El nuevo período especial de Cuba

Beatriz Miranda
23 de abril de 2019 - 02:00 a. m.

Pareciera ser que la intención de la Casa Blanca de profundizar el bloqueo contra Cuba traerá a la isla días difíciles que recordarán el período especial, cuando se acabó la cooperación económica con la Unión Soviética, su comercio exterior se debilitó, la escasez invadió la cotidianidad de los cubanos y los balseros intentaban salir de Cuba y pisar el suelo estadounidense en una alternativa para sobrevivir. El anuncio hecho por el asesor de Seguridad Nacional John Bolton ocurrió en un día simbólico, en la celebración del 58 aniversario de la invasión de Bahía de Cochinos, del 17 al 19 de abril de 1961, cuando “las fuerzas revolucionarias, decididas a resistir y vencer a unos invasores bien armados, equipados y apoyados por el gobierno de Estados Unidos, terminaron por derrotarlos en el término de 72 horas”.   Históricamente, la Crisis de los Misiles es recordada por Estados Unidos como un amargo fracaso y por la Cuba de Fidel como la primera derrota de Washington en la región.

Las nuevas sanciones del gobierno Trump afectarán los intereses de empresas europeas, limitarán los viajes y el envío de remesas a Cuba. Solo se permitirán viajes familiares, lo que golpeará fuertemente el turismo, uno de los ingresos más importantes del país, pues disminuirá el número de cruceros en la isla y el número de vuelos y se limitarán transferencias de dinero a máximo US$1.000 por persona cada tres meses.

La activación de la cláusula tercera de la ley Helms-Burton permitirá la presentación de demandas ante tribunales estadounidenses contra empresas e individuos que hacen negocios con propiedades que fueron nacionalizadas después de la Revolución. Todos los antecesores del presidente Trump habían suspendido esta cláusula. A partir del 2 de mayo también se permitirán demandas contra empresas europeas. Distintas fuentes jurídicas han afirmado que hay dificultades prácticas para la aplicación de esta cláusula. Algunos consideran casi imposible que un fallo de una corte norteamericana sea cumplido en otro país. La Unión Europea afirmó que utilizará todos los recursos jurídicos disponibles para proteger sus intereses, incluida una posible demanda ante la Organización Mundial de Comercio. España y Francia son grandes inversionistas, seguidos por Italia y Países Bajos. En esta ocasión, las sanciones en contra de Cuba podrían afectar a aliados de la Casa Blanca.

Cuba deja de ser símbolo de distensión del gobierno de Barack Obama y la convierten nuevamente en un blanco de Estados Unidos debido a su estrecha relación con Venezuela, considerada por Washington “una amenaza a la seguridad nacional”. Detrás del recrudecimiento del embargo contra Cuba está sobre la mesa el tema de Venezuela. Se cree que incrementando la presión sobre Cuba, considerada el sustento ideológico y el centro de decisiones estratégicas del madurismo, podrán derrumbar más rápidamente el gobierno de Nicolás Maduro. Al parecer con Cuba no aprendieron mucho, pero saben que cuanto más se aproximan las elecciones presidenciales hay que acercarse a los cubanos de Miami, ahora importante reducto electoral cubano-venezolano.

Aunque no se sepa la dimensión extraterritorial de la Cláusula Tercera de la Ley Helms- Burton, el anuncio ha provocado inseguridad en los potenciales inversionistas. Lo cierto es que esta decisión dificultará que Cuba reciba divisas internacionales, lo que disminuirá su capacidad de importación. Como en otras épocas, Cuba tendrá que utilizar su ingenio y su capacidad de resistencia para afrontar la nueva ola de sanciones.

*Profesora Universidad Externado de Colombia

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