mazazo propinado por la pandemia. Servicios de cuidado no solo de las personas vulnerables por salud o edad, sino de la naturaleza (guardabosques, protección y mantenimiento de cuencas y espacios verdes urbanos, reciclajes de las mal llamadas basuras…). Oficios adecuados especialmente para mujeres, jóvenes y aun para mayores, que vegetan en el no futuro y la indignidad del desempleo.

En la economía de la producción, el trabajo ya no es como antes, estable y permanente con horarios definidos; ahora se requieren tareas específicas o en períodos de tiempo determinados, pagados por horas o por tarea entregada. Son trabajos formales, adecuados a las nuevas condiciones y derechos.

La tarea urgente e inaplazable, por el impacto de la pandemia que desnudó nuestra enorme precariedad laboral, es la formalización de cerca de la mitad de las personas que realizan algún trabajo en el país, hasta ahora condenadas a permanecer en condiciones de informalidad, situación que es sin duda alguna la mayor fuente de injusticia e inequidad en el trabajo, frente crítico de la vida social, democrática y económica del país.

Urge analizar el asunto con cabeza fría y con perspectiva, para abrirles un camino claro y equitativo a las nuevas formas de trabajo que demandan los desarrollos en curso de la economía. El propósito, seamos claros, es facilitar la formalización laboral y no la sobreexplotación del trabajo. Dicho de otra manera, que la oferta de trabajo formal, sin exclusiones o discriminaciones, cubra al universo de trabajadores.

La meta inmediata es entonces generalizar el trabajo formal, digno, en palabras de la OIT, con sueldo y prestaciones justas como reconocimiento al aporte en la generación de una riqueza que no es solo obra del capital. Además, es condición necesaria para tener una economía en crecimiento y con mayores ingresos para la población trabajadora que aumenten la demanda. Si al empresario productor no le compran sus productos, así le perdonen los impuestos y no le cobren el crédito, simplemente se queda con su mercancía sin comprador.

De allí que las políticas de fortalecimiento de la capacidad de consumo —con medidas de redistribución del ingreso y la capacidad adquisitiva, como es la renta básica universal, viejo concepto revivido por la pandemia— jueguen hoy un papel central. Ese mayor consumo agregado es condición necesaria para que los inversionistas mantengan y aun acrecienten sus inversiones económicamente productivas.

Son temas actuales y centrales en momentos de negociación del salario mínimo, un ritual que ha perdido mucho de su significado e importancia, y cuando se anuncia la entrega del informe de la Comisión de Empleo creada por el gobierno Duque. Amanecerá y veremos si plantean el timonazo que las circunstancias demandan.

 

Atenas(06773)10 de diciembre de 2020 - 07:25 p. m.
Se enreda Ospina en sus espuelas opinionales, y lo q' opina no queda más q' como espinas por ahí dispersas, sin arte ni concierto. Arranca urgiendo la permanencia y urgencia de la estabilidad laboral en condiciones normales, falta ver cuántos empleos genera el. Y termina romo sobre un mercado muerto pa el empleador.¡Qué dijo!
Mario(196)10 de diciembre de 2020 - 07:05 p. m.
Nada aportan opiniones genericas donde se repite lo q otros han dicho y se trata de no ofender a nadie. en un parrafo esta a favor del trabajo por horas en el otro apoya la formalizacion laboral, como informar a los q deciden cuando la idea es estar bien con todos? La renta basica es buena, los microcreditos son buenos, apoyar lo nacional es bueno, legalizar las drogas esta bien......
Periscopio(2346)10 de diciembre de 2020 - 02:44 p. m.
En Colombia no es sólo la ley la que está hecha para los de ruana sino también los impuestos, pues la casta uribista en el poder no está para pagar impuestos sino para apoderarse de ellos. Paradojalmente son ésos burócratas parasitarios y presupuestívoros, con sueldos astronómicos, los que acusan a los extorsionados contribuyentes de "atenidos". !Hasta dónde llega la hipocresía de la cleptocracia
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar